viernes, 3 de octubre de 2014

La magia del teclado





Sinceramente no tengo reparos en reconocer que la creación de este Blog  (gracias a Salva Gavira) me ha reportado un cúmulo de satisfacciones que me ayudan a crear y a intentar interceder en las cosas que me rodean. ¿Importancia? ¿Relevancia? Ninguna, pues hasta la luna sabe que a pesar de todo su esplendor terminará siendo liquidada por el amanecer. Salvo en contadas ocasiones (fundamentalmente cuando nos ataca la “Dama de la Guadaña” o ocurren hechos de especial relevancia) siempre me gusta escribir cuando las cosas han sido maceradas por el tiempo. Los temas de actualidad para analizarlos con objetividad necesitan el reposo que tan solo les proporciona el paso de los días.  Siempre tengo escritos y guardados en la recamara no menos de cuarenta Toma de Horas.  Algunos los suelo enviar para ser colgados por Salva Gavira y otros los cuelgo yo directamente en el árbol del olvido. Mi niñez, mi juventud, el Flamenco, el Jazz, el Cine, la Literatura, la Sociedad y todo lo relacionado con Sevilla se me presentan como los temas más recurrentes. En ellos –y con ellos- me encuentro muy cómodo y me brotan, mientras tecleo el ordenador, casi de manera espontánea.  Escribo un par de horas cada día y casi siempre lo hago en las últimas horas de la tarde. Antes de “meterme en el sobre” le doy un repaso a lo escrito y, la verdad, suelo rectificar muy poco sobre lo elaborado inicialmente. En algunas ocasiones –afortunadamente muy pocas- me levanto de madrugada por notar que hay algo que no me cuadra. En la actualidad este Blog ronda las doscientas cincuenta visitas diarias (hemos triplicado el número de visitantes que nos siguen cada día) y, así nos consta, algunas de demostrada fidelidad.  Esta cantidad para la mayoría de bloggeros será algo insignificante pero para nosotros es un acicate para no desfallecer.  Son ya muchas las ocasiones en las que hemos dejado meridianamente claro los dos objetivos que movieron  la creación de este Blog: provocar emociones e inducir a la reflexión.  Siempre con Sevilla, absolutamente siempre, en el epicentro de nuestros sentimientos. Este mundo de los Blog es fascinante pues te puedes expresar con absoluta libertad sin tener que depender de ideologías encubiertas, líneas editoriales o espurios intereses comerciales. No ganas un euro pero este no es nuestro medio de vida ni lo monetario, en este caso, es algo que realmente nos preocupe. Con los años estoy cada día más convencido que las sociedades funcionan y progresan a través de grupos minoritarios. Son aquellos que rompen los moldes prefabricados por falsos políticos y mercaderes. Las elites culturales y sociales que defienden lo legítimo y verdadero en detrimento de los discutibles mundos de oropeles y cartón piedra. La masa para los “calentitos” y la mayoría silenciosa ni está ni se le espera nunca: no existe. Corren tiempos extremadamente difíciles con el hambre de muchos niños a la cabeza. En España están pasando cosas de una gran gravedad y cada día nacen cien nuevos pobre y un par de nuevo ricos.  Con la corrupción y la usura hace tiempo que topamos y raro es el día que no nos tropezamos con nuevos rateros de lo ajeno (el dinero de todos los contribuyentes). ¿Debemos pues intentar mostrarnos contrario a la belleza en cualquiera de sus variantes y atender a lo básicamente necesario?  Nada es incompatible en esta vida. La ética siempre debe llevarnos a la denuncia y al compromiso social y la estética a la renuncia de lo banal en beneficio de lo culto, bello y exquisito.  El que no nos conviertan en simples marionetas siempre va a depender de nosotros.  En ello estamos y estaremos mientras el cuerpo aguante.

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