martes, 4 de octubre de 2016

Vivir para ver






Los acontecimientos acaecidos este pasado sábado en la cúpula del PSOE no me merece más calificativo que el de bochornoso. El espectáculo dado en la madrileña calle Ferraz es de los que dejan una herida política de incalculables dimensiones. Hablar en situaciones como estas de vencedores o vencidos me parece una auténtica perogrullada. Pedro Sánchez después de doce horas de acaloradas discusiones se vio obligado a dimitir al ser tumbada por los críticos la primera propuesta que pudo presentarse.  Si hay algún ganador en esta lamentable refriega política ha sido el PP que, sin despeinarse siquiera, ha visto como aumentan considerablemente sus expectativas de gobernar. Ya no le hacen ascos a unas Terceras Elecciones y si durante el periodo electoral aparecen dos o tres nuevos casos de corrupción y, además, consiguen que aumente en un diez por ciento la pobreza de este país la mayoría absoluta la tendrán asegurada.  Así somos y así nos va.  Pero, si ejercemos de verdaderos demócratas, tenemos que asumir sin reservas las reglas del juego democrático. Pedro Sánchez, en un supino ejercicio de inmadurez política, trabajaba en tres dimensiones totalmente contradictorias. A saber: A) Un No rotundo a la investidura de Mariano Rajoy por considerarlo (cosa más que evidente) responsable de no haber sabido atajar los casos de corrupción de su Partido y, subsidiariamente, haber generado una España de dos direcciones donde los ricos aumentan su riqueza y los pobres su pobreza.  B) Como alternativa de Gobierno proponía un gobierno transversal formado por el PSOE y las fuerzas políticas emergentes (PODEMOS y CIUDADANOS). Cosa absolutamente imposible por las claras y rotundas diferencias de estas dos formaciones tanto en el fondo como en las formas. C) Evitar a toda costa unas Terceras Elecciones por ser perjudiciales para el conjunto del país y, muy especialmente, para los intereses políticos del PSOE.  ¿Ya me dirán ustedes como se puede armonizar este verdadero galimatías?  En política el infantilismo se paga y estaba más que cantado (por “Soleá de Triana” de Susana Díaz) que el batacazo de Pedro Sánchez era más que inminente.  Este fin de semana se han visto comportamientos entre los socialistas que haría removerse en su tumba a don Pablo Iglesias (perdón, me refiero al auténtico y no al “mediático).  En fin, ahora con la formación de una Gestora, quedan días para el PSOE de una larga travesía por el desierto. Todos los analistas sensatos y pocos proclives al sectarismo coinciden que es imprescindible un PSOE fuerte para la gobernabilidad de este sufrido y amado país.  Este fin de semana no se me ha presentado libre de sobresaltos. El viernes perdió el Betis en Anoeta volviendo a sembrar en el beticismo toda clase de dudas y temores. El sábado contemplamos estupefactos como los dirigentes de un Partido socialista centenario se hacían el harakiri. Por último el domingo los colombianos votaron no a una propuesta de paz en una sangrienta guerra civil que duraba ya más de cincuenta años.  Menos mal que José Mercé el domingo bordó el Cante en el Teatro de la Maestranza.  Menos da una piedra de....mechero.  P.D. Lo mejor ha sido que el gran Rafael Gordillo ha superado su “jamacuco” y ya se encuentra en planta.  ¡Animo “gordo”!





Juan Luis Franco – Martes Día 4 de Octubre del 2016



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