miércoles, 1 de mayo de 2013

6.202.700 Parados….¿Paciencia?




Definitivamente el Día 1 de Mayo, “Fiesta del Trabajo”, debería llamarse en este sufrido país nuestro el “Día del Paro”. Demoledora y terrorífica la última y reciente cifra del Paro que nos proporcionaba la EPA.  Pero que nadie se llame a engaño: el pastel del Paro ya se venía cocinando tras una nefasta gestión socialista en su último mandato nacional y en el todavía vigente regional (andaluz). Con el necesario añadido de unos últimos años de “gestión sindical” proclive a un “aburguesamiento funcionaral” y completamente ajeno a los intereses de clase de los trabajadores.  El PP ha puesto, en definitiva, la guinda a ese pastel con un año y medio demoledor donde se han desactivado todos los derechos sociales-laborales conquistados por los trabajadores. Vivimos inmersos en una situación de emergencia nacional y nuestra clase política sigue “erre que erre” a lo suyo. Articulistas nada sospechosos de comulgar con la izquierda como Luis María Anson reconocen sin ambages que España está sumida peligrosamente en una situación social prerrevolucionaria. Nuestro actual y desaparecido Presidente de Gobierno (parecía imposible superar en lo negativo a Zapatero, pero en España todo es manifiestamente empeorable) se nos configura como un fiel funcionario que acude regularmente a Bruselas a recoger las consignas de su Jefa de Negociado, doña Ángela Merkel.  Desde que empezó a “gobernarnos” solo ha dicho una verdad: que no se creará un solo empleo durante esta legislatura.  El responsable del principal Partido de la oposición, don Alfredo Pérez Rubalcaba, ni está ni se le espera. Sin más paliativos urgen, ante la gravedad de la situación actual, grandes Pactos de Estado que ayuden a paliar la gran miseria que la gestión de nuestros políticos ha generado. Pero dado el “nivelito” de la clase política española actual existen poco motivos para el optimismo. Nunca, en toda nuestra reciente Democracia, nuestras instituciones “gozaron” (ganado a pulso) de un mayor nivel de desprestigio.  Existen millares de familias españolas pasando hambre y les están llenando los vacíos platos con raciones de demagogia barata. Mientras, la gente observa estupefacta como surgen cada día nuevos casos de corrupción. Tengo claro que si tuviera cuarenta años menos, y careciera de lazos familiares, me subiría en el barco que llevaba hasta América a Antonio Molina en “El Pescador de Coplas” y cantaría aquello de….”Adiós mi España querida”. Estamos instalados en la desazón y no se ven “brotes verdes” ni en las tejas de las azoteas. Suenan a lo lejos “tambores de guerra” y nuestros políticos se tapan los oídos para no escucharlos. Van a lo suyo: defender prioritariamente sus intereses y los de la Empresa (Partido) que les da trabajo y prebendas. Hoy, día 1 de Mayo, “Fiesta del Paro”, debería ser un buen momento para una reflexión colectiva.  ¿La llevarán a cabo? Sinceramente albergo pocas esperanzas y me temo – a riesgo de caer en el fatalismo- que nos esperan tiempos extremadamente complicados. 

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