viernes, 6 de diciembre de 2013

Movilidad exterior





Doña Fátima Báñez, Ministra de Empleo (Paro) y Seguridad Social de nuestro sufrido país, nos deja de cuando en cuando algunas perlas dignas de ensartarlas en el collar de los despropósitos.  En una ocasión al encomendarse a la Virgen del Rocío para salir de la Crisis consiguió incendiar las Redes Sociales. Bien está que cada uno –una- se encomiende a quien estime oportuno para encontrar consuelo y/o soluciones a sus problemas cotidianos (yo lo hago cada día), pero no estaría de más que un político no se plantee soluciones milagrosas. Los ciudadanos no votan santos: votan personas (políticos). Doña Fátima acuñó una frase para referirse a nuestros jóvenes talentos “exiliados” en busca de trabajo por tierras extrañas absolutamente surrealista. Lo llamó: “Movilidad Exterior”. ¡Tira milla morena!  Dejar claro que doña Fátima Báñez no es un verso suelto en el poemario del Partido que nos gobierna (PP).  Los políticos se deben a la Empresa que les paga (el Partido) y una vez aupados al Poder siguen a rajatabla las consignas que emanan de las altas jerarquías (nacionales y, fundamentalmente, foráneas).  Recuerdo una pequeña entrevista que le hicieron el pasado 9 de noviembre en el Diario “El País” a un componente de eso que doña Fátima llama “Movilidad Exterior”.  Se llama Eric Labuske y es un madrileño de 25 años de edad.  Estudió turismo, habla cinco idiomas y vive y trabaja en París. Forma parte del Movimiento llamado “Marea Granate” que tiene como objetivo dejar testimonio de que son “exiliados” profesionales en busca de las oportunidades que el Gobierno de España les niega. Eric nos dejó perlas como estas: “Llegué a París, en siete días tenía un trabajo de recepcionista en un hotel de cuatro estrellas y un salario de 1.700 euros netos. Eso fue tras enviar 250 currículos en España sin recibir una sola respuesta”.  “No me fui de España, me echaron”. Sobre la salida que nuestro Gobierno augura a la salida de la recesión nos dice: “Es un término económico que se calcula con cifras: ni lo se ni me importa. No creo que le importe a ningún ciudadano de a pie. Lo que importa es saber si puedes encontrar trabajo. (….) La gente necesita saber si va a poder comer”.  “El Gobierno utiliza un lenguaje que no hace más que aumentar la distancia entre la ciudadanía y la clase política”.  A lo que doña Fátima Báñez llama “Movilidad Exterior” él argumenta: “Obviamente queremos tener la opción de salir fuera, pero que sea una opción no una obligación”.  Remata diciendo: “Han invertido dinero en formarnos y los frutos de nuestra formación se los llevan Francia, Alemania, Australia….”.  A pesar de que su marcha resultó traumática para su familia dice Eric: “Viendo como van las cosas, a corto plazo no creo que vuelva. Ni yo ni nadie. La gente no confía en encontrar aquí algo, y si hay algo es con plaza de becario, sin sueldo, en condiciones pésimas”. Testimonios como el suyo nos dejan las cosas meridianamente claras.  Solo se me ocurre decir….Amén  (en hebreo “así sea”).

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