miércoles, 12 de noviembre de 2014

Beatlemanía





No tengo reparos en reconocer que cuando aparecieron en mi vida los Beatles ya supe a ciencia cierta que ya nada sería lo mismo. Fui de los primeros en descubrirlos en Sevilla. Todo gracias a un primo mío que vivía en Londres y me regaló un álbum sencillo donde uno de los temas era la canción “Please Please Me” (afortunadamente todavía lo conservo. Fue el primer álbum grabado por los Beatles en 1963).  Es decir que cuando descubrí a este inmortal grupo británico yo debía rondar los dieciocho años de edad.  Fue todo un flechazo y sin entender lo que cantaban quedé fascinado por como cantaban.  Era admirable la enorme cantidad de buenas canciones que eran capaces de crear y la perfecta conjunción musical del grupo.  Recuerdo que fueron muchos la gente joven de mi generación que quedamos enganchados a los Beatles de por vida.  Cada día que pasa suenan mejor aunque alguno de nosotros tendrá que usar ya un sonotone para poder  escucharlos. Sevilla posiblemente sea –o haya sido- la mejor ciudad del mundo a la hora de complementar las tradiciones con las vanguardias artísticas.  De un tiempo a esta parte las cosas se complican por el sambenito de las clasificaciones y/o las descalificaciones. Desde que apareció el primer “progre” de salón por el horizonte del Aljarafe todos estamos ya bajo sospecha.  Los Beatles llegaron a Sevilla para quedarse para siempre y de hecho es de las ciudades españolas donde más se siguen vendiendo sus discos. La gran pasión de mi vida ha sido, es y será el Flamenco pero es que los Beatles tienen más compás que el añorado Chano Lobato. Por aquí todavía siguen actuando con mucho éxito “Los Escarabajos” (fundado en 1993), un grupo sevillano que figura a la cabeza de los grandes imitadores internacionales del conjunto de Liverpool. Los Beatles es el único fenómeno musical que ha logrado sobrepasar la barrera del tiempo y ser referente de varias generaciones.  Cambiaron hasta la forma de vestir de mi generación y representaron un soplo de libertad en una España hastía de uniformes, charangas y panderetas.  Tengo en mi archivo una amplísima discografía de los Beatles.  No diré que completa pues con ellos parece que el tema discográfico siempre nos depara alguna nueva sorpresa, pero puedo escucharlos sin repetir tema durante varias horas. Afortunadamente soy una persona poco depresiva aunque en momentos de puntuales bajones siempre me eleva la moral una sobredosis de Beatles.  En ellos y con ellos está enredada amorosamente mi juventud y los sueños que compartimos cuando sonaba “Que noche la de aquel día”. La Beatlemanía es universal pero en Sevilla siempre tuvo –y tiene- una fuerte implantación.  La canción “Yesterday” ha sido considerada la canción de las canciones en el gusto musical de la gente del universo.  Pedimos “Help” y los Beatles llegaron en nuestro auxilio para socorrernos ante tanta mediocridad y tantas ventanas y balcones cerrados.  No nos engañemos: la vida es un beso, una lágrima, un abrazo, un poema, una despedida y una canción.  A nosotros, por siempre y para siempre, nos quedarán  clavadas en el alma las canciones de  “The Beatles”.

No hay comentarios: