lunes, 2 de noviembre de 2015

Cutres y rateros







A través de las grabaciones telefónicas que desarrolla la policía podemos apreciar en toda su miseria el universo interno de los corruptos.  Utilizan un lenguaje soez que nos muestra el verdadero rostro de gente mezquina y miserable.  Como lo primero es lo primero empiezan hablando de la situación coyuntural de las tropelías que cometen contra las arcas públicas (el dinero de la gente).  Luego ya sin tapujos entran al trapo del uso que piensan dar al sustraído dinero ajeno. Viajes costosos en compañía de familiares y amigos a sitios lejanos y paradisíacos.  Coches, yates, casas lujosas, ropas de marca y relojes de pulsera de no menos de dos mil euros la pieza (saber la hora milimétricamente no tiene precio; robar el pan de los niños, la salud de los enfermos y el sosiego de los ancianos si lo tiene).  Pero como no solo de lujo vive el hombre también dedican un apartado a “debilidades” humanas varias. Que no solo de Armani vive el hombre. Aquí ya sin cortarse un pelo hablan de orgías con prostitutas mejor contra más jóvenes y del consumo de cocaína (eso si de primera calidad) aderezada con caviar y champán francés (cava no que eso es darle dinero a los independentistas catalanes).  Ninguno habla de emplear el dinero fruto de su rapiña en la adquisición de obras de artes; en la compra de primeras ediciones de obras clásicas de la Literatura o en viajar a Viena a presenciar el Concierto de Año Nuevo.  Son, aparte de rateros integrales, unos personajillos donde el frikismo y el cutrerío tomaron aposento para quedarse. Lo triste, lo verdaderamente triste, es que estos elementos tóxicos para una Sociedad medianamente decente fueron elegidos democráticamente para gobernar los intereses de todos nosotros. Tenemos, al votarlos,  la “responsabilidad civil subsidiaria”. Lo dijo con claridad don Antonio (Machado): “Mala gente que camina y va apestando la tierra”. 


Juan Luis Franco – Lunes  Día 2 de Noviembre del 2015


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