miércoles, 30 de marzo de 2016

Tempus fugit




 

“Pero huye entre tanto, huye irreparablemente el tiempo”

- Virgilio -

 

Pasó otra Semana Santa y pasamos nosotros de nuevo a esta especie de incertidumbre existencial y letargo sentimental. Lo hermoso es efímero por así determinarlo su propia naturaleza. Instalados en la incertidumbre el tiempo acompañó solo en parte pero, lo más importante, nosotros acompañamos al tiempo intemporal y eterno de las tradiciones de la Ciudad.  A efectos meteorológicos  el Domingo de Ramos  se nos presentó como un día “primaveral” sevillano lleno de contradicciones. Amaneció lluvioso y todo hacia presagiar lo peor. Luego las cosas se fueron arreglando y, afortunadamente, pudieron salir todas las hermandades a la calle. Resultaba ciertamente curioso ver como La Borriquita cruzaba La Campana a las ¡once de la noche! En este Domingo soñado se hace fundamental pasar lista. Poder decir ese día ¡Presente! no tiene precio.

 

Del Lunes Santo mejor ni hablamos. El Martes Santo arrancó con una cadena de brutales asesinatos terroristas en Bruselas con un resultado de 34 personas muertas y  230 heridas de distinta consideración. Eso si que son nubes negras y no las que pululaban ese día en el cielo sevillano. La barbarie está instalada en la Vieja Europa viviendo y conviviendo con todos nosotros. Cuando el Martes Santo languidecía de tristeza y se encontraba mustio, desangelado, surrealista, lluvioso y huérfano de luz apareció Ella por la puerta de San Nicolás de Bari.  Nunca sabré dilucidar si La Candelaria tomó la calle o si fue la calle la que se apropió de La Candelaria. Verla bajar por la Cuesta del Rosario o regresar por calle Francos es de esas emociones candelarias que se te quedan prendidas en las paredes del alma.

 

El Jueves Santo salí a las calles de Sevilla adornado con la Pasión de las pasiones. Aquella que se posa en la divinidad del Señor tallado por la inmortal gubia de Juan Martínez Montañés. Nada en la vida tendría sentido sin que apareciese la Pasión como elemento vertebrador. Vivir sin Pasión es dotar a la existencia humana de todos los elementos que componen la insustancialidad. Este Jueves Santo nos trajo la luctuosa noticia del fallecimiento de Johan Cruyff. Un jugador que justamente fue considerado en su día como uno de los más grandes de toda la Historia del fútbol.  Con su llegada como técnico del Barcelona se cambiaron -en el fondo y en las formas- las maneras de jugar al fútbol.  Exportó de su Holanda natal los principios futbolísticos de la “Naranja mecánica”. Primero el Barcelona y después, por extensión, la Selección Española alcanzaron las cotas del mejor fútbol jamás soñado. Cruyff fue el profeta. Fútbol total; fútbol de arte y fútbol para soñar. Su discurso era tan elemental como certero: “Tratad bien al balón y él os tratará bien a vosotros”.  

 

Como cada noche de Viernes Santo fui al encuentro del Cachorro por Pastor y Landero antes de que se haga dueño a la vez de Puente y Barrio.  De niño siempre iba a ese lugar acompañando a mi padre y a su compadre “El Ceme” (un gitano que cantaba por Soleá como pocas veces he escuchado en mi vida. Trabajaba de jardinero en el Cementerio sevillano y de ahí le venía el apodo de “El Ceme”). Mientras las fuerzas me acompañen nunca faltaré a esa cita con el Crucificado de Triana. Tienes la certeza de que, afortunadamente, nunca termina de expirar.

Es una de las grandezas de nuestra Semana Mayor: sacar a pasear con nosotros a los eternos ausentes. Vivimos sobre lo vivido y soñamos sobre lo que Dios quiera que esté por llegarnos.  La vida del ayer atada a las tradiciones.

 

La visita de rigor a La Candelaria en la mañana del Martes Santo tuvo una mezcla agridulce. Fueron muchas las  notables y queridas ausencias y comprobar algunas presencias donde ya el sostenerse y caminar es todo un milagro. Mi generación se me va difuminando por entre las manos como el agua de la lluvia.

 

Gente más preclara y con mayores conocimientos que un servidor dicen –y escriben- que nuestra Semana Santa ya es algo más que una Semana (habría que empezar a llamarla Quincena Santa)  y cada año que pasa tiene menos de Santa. Puede que sea verdad que los verdaderos cambios más que en los contextos estén en las percepciones que tenemos de los mismos. La relatividad de las cosas. Tempus fugit.

 

 

Juan Luis Franco - Miércoles Día 30 de Marzo del 2016

 

viernes, 18 de marzo de 2016

Pórtico de las Emociones



 
“Hay una geografía de la Semana Santa
y es necesario un reloj que marque
el momento astronómico en que la cal
y las ventanas deberán ser  complementos
plásticos para la opulencia de
las procesiones en la calle”
 -Antonio Núñez de Herrera -
 
Dos días, tan solo veinticuatro horas, y empezará otro Domingo de Ramos.  Hoy es Viernes de Dolores.  Alguien dijo –y dijo bien- que muchos sevillanos más que años lo que cumplen son Semanas Santas por vivir y disfrutar. Esta del año 2016 nos ha llegado ciertamente muy tempranera.  Personalmente las he vivido durante mi vida de una forma un tanto discontinua. Intensamente en mi niñez. Algo más alejadas en una juventud donde mi mente y mis inquietudes andaban enredados en otros menesteres. Finalmente en una madurez donde todo se valora en sus justos términos y medidas. Nunca me he considerado un cofrade al sevillano modo. Mantengo un cierto distanciamiento con algunos usos y costumbres semana-santeros más proclives al figuroneo y la banalidad que a la verdadera señas de identidad de las cosas.  Puede que sea verdad que existan tantas Semanas Santas como sevillanos la conforman y configuran.  Nuestras raíces y tradiciones más nobles siempre estarán ligadas a la Semana sevillana más hermosa y emotiva de todas las semanas del año. En demasiadas ocasiones tendemos a obviar lo que realmente celebramos que no es otra cosa que la Muerte y Resurrección del Mesías. Pero que duda cabe de que, sin necesidad de ponernos trascendentes y exquisitos, en la Semana Santa sevillana concurre y se dan cita de manera un tanto dispersa y ambivalente una serie de variopintos elementos. En el caudal de mis sentimientos más profundos mi Semana Santa personal e intransferible se llama Candelaria, Pasión y Gran Poder. Túnicas blancas candelarias con olores a buganvilla y a noble esparto torero. Negro ruán de escudos mercedarios en el pecho con sandalias negras de becerro que pisan el cielo en forma de rampa. Noches de eternas madrugadas donde el Señor de Sevilla abre una senda luminosa para los que quieran entender cual es el camino más corto para alcanzar la gloria en Sevilla. Llega otro Domingo de Ramos y aquí estamos para vivirlo gozosos y buscando la paz con Dios y los hombres.  Pórtico de las emociones en una Ciudad que, aunque les fastidie a unos pocos anti-todo, nació para dar sentido a estas fechas.  
 
 
Juan Luis Franco – Viernes Día 18 de Marzo del 2016
 

miércoles, 16 de marzo de 2016

Templanzas



 
Temple de una tarde de verano
Estela de espuma de los mares
Minuto que se escapa de la mano
Pórtico de las camisas de lunares
Lento atardecer entre alamares
Andares lentos por camino tortuoso
Norte que busca al Sur esplendoroso
Zurrapa de achicoria en duermevela
Arrumaco furtivo tras la cancela
Silencio del que busca a Dios gozoso.
 
 
Juan Luis Franco – Miércoles Día 16 de Marzo del 2016
 
 

lunes, 14 de marzo de 2016

Tiempo sin tiempo





No son pocos los momentos de cada día en que uno tiene la sensación de estar viviendo en una época donde ya te sientes algo extraño.  Tratas de adaptarte a los nuevos tiempos y estos te dicen que a ciertas edades el pasado siempre va a estar omnipresente. Lees en la prensa que en Málaga un coche ha atropellado a un anciano de sesenta y cinco años de edad causándole la muerte y eso te da que pensar. Ese anciano (al que Dios tenga en su gloria) tenía cinco años menos que yo. Por tanto por mucho que intenté camuflarme en un presente con poco futuro ya me consideran una persona mayor. Eso si, de manera permanente me redimo y actualizo mi mundo de emociones y sensaciones a través del Arte y la Cultura.  Los nuevos novelistas que suelo leer; los nuevos cineastas que veo o los jóvenes músicos que escucho consiguen convencerme de que todavía nada está irremediablemente perdido.  Mis nietos se me configuran como el primer bastión de mis sentimientos más nobles. Me interesa y me intereso por todo cuanto ocurre a mí alrededor y busco exprimir en positivo cada día como si fuera el último de mi existencia.  Los años me han hecho comprender que todo en la vida es relativo y que cada persona es un mundo sin explorar de manera definitiva.   La cierto es que la experiencia me ha demostrado –y me demuestra cada día- que existen viejos de treinta años de edad y jóvenes que ya han sobrepasado los ochenta años de existencia. Son en definitiva las inquietudes por desarrollar y las emociones por sentir lo que siempre le dan sentido a la existencia humana. El tiempo sin tiempo que, en no pocas ocasiones, hace viejo a lo nuevo y nuevo a lo viejo.  La vida en definitiva.

 

 

Juan Luis Franco – Lunes Día 14 de Marzo del 2016

 

viernes, 11 de marzo de 2016

Andamiaje sentimental




 

Recuerdo con absoluta nitidez el impacto que me causaron en su día las muertes de personas-personajes que tanto han significado en mi vida cultural-sentimental.  Con los fallecimientos de Elvis, Paul Newman, Liz Taylor, Enrique Morente y Paco de Lucía noté un desgarro interior donde podía constatar que había perdido gente que mucho representaron en mi andamiaje sentimental.  Que, evidentemente,  el trato era a través de su arte y carisma poco me importaba.  En más de una ocasión le escuché decir al gran poeta extremeño Félix Grande que él no concebiría su vida sin que en la misma hubiera estado siempre presente Paco de Lucía. Esto es algo que yo suscribo plenamente. El andamiaje sentimental lo vamos llenando con tres clases de personas: las muy queridas, las muy respetadas y las muy admiradas.  Dos días en el año tengo la posibilidad de tomar contacto con una parte de mi infancia y juventud y ambos se producen en San Nicolás de Bari.  Uno es a principios de febrero con “El Día de la Candelaria” y otro, lógicamente, el querido y anhelado Martes Santo.  Siempre se me informa de alguna baja entre la gente más querida de tu generación y la gozosa incorporación de nuevos nietos que un día serán la nueva hornada de candelarios. Ahí radica la grandeza de nuestras más nobles tradiciones. El poder de las imágenes que siempre terminan convocando a vivos y muertos. Otros pasaron, nosotros pasaremos y otros vendrán para seguir buscando sus raíces en los ojos de La Candelaria y en el cuerpo nunca vencido del Señor de la Salud.  No hay más pero la verdad es que no es poco.  Vivir consiste en ir armando cada día nuestro entramado afectivo, sentimental y cultural.  Un día, cuando dejemos de respirar, este andamiaje se nos caerá para posteriormente convertirse en polvo de estrellas. El viento para tomar cuerpo y forma necesita sentirse vivo con el bamboleo de las ramas de los árboles.  Somos, fuimos y seremos.  Todo anclado en el andamiaje sentimental de cada uno.

 

 

Juan Luis Franco –  Viernes Día 11 de Marzo del 2016

 


 

miércoles, 9 de marzo de 2016

La torpeza asumida




 

En la vida, manualmente, se encuentran los torpes y luego están los príncipes de la torpeza manual entre los que me encuentro. Un torpe integral que, para más inri, padece en ambos manos una artrosis nodular erosiva.  Mi padre era una persona realmente mañosa y acometía con bastante éxito las tareas manuales más complicadas.  Curiosamente cada vez que me acercaba a él cuando estaba en plena faena siempre me decía que me olvidara de los martillos que lo mío eran los bolígrafos y no las herramientas. Añadía que, a la larga, los utensilios del taller solo daban callos en las manos y que los papeles siempre terminan dando beneficios. Lo cierto es que de aquellos barros vienen estos lodos donde para arreglar un enchufe tengo que hacer previamente un Curso de Electricidad de la CCC. Mi manifiesta inutilidad me lleva a situaciones verdaderamente surrealistas donde la actividad manual más simple se me complica sobremanera. En los trompos donde realmente era un verdadero maestro eran en aquellos que de niño bailaba en la Plaza de las Mercedarias.  Mi caja de herramientas tiene menos vida y está más vacía que la biblioteca de “El Risitas”. La pintura de una puerta para mí implica, con el mismo esfuerzo,  pintar puerta y suelo a la vez. El verano pasado intenté arreglar la persiana de la ventana de mi dormitorio y la cosa terminó sujetándola con dos alfileres de tender la ropa.  Soy un torpe converso y confeso necesitando en ocasiones puntuales la inestimable –y agradecida- ayuda de amigos y vecinos. Lo asumo sin complejos y la verdad es que uno le teme a una avería doméstica más que un vampiro a un rayo de sol.  Ser torpe sin complejos te lleva a un contradictorio mundo donde puedes haber leído las “Obras Completas de Shakespeare” y no saber diferenciar una broca del 6 de una del 8. ¡Gloria eterna a los que han sabido combinar lo intelectual y las tareas manuales!

 

 

Toma de Horas Miércoles Día 9 de Marzo del 2016

 

lunes, 7 de marzo de 2016

Té de las cinco



 
Alforja vacía del pasado
donde la tarde vuelve
a confundir los momentos
en días de vino y rosas.
 
Tiempo sin tiempo ni medida
atado a los sueños del ayer;
paloma picassiana de vuelo
sin retorno ni destino.
 
Espejo  de las flores marchitas
que se secan soñando primaveras,
con el rumor de fuente cantarina
entre páginas de libros viejos.
 
Beso ardiente de miel y caramelo
perdido entre el sueño y el deseo;
dulce caricia de pieles erizadas
entre blancas sabanas de Holanda.
 
Alforja, Tiempo, Espejo y Beso
donde nada es verdad ni mentira,
todo es según el cristal donde
se refleja el paso de la vida.
 
 
Juan Luis Franco – Lunes Día 7 de Marzo del 2016
 

 

sábado, 5 de marzo de 2016

Fernando Carrasco




 

Debo reconocer que, al menos que la memoria me traicione, tan solo una vez en mi vida intercambié algunas palabras con Fernando Carrasco. Fue hace un par de veranos una vez que, como buenos cerveceros, coincidimos en Casa Coronado.  El estaba con un amigo común e intercambiamos algunas palabras sin saber concretar ni el contenido ni el continente de las mismas. Una breve charla y se marchó pues lo estaban esperando en otro sitio. Lo que si reconozco sin ambages es que me interesaba sobremanera cuanto escribía en “ABC”.  Unas veces de Toros y otras de nuestra Semana Santa. En ambos casos me llamaba gratamente la atención su valentía expositiva y la lucidez de sus argumentos.  Esta mañana lo han despedido de manera multitudinaria familiares y amigos en la Iglesia de San Bernardo.  Todo bajo el manto protector de su querida Virgen del Refugio y con el dolor compartido del Cristo de la Salud. Tenía 51 años de edad y murió súbitamente en los aledaños de la Maestranza. Venía de ver la representación (la última para él) de su exitosa obra “El hombre que esculpió a Dios”.  Las perdidas humanas son siempre irreparables pero cuando corta de raíz una vida todavía joven la tragedia toma cartas de naturaleza. Me sobran argumentos para afirmar que Fernando Carrasco era un hombre sumamente querido en la Ciudad y que sus amigos eran legión. Insisto, no lo conocía personalmente pero amigos comunes siempre me hablaron de su persona en términos bastante elogiosos.  Poco más se puede añadir cuando la Parca hace acto de presencia de manera tan sorprendente.  Reconocer públicamente al escritor y periodista sevillano que se nos ido para siempre y desear a familiares y amigos el consuelo que siempre, a los creyentes, nos proporciona la Fe. Descansa en la paz eterna de los hijos más ilustres de la Ciudad.

 

 

Juan Luis Franco – Sábado Día 5 de Marzo del 2016

 


 

viernes, 4 de marzo de 2016

La vida en dos raíles



Desde que nació mi primer nieto (el pasado 31 de enero cumplió los seis años de edad) acudo cada semana en un tren de cercanía al pueblo de Dos Hermanas. No es la primera vez que comento en este Blog que, junto con mi lunes candelario, se me representa como el momento más gozoso de la semana. Pero de un tiempo a esta parte existe un par de detalles (ausencias) que no se me han pasado por alto. El primero la carencia absoluta de “yupis” en la Estación de Santa Justa. Los mismos que con maletines en ristres, trajes oscuros y gabardinas al brazo hablaban compulsivamente por sus móviles.  Se creían los dueños del universo y ya hoy son una rémora de un pasado de falsos esplendores que nos ha llevado a un incierto y desosegante presente. El segundo detalle también en forma de ausencia si consigue hacerme mella sentimentalmente. En Dos Hermanas, sentados en algún banco en la Estación como la “Penélope” de Serrat,  siempre había cada tarde tres o cuatro ancianos viendo el trasiego de bajadas y subidas de trenes.  Provistos de gorras, bastones y con un cierto aire de melancolía solían ser casi siempre los mismos.  Al pasar les daba las “Buenas tardes” y ellos, amablemente, me contestaban con un elocuente “Vaya usted con Dios”. Desde hace un par de años han desaparecido de la Estación como por arte de magia. Ya no están y me temo que tampoco se les espere.  Personas muy mayores que veían, desde la sabiduría de los años, pasar la vida a través de dos raíles.  Puede que ya algunos de ellos no estén entre nosotros  y a otros la posibilidad de desplazarse se les haga misión imposible.  Nada refleja mejor la existencia humana que los trenes.  Partidas, llegadas, la naturaleza de Dios mostrándose a través de las ventanillas y la maquinaria de los humanos funcionando a toda pastilla. Hacía falta un punto de reflexión y ese lo ponían los ancianos que  se sentaban –o se sientan-- en los andenes de las Estaciones.

 

 

Juan Luis Franco – Viernes Día 4 de Marzo del 2016

 


 

 

miércoles, 2 de marzo de 2016

Juan Luis Galiardo




 

Tal día como hoy, 2 de marzo, de 1940 nació para la vida y el Arte, Juan Luis Galiardo. Lo hizo en San Roque (Cádiz) y su fallecimiento se produjo en Madrid un 22 de junio del 2012. Un día antes de su muerte contrajo matrimonio con su compañera sentimental la también actriz María Elías. Este Juan Luis de soles y lunas era todo un personaje en el mundo de la interpretación además de un gran seductor y una más que excelente persona.  Resulta ciertamente desalentador como el tiempo se va encargando de ir dejando embarcados en el muelle del olvido a gente de tantísimo talento y de las que tanto recibimos. La jodida e injusta amortización existencial que termina arrasando con todo y con todos. Este actor español realizó en vida interpretaciones memorables tanto en Cine, como en Teatro o en series para la televisión.  Para muchos, entre los que me incluyo, Juan Luis Galiardo era nuestro Vittorio Gassman particular. Un actor versátil y con unas dotes interpretativas que en no pocas ocasiones entraban en el campo de la genialidad. En las entrevistas que concedía daba la sensación de ser una persona muy culta, cercana y poco dada a las veleidades vanidosas del mundo del artisteo. Era una gozada escucharle hablar de lo humano y lo divino.  Hoy, 2 de marzo, hubiera cumplido 76 años de edad y su ausencia no hace más que hacernos sentir nuestra orfandad por los eternos ausentes.  Recordarlo hoy en este modesto Blog es un sencillo pero emocionado homenaje al artista y, sobre todo, al hombre comprometido con el tiempo que le tocó vivir.  Su tiempo y, también, el nuestro.

 

 

Juan Luis Franco – Miércoles Día 2 de Marzo del 2016