viernes, 31 de mayo de 2013

Por donde había venido



Mayo vino a mi ventana y se fue por donde había venido. Por entre las enredaderas de los patios y los luminosos amaneceres del Aljarafe sevillano. Se nos va impregnado de lágrimas de cera, albero maestrante, cielo de farolillos y caminos rocieros de juncia y romero. Que se nos vaya Mayo nunca será una buena noticia para nosotros. Mi hija y mi nieta cumplieron años y yo cumplí sueños hechos realidad. Pronto los confines de los mares serán reciclados en playas y los cuerpos serán liberados del ropaje que los ocultaba. Los calores inmisericordes nos esperan agazapados tras los cristales de los termómetros urbanos. El Dios Gambrinus tomará posesión de la Ciudad y los toldos callejeros nos traerán frescor y sombra. Dentro de la Creación Mayo es el mes con el que Dios debe sentirse más satisfecho. Mayo vino a mi ventana y se fue. Se fue entre oles y palmas buscando a la Triana cantaora y marinera. Camino de Sanlúcar para fundirse en un abrazo con la mar albertiana.  Navegando entre sueños e ilusiones por la Ribera del Guadalquivir. “Para los barcos de vela / Sevilla tiene un camino / por los ríos de Granada / solo reman los suspiros”. Mayo vino a mi ventana y se fue. Se fue prendido en el pico de los gorriones que juegan saltarines en los bordes mojados de las fuentes. En el SMS en blanco de una enamorada que sueña con la pasión correspondida. En la luna lorquiana de campos andaluces que se duermen con el soniquete de los grillos. Por entre los cordeles de las azoteas encaladas. Mayo vino a mi ventana y se fue. Llegó y cumplió con su anual compromiso de gozo y luz. Repitió su discurso monocorde de felicidad impostada. Tan frágil como necesaria para vivir. “Cuantos habrán pasado / por donde yo estoy pasando / por la misma calle / por el mismo barrio”. Las luces se encendieron como hermosas luciérnagas de jardines intemporales. Se nos marcha mayo tras tocar suavemente las barandillas de ventanas y balcones. Entre estrechas callejas y recoletas plazuelas impregnadas de risas infantiles. Suavemente y templado como el buen toreo de capa.  Sin alharacas ni estruendos de voces que solo rompen la magia del silencio compartido. Mayo nos dice adiós con un pañuelo de encajes prestado por una Dolorosa sevillana.  Tardará en volver y la Ciudad anhelará desde ahora su abrazo luminoso. Nos deja exhaustos y ebrios de radiantes amaneceres. Mayo vino a mi ventana y se fue por donde había venido. Dios le guarde viejo amigo.

miércoles, 29 de mayo de 2013

El Rey San Fernando



“Forjado en plata de ley
su sepulcro veneramos
que Castilla le hizo Rey
y Santo los sevillanos”.

Mañana es un día grande de la Ciudad. Mañana celebramos la Festividad del Rey San Fernando. Sin duda alguna estamos ante el personaje más importante de toda la Historia de Sevilla. Conquistador de Serva la Bari y conquistado por ella para la eternidad. Fue clave en la Reconquista y a él se debe un proceso unificador de una España hoy en horas vertebradoras muy bajas. Este Fernando III de Castilla, elevado a Santo en 1671 por el Papa Clemente X, fue fundamental en la Historia de la Ciudad y bien haremos en seguir por muchos años rindiéndole pleitesía. Han canjeado su día festivo por un miércoles de Feria. Esto ya poco importa en una Ciudad donde cada vez son menos los que pueden laborar. El 30 de Mayo es –o debería ser- el día más importante de la Ciudad. Gracias a una canción de un sevillista de pro, como fue el inolvidable Silvio, San Fernando está atado sentimentalmente de por vida con el beticismo. Cosas que solo pueden ocurrir en Sevilla: el mejor himno del Betis compuesto por un sevillista.  En la Plaza Nueva y justo debajo de su estatua ecuestre celebran los béticos -muy de tarde en tarde- sus éxitos deportivos. Fue su voluntad testamentaria recibir sepultura a los pies de la Virgen de los Reyes y allí permanecerá por los siglos de los siglos. A pesar de su insistencia en ser enterrado de manera austera su hijo, Alfonso X el Sabio, hizo caso omiso a tal recomendación (ni ser Rey ni Santo te libra de tener un hijo desobediente). Mañana, 30 de Mayo del 2013, es un día idóneo para visitar su tumba y de paso pedirle a la Virgen de los Reyes que nos proteja ante tanto desalmado como anda suelto. No estaría de más que San Fernando galopara de nuevo para reconquistar una Sevilla amorfa, plana, sumisa y cada día más alejada de sus verdaderas raíces histórica. Cuando todo esté perdido siempre nos quedará la Candelaria pasando la noche del Martes Santo por la calle que lleva el nombre del Santo varón. Gloria eterna al Rey San Fernando y a quienes, como él, dieron el esplendor de sus luces para que Sevilla brillara eternamente. Mañana es un día grande en la Ciudad: la Festividad del Rey San Fernando. Pasar de largo por el mismo siempre será un pecado de lesa… sevillanía.

lunes, 27 de mayo de 2013

Los clarines del alba




La calle desprende olores a tierra mojada recién regada. La mañana descorrió su cortina de mayo para mostrarnos sin reservas la luz de la amanecida. A lo lejos un gallo nos anuncia que comienza un nuevo día. Huele a pan recién hecho y a humeantes calentitos. El rocío mañanero de las flores gotea lentamente sobre los secos campos andaluces. Asoman por las ventanas sus inquietas cabezas los perros con posada y amo. Los gatos se acurrucan en los tejados al calor del incipiente sol de la mañana. La luna es ya tan solo un cerco que se aleja exhausta de amores compartidos. Los amantes se acurrucan gozosos en las sabanas de seda. El campo se despereza lentamente para mostrarnos sin fisuras la obra del Dios Padre. Los viejos abren los ojos agradeciendo el nuevo día que se les concede. Dos adolescentes caminan cogidos de la mano ebrios de noche y besos. Un niño duerme placidamente en su cuna amparado por la cercanía protectora de su madre. Alguien en la calle le da los “Buenos días” a un desconocido que en ese momento deja de serlo. Los gorriones saltan juguetones por los cordeles de los patios. La ropa tendida se bambolea para sacudirse el relente de la madrugada. Juan Ramón acaricia pausadamente la cabeza de “Platero” y Dios se siente complacido ante la unión de la poesía con la bondad y la naturaleza. Suenan los clarines del alba por los pueblos andaluces y la vida cobra todo su noble significado. Un niño sueña con ser torero y un torero sueña con ser niño. Bebe un gorrión el agua de una maceta recién regada y nosotros, con él, bebemos el néctar de los amaneceres de mayo. Todo está por estrenarse y todo por gastar de nuevo. Comienza un nuevo día y nosotros también comenzamos otro momento de nuestro periplo existencial. Amanece que según dicen… no es poco.

domingo, 26 de mayo de 2013

Fingida ignorancia





Ignoró lo que le decían los voceros
padeciendo miopía en las entrañas;
espécimen oriundo de esta España
nació y vivió solo para contar dinero.
Hombre sin Dios reciclado en usurero
decía ignorar lo que pasaba fuera
agarrado febrilmente a su cartera.
Hoy, don Pedro revestido de mortaja,
envuelto con su ruán en una caja
se marchará sin alma ni frontera.


(de “Las Siete Revueltas” – 2011)

viernes, 24 de mayo de 2013

La magia del Séptimo Arte




“Los aguerridos cineclubistas de antaño
se han convertido en momias desilusionadas
que solo aspiran a consumir fútbol y televisión
por vía intravenosa”
- Terenci Moix -

Sobre mis grandes aficiones albergo pocas dudas que la del Cine ocupa un lugar preferente. Posiblemente sea la que más satisfacciones me haya dado y la que más me ha hecho soñar sintiendo o, lo que es lo mismo, sentir soñando. De niño el poco dinerillo que podía reunir era para los “tebeos” del “Capitán Trueno” o para ir con algún colega a ver una buena “peli”.  Sevilla ha sido –y posiblemente sea- una de las ciudades con más aficionados peliculeros de España. Los Cines de Verano eran numerosísimos (algunos con doble función y siempre llenos) y en la época invernal también había varias salas donde desarrollar tan hermosa afición.  Luego, acorde con las inquietudes políticas, unos cuantos jóvenes empezamos a frecuentar los Cine Club y la incipiente Sala de Arte y Ensayo de la calle Trajano (la misma que apuró sus últimos tristes días como una Sala “porno”). Los cinéfilos siempre guardábamos unas normas éticas de obligado cumplimiento. Acudíamos dos o tres amigos que compartíamos afición y permanecíamos en completo silencio durante toda la proyección. Era imprescindible que ninguno hubiera visto la película con anterioridad para que no nos fuera desvelando la trama.  Lógicamente cuando ibas en pareja -vía novia o rollete- en no pocos casos la calidad de la película se nos presentaba como algo intrascendente.  A la salida siempre dábamos rienda suelta a nuestras opiniones sobre lo visto y, en no pocas ocasiones, con claras y sanas divergencias. Éramos adolescentes victimas de un sistema represivo feroz y donde todo estaba por descubrirse. El Cine fue un elemento clave en nuestra emancipación y la deuda que mantendremos con él siempre será eterna. Hace ya algunos años que no voy a una Sala de Cine.   Ahora –según me cuentan- entre el ruido de las palomitas y los eructos de las coca-colas da la impresión de que el imprescindible silencio ni está ni se le espera. Tengo en mi casa una serie de artilugios para poder disfrutar en plan doméstico de grandes películas de tiempos pasados y presentes. Pero, a que negarlo, la magia de una Sala de Cine es insustituible. Con el paso de los años creo firmemente que hubiera sido inmensamente feliz trabajando en el Séptimo Arte.  Bien como guionista o en tareas de producción.  Esa -junto con la de Librero de libros antiguos- ha sido mi gran e irrealizada vocación.  El Cine nos ayudó a pensar, soñar y sentir en una época extremadamente difícil. Después nos fuimos nutriendo de revistas especializadas y de literatura cinematográfica que nos fueron desentrañando las peculiaridades de las grandes películas y sus intérpretes.  Corren malos tiempos para todo lo culto y el Cine no podía ser una excepción.  Actualmente se están realizando excelentes películas en España (existe vida al margen de Almodóvar) y debemos apoyarlas con todas nuestras fuerzas.  Hay poco dinero para proyectos culturales y menos habrá si se lo siguen llevando. En el Cine se da una equilibrada mezcla de Literatura, Teatro y Música.  Nada es verdad ni nada es mentira.

La aventura, el amor, la tragedia, la épica, la belleza, el compromiso político, la apología, lo ideológico… Todo, absolutamente todo, está recogida en eso que llamamos “Séptimo Arte”: el Cine en definitiva.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Plaza del Cabildo






Sabía que ya nunca volvería
donde los sueños
se vuelven tornasoles;
allí donde la vida es
tan solo un portalón
que le da paso a Dios
en Primavera.

Logró sumar años y fortuna
allá por territorios de ultramar.
Una aventura con final feliz
y digna de cantarse en Habanera.
Cambió higo chumbo por papaya
y la Copla por la Cumbia,
paloma por papagayo
y plazoleta por plaza.

Un niño seise del ayer
reciclado en un viejo hacendado;
un toque de campana apagado
por la nostalgia de la distancia.
Nazarenito de armiño
con una vara en la mano
callejeando entre luces
de paraísos perdidos.

Sabe perfectamente
que hoy por “allí”
es el Domingo de los domingos.
Mira al cielo y se sonríe
mientras musita un cante
por lo bajini:
“Yo voy a una fuente y bebo /
y el agua no la aminoro /
lo que hago yo es aumentarla /
con las lágrimas que lloro”.

(de “Las Siete Revueltas -2011)

lunes, 20 de mayo de 2013

Grande entre los Grandes



Ha muerto Pepe Luis Vázquez. Se nos ha ido, a los 91 años de edad, un sevillano ejemplar llamado don José Luis Vázquez Garcés y un torero irrepetible al que conocerá la Historia del Arte de Cuchares como Pepe Luis Vázquez. Vivió sus últimos años recluido en su casa con sus recuerdos, el profundo cariño de la extraordinaria familia que supo crear y el respeto y la admiración de la sevillanía más profunda. Nadie como Pepe Luis Vázquez fue capaz de simbolizar cuanto representa el Toreo al sevillano modo. Gracia, templanza, donaire y majestad iban hilvanados en su toreo de capa y cosidos con hilos de oro en su muleta. Amigo incondicional de otro torero de leyenda, Manolote, con el que llegó a compartir 122 tardes de grana y oro. Quedó marcado por la tremenda cornada que sufrió en el rostro en la Plaza de Santander y que a la postre le produjo la perdida de la visión de un ojo. Se retiró alternando cartel con su hermano Manolo y con quien estaba llamado a sucederle en el corazón de los sevillanos: Curro Romero. Amplia información sobre su vida recoge hoy la prensa local sevillana -y los medios taurinos de Internet- como para tener que ahondar desde aquí en su biografía. Eterno su “cartucho de pescao” que consistía en citar a los toros con la muleta plegada. Tuvo en vida una gran amistad con don Eduardo Miura donde en la Plaza uno, el ganadero, ponía los toros y otro, el torero, su profundo Arte. Su fama en Sevilla era de tal dimensión que bastaba decir en cualquier ambiente “Pepe Luis” para saber a quien se estaban refiriendo. Profundamente enraizado en nacencia y querencia con su Barrio de San Bernardo queda ya eternamente en las cuidadosas manos del Cristo de la Salud y la Virgen del Refugio. Mi padre sentía autentica veneración por el “Sócrates de San Bernardo” y hoy, su hijo, escribe estas líneas en nombre de los dos revestido de la emoción más profunda. Me vestiré de “Domingo” para despedirle dentro de un rato en el Salón del Apeadero del Ayuntamiento de Sevilla. Cuando cada día nos vamos sintiendo más solos y huérfanos de referentes sentimentales y culturales es que algo empieza a desmoronarse. Pero como es históricamente demostrable que Sevilla siempre le da al Arte –y a la vida- una segunda oportunidad…...siempre nos quedará Morante.

El vuelo del colibrí



“Aprended, Flores, en mí
lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fui,
y hoy sombra mía aún no soy”
- Luis de Góngora –

El colibrí es el pájaro más pequeño y a la vez más hermoso de la Creación. Un volátil trocito de Arco Iris que nunca sobrepasa los quince centímetros y supera los ocho gramos de peso. Sobresale entre su bellísimo colorido el “verde que te quiero verde”. Más que volar se suspende en el aire para mostrarnos a través de la belleza más nimia la infinita obra del Dios Padre. Se crían -¿dónde si no?- y viven en el continente americano. Difícilmente superan los cuatro años de existencia y hubo una época donde se les mataba a millares para decorar los sombreros de las damas de alta alcurnia de la vieja Europa. Verlos posarse tras su pausado vuelo en las ramas de los árboles se nos configura como un sublime poema alado. Los humanos primero los machacamos situándolos al borde de la extinción y luego legislamos para protegerlos contra nosotros mismos. El colibrí simboliza cuanto la vida tiene de efímera y singular belleza. La Naturaleza, a través de la racionalidad existencial, nos muestra de manera reiterada el camino de la hermosura más armónica y nosotros nunca hemos dejado de contradecirla. Hoy todo lo bello, incluyendo al colibrí, está en serio riesgo de desaparición. Vivimos instalados en la mentira y nadie dispone de tiempo para perderlo contemplando cuanto la Naturaleza nos ofrece. Vuela el colibrí por los bosques americanos y su dulce vuelo lleva implícito el alma alada de las flores.  Sus diminutas alas en movimiento son un leve susurro para no despertar el justo sueño de los humanos. Un poema de Rubén Darío va prendido en el pico del colibrí. Dios tardó una semana en crear el mundo y nosotros tan solo un rato en estropearlo. Cuando ya todo esté perdido siempre nos quedará la sonrisa de un niño y el vuelo del colibrí.

domingo, 19 de mayo de 2013

La flauta del afilaor




Guardaron la luna en
un cofre dorado.
Los sueños dormitaban
en manos del Lorazepam.
Tenían años de más
e ilusiones de menos.
Conjugaban con dificultad
el fuimos, el somos y
el seremos.
Los libros permanecían
inertes en una biblioteca
cerrada a cal y canto (de libro).
Esperando el roce de una
mano amiga cerraron los ojos.
El aire les traía aromas
de pan recién hecho y
sonaba a lo lejos
la flauta del afilaor.
Respiraron profundo
y se conjuraron para
gastar su último
periplo existencial.


(de “Las Siete Revueltas” – 2011)

viernes, 17 de mayo de 2013

Los fundamentalistas



De los tres conceptos que nos da la RAE para interpretar el “Fundamentalismo” los dos primeros hacen alusión a sus espurios orígenes religiosos y el tercero dice textualmente: “Exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida”. Aquí se puede aplicar perfectamente a posicionamientos religiosos, políticos, sociales, deportivos….o de cualquier índole. Pero incluso entre el “gremio” de los fundamentalistas los hay permisivos y radicales. Algunos prefieren quedarse en la frontera de la acción con los “sables envainados” y otros los sacan a pasear para cortar cabezas. Todo aquel que no piense íntegramente como ellos representa el enemigo a batir.  Si algo te va enseñando los años vividos es a no caer ni en la intransigencia ni tampoco en el falso discurso de las verdades absolutas. Respetar las ideas de los demás es el mejor antídoto para que respeten las tuyas. A pesar de que muchos piensen lo contrario y también, como no, de la Santa Inquisición, creo que Sevilla no ha sido en exceso una ciudad fundamentalista (aquí durante un periodo de la Historia convivieron tres religiones de distinta configuración). Posiblemente más que fundamentalista esta sea una Ciudad bastante dada a las contradicciones. Mi ya larga trayectoria de sevillano militante no hace más que confirmarme que esta tierra, en sus aspectos más negativos, es patria de “figurones” y “trepas”. En definitiva sentirse “alguien” en el organigrama social y político de la Ciudad representa el sueño de no pocos sevillanos. Afortunadamente cuando se es tan proclive a los “bandazos” el fundamentalismo ni está ni se le espera.  Bastará un cargo de cierta relevancia para cambiar ipso-facto el “Digo” por el “Diego” (franquistas puros y duros del ayer hoy reciclados en “socialistas de toda la vida”).  Palco en la Maestranza y/o en San Francisco, Caseta de Feria y Carreta rociera representan, para muchos, el culmen de las conquistas sevillanas.  De todas formas todos estos defectos resultan menores comparados con el fundamentalismo más radical (el mismo que ha propiciado desde el País Vasco el asesinato de cientos de victimas inocentes, llenando de luto todos los rincones de España). Propiciar el dialogo desde la argumentación y la duda razonable es tan noble como necesario.  Aprendemos escuchando argumentos sólidos y bien razonados independiente de la ideología de quien los exponga.  Parecería como si el asumir algo que vaya en contra de nuestros postulados fuera una especie de herejía.  Tiempo este que nos ha tocado vivir donde predominan los gritos sobre los susurros. Intentemos no ser la diana dialéctica de los fundamentalistas para así despojarlos de su falsa investidura. Necesitan cómplices para sus perversas andanzas y es nuestra noble obligación dejarlo solos con sus radicales mensajes. Como cantaba Serrat: “Entre esos tipos y yo hay algo personal”.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Ventanita sin calleja




Ventanita sin calleja,
Convento de la Merced.
Manantial para la sed
llora la fuente su queja
donde la plegaria es vieja.
Un Padrenuestro enlutado
en un rezo susurrado.
Mercedaria en sacristía
envuelta en Ave María
y Dios se siente adorado.


(de “Las Siete Revueltas” – 2011)

lunes, 13 de mayo de 2013

Treinta y cuatro primaveras





Un Blog es algo personal e intransferible. Es una especie de ventanita donde lanzamos al aire cada mañana nuestras inquietudes, desvelos y emociones. Puede que en no pocas ocasiones seamos reiterativos, consiguiendo que quienes amablemente nos lean terminen aburriéndose de nuestras “batallitas”.  Pero en definitiva uno escribe desde –y sobre- su mundo interior intentando que otros compartan contigo tus luces y sombras. Hoy es 13 de mayo del 2013. Hoy mi hija Alicia cumple treinta y cuatro hermosas primaveras. Hoy, prioritariamente, solo me apetece escribir sobre ella y en el hermoso proyecto de mujer en que se ha convertido. Tiene dos hijos que dan plena sentido a nuestras vidas: la suya y la mía. Mis nietos configuran el eslabón que le faltaba a mi cadena sentimental. Recuerdo como si fuera ayer aquel trece de mayo del 79 cuando nació mi hija Alicia. Hay sensaciones y emociones que el día que ya no recordemos estaremos irremediablemente perdidos. Se nos cuelgan imperecederos en las paredes del alma como testimonios irrefutables de que ha merecido la pena vivir. Cuando padre y madre ejercen de padres en el fondo y en la forma, no tienen mayor aspiración que sentirse orgullosos de cómo son sus hijos. Posiblemente nos cueste trabajo entender que son aves que tienen derecho a emprender su propio vuelo. Bien está que hereden nuestros principios, pero sin que esto sea óbice para que la vida y sus circunstancias terminen configurando su personalidad. Son nuestros queridos hijos pero no apéndices de nuestro propio cuerpo. Mi hija Alicia se me configura como una persona solidaria, educada, culta, trabajadora y guapa al sevillano modo con el añadido de ser esposa y madre ejemplar. Cuando, cada semana, visito a mis nietos compruebo gozoso como están de bien atendidos y el hogar, dulce hogar, que han creado su marido y ella. Por eso tiene un sólido fundamento que hoy, 13 de mayo, no sea para mí un día más en el calendario. Ellos, nuestros hijos, tomarán un día nuestro relevo como salvaguardas de una Ciudad que es el escenario perfecto para desarrollar el duro y noble ejercicio de la vida. Creo sinceramente que no es casualidad que mi hija y mi nieta nacieran ambas en el mes de mayo. Mayo es a Sevilla lo que julio a Pamplona.  Un encuentro donde coinciden espacio y tiempo para conjugar la belleza con las emociones.  En Mayo siempre manda la luz y esta Ciudad nunca se encontró cómoda enmarañada en la sombras.  Debía estar rigurosamente prohibido morirse en Sevilla en mayo. Pero está demostrado que hasta Dios hay veces que se equivoca. Mayo para nacer y mayo para vivir. Las ventanas abiertas de par en par para que los gorriones encuentren su camino de ida y vuelta. Avanzan los días de mayo y avanzamos nosotros sin remisión hacia el largo y calido verano.

domingo, 12 de mayo de 2013

Silencio de terciopelo





Convirtieron el ayer
en un tiempo gramatical.
Bajaron de la luna
por una escalera de estrellas
y aterrizaron allí
donde los toros cornean
a la luna.
Dijo:”Acaríciame al menos
por última vez” y le pasó
su mano por la mejilla.
Una furtiva lágrima
resbalaba por su cara
mientras decía: ¿Te vas?
No le contestó, alejándose
lentamente en la noche
mientras el cielo abría
su portalón de estrellas blancas.
Los grillos entonaron
su monótono cri-cri
acunando el sueño
de la alondra.
Se recogió su falda
de terciopelo para que
no se la rompiera los zarzales,
notó su suave tacto
entre los dedos y sintió
en sus manos la orfandad.
¿Te has ido de verdad?
clamó a los viento,
y el eco solo le
devolvió el silencio.
Silencio de terciopelo
pero… silencio al fin y al cabo.

(de “Las siete revueltas” -2011)