sábado, 30 de julio de 2016

José Menese






Cuando todavía las mujeres de Lebrija no habían guardado sus velos negros en los cajones del alma por la muerte de “El Lebrijano” nos levantamos hoy con el fallecimiento de José Menese.  Triste suerte es que los tres últimos “Toma de Horas” estén dedicados a la perdida de tres grandes del Flamenco (Juan Carmona “Habichuela”, Juan Peña “El Lebrijano” y  José Menese). Tres artistas sin cuya aportación no se podría explicar la grandeza del Flamenco contemporáneo.  La figura de José Menese se me representa de una dimensión tan enorme que sería de necio intentar plasmarla en estas breves y sentidas líneas.  Sin dudar estamos ante el alumno más aventajado y preclaro de Antonio Mairena y uno de los referentes más importantes del Arte Jondo. Hombre comprometido con su tiempo y con su Cante nunca dejó resquicios para la menor de las banalidades.  Era un rebelde con causa que era la de los desheredados de la Tierra. Su hermanamiento con Francisco Moreno Galván se nos representa como una de las más altas cimas del Flamenco. La Puebla de Cazalla los hermanó y el Arte Flamenco los hizo eternos.  Con Menese se nos va una manera de sentir el Arte donde la ética y la estética caminaban cogidas de la mano. Fueron muchas las veces que tuve la suerte de escucharlo cantar y su puesta en escena era un canto a la liturgia y a la “jondura” flamenca. Por si albergaba alguna duda, con la muerte de José Menese me queda meridianamente claro que mi tiempo se me difumina entre las manos como el agua de la lluvia. Tremendo para los flamencos este infausto mes de julio del 2016.  Tenía 74 años y ha muerto en la tierra -su tierra- que lo vio nacer, crecer y hacerse uno de los máximos referentes del Cante Flamenco: la Puebla de Cazalla.





Juan Luis Franco – Sábado Día 30 de Julio del 2016



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