miércoles, 4 de septiembre de 2013

Poesía desencadenada



Llamaron poesía tan solo
a la pena, el desamor y
la nostalgia.
Julieta asomada en su balcón
con Romeo haciendo de tuno.
Poeta con raído traje oscuro
(rematado en negra pajarita)
paseando su triste soliloquio
por parques y jardines.
Andaluces eternos
de verdes olivares
rendidos en los brazos de
Federico.
Las “Palabras para Julia”
de José Agustín Goytisolo
resonando en el aire.
La Madre Naturaleza
dictando lecciones que
nunca llegaron a comprender.
Dudaron de la
existencia de Dios
para terminar
encontrándolo en el
alma de la Poesía.
A Hernández lo llamaron
Miguel (Vientos del pueblo.)
A Alberti le decían
Rafael (Marinero en tierra).
Al gran Góngora le apodaban
don Luis (Soledad primera).
A Cernuda, simplemente
Luis, le dieron el cetro
(Donde habite el olvido).
A Machado lo recordaron
por Dueñas como
Antonio y Manuel
(Sevilla y Castilla).
Buscaron al pueblo
y al final lo encontraron
entre sudor, jornal y taberna:
“Nada que me guste más
que un buche de manzanilla
y un cante por Soleá”

1 comentario:

José Luis dijo...

Vuelta a la creación. Bienvenido y gracias por estas cositas. Saludos.