lunes, 4 de febrero de 2013

La vida es una tómbola




Tal día como hoy, un 4 de febrero, y en 1948, nació en Málaga Josefa Flores González, llamada “Marisol” en sus exitosos años infantiles y una esplendida “Pepa Flores” en su no menos esplendida madurez.  Fue un fenómeno de masas en los  años sesenta y con una repercusión social y mediática que a la fecha aún no ha sido superada. Se formaban larguísimas colas en los cines donde se estrenaban sus películas.  Junto a Joselito “el Pequeño Ruiseñor” abrieron una senda de “niños-estrellas” que convulsionaron y lograron entretener a unas clases populares que empezaban a salir de los duros años de la posguerra. Cuando terminaba la “peli” teníamos que salir del cine medio nadando inundado por las lágrimas vertidas.  Un día cuando todo hacia presagiar que la niña “Marisol” podía dar paso a una excelente actriz llamada “Pepa Flores” decidió, en el uso legitimo de su libertad, enterrar a la artista para que renaciera una mujer libre. Entendió que ambos conceptos, “Estrella” y “Mujer, eran incompatibles y decidió convertirse en una malagueña corriente y moliente (que no es poca cosa por cierto). El día que  apareció desnuda siendo portada de “Interviú” se nos fue la niña y nos llegó la mujer.  Sus biógrafos posteriores determinaron que la explotación a la que había sido sometida “Marisol” de niña fue realmente sobrecogedora.  Su “Rayo de luz” terminó alumbrando las cuentas corrientes de no pocos desaprensivos. Su posterior relación de pareja con uno de los genios del Flamenco y la Danza, Antonio Gades, le supuso un fuerte compromiso político con un ideario comunista de corte radical del que se desvinculó totalmente con su separación de Gades en 1986. Hoy es una mujer que lleva una vida discreta alejada de los focos y las “focas”.  Posiblemente la canción más famosa de “Marisol” fuera “Tómbola”. Decía mas o menos que: “La vida es una tómbola tom tom tómbola / de luz y de color / y todos en la tómbola tom tom tómbola / encuentran un amor”.  Evidentemente aquí no aparecían por ningún lado ni Rafael de León ni Manuel Alejandro (la canción era de Augusto Algueró).  Pero en los programas radiofónicos de “discos dedicados” arrasaba todas las tardes.  Evidentemente el trasfondo de la Canción arrastraba una verdad incuestionable: la vida es una tómbola.  Si la suerte te acompaña te llevarás algún premio tan agradecido como inesperado. Si no la tienes te verás obligado a seguir jugando.  La fortuna (más bien la suerte), a que negarlo, no es cuestión baladí en la existencia de los seres humanos. Para unos será fruto de los designios divinos y para otros consecuencia del destino de cada uno. En demasiadas ocasiones, los méritos acumulados en vida no guardan relación con los “premios” obtenidos en la tómbola de la vida. Después de conocer en profundidad los avatares de algunas personas decir que “tienen lo que se merecen” es mucho decir.  Jugamos siempre en la “Tómbola” con la esperanza de que la suerte nos acompañe.  Lo cantaba Marisol y en verdad no le faltaba razón: “La vida es una tómbola tom tom tómbola / de luz y de color / y todos en la tómbola tom tom tómbola….”.  Lo malo es que en esta tómbola (la de la vida) no se admiten devoluciones y lo boletos, no pocas veces, están trucados.

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