domingo, 30 de diciembre de 2012

Gracias a la vida


“Buscadme por donde brillan los luceros 
Y el río Betis comienza su andadura 
Allí donde se cruzan los senderos 
Y el alma se sostiene en su locura” 

 Lo cantaba la recordada Violeta Parra: “Gracias a la vida que me ha dado tanto / me dio dos luceros que cuando los abro / perfecto distingo lo negro del blanco / y en el alto cielo su fondo estrellado….”. Dentro de pocas horas se nos marchará definitivamente este desosegante Año del Señor del 2012. No debemos rendirnos ante los duros avatares que nos han impuesto estos impresentables que reciben el nombre de “políticos”. Este año, me temo que de manera definitiva, hemos descubierto algunas cuestiones fundamentales: 1) Que don Mariano Rajoy no era la solución –más bien lo contrario- que muchos con sus votos presagiaban. 2) Que tampoco don José Antonio Griñán tenía la “Llave” para que, ¡por fin!, los andaluces pudieran abrir graneros y ventanas. 3) Que don Juan Ignacio Zoido representa, en la política negativa de la Ciudad, un más de lo mismo. Al final, como muchos nos temíamos, ganó la batalla de sus actividades políticas su cargo dentro del PP (Sevilla, como siempre, tendrá que esperar tiempos mejores). Pero no son momentos de derrotismo ni de augurios de negros presagios. Ahora, más que nunca, debemos unir manos e ilusiones. Disfrutemos estos días con los nuestros –lo más importante que no da la vida- estas horas de calor de lumbre hogareña en cuerpos y almas. En esta Tierra nuestra, tan hermosa como vilipendiada, siempre reinó la Esperanza. Desde San Roque a la Trinidad o desde el Arco hasta el Puente. No hace mucho le preguntaron a Carlos Colón, en una televisión local, que definiera a la Esperanza Macarena de la forma más breve y concisa posible. Contestó: “Ella es la luz que permanece encendida cuando las demás se apagan”. Dicho queda y agregó: “Lo mismo que el Señor de Sevilla representa el único camino que sigue abierto cuando los demás se cierran”. Nuestra Generación, a diferencia de la de nuestros padres y abuelos, no huele a pólvora; miseria; pena amarga; exilio de cuerpos y almas o a cerrojos y rejas de presidios. Tarde o temprano saldremos adelante y ojala –cosa que dudo- sea con la lección aprendida. La Fe, siempre la Fe, anidando en nuestros inquietos corazones. Hasta los que siempre, desde el báculo y la mitra, cuestionaron el “Poder de las Imágenes” van a poner ¡catorce! pasos en la calle por Febrero. Un Vía Crucis con los pasajes trucados por lo “eclesialmente correcto”. Nunca es tarde si la Imagen es buena. Vivamos y bebamos el vino que le da sentido a la vida. Cuando el Nazareno brindó con vino en la Última Cena por algo sería. Disfrutad este restillo de tiempo que todavía le queda al Año que se nos va para no volver. En mi nombre y el de Salva Gavira os deseamos Suerte, Salud, Trabajo y Felicidad. Que el Señor de Sevilla en su puesta de largo sevillana –que es también la de la Ciudad- nos ayude a resistir estos malos tiempos. En Él, solamente en Él, se encuentra la Fuente que sacia definitivamente la sed. Nos vemos (D.m.) el próximo 7 de Enero del Año de Señor del 2013. Un abrazo.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Despedida y cierre (2012)





No se ni  como despedirte a ti,
Año de sentimientos encontrados.
Si gozoso con duplicidad de abuelo
O  desgranando las cuentas de un rosario.

Dicen  de ti los montes y los mares
Que al nacer te pusieron  2012.
Tus apellidos son Desosiego y Pena
Y tu cuna la meció doña Recorte.

Entraste en las cerradas sacristías
Para,  al amparo sombrío de la noche,
Llevarte la palabra y el gesto adusto
De la  solemnes almas  adormecidas.

Te alquilaron un piso por Bruselas
Cuyo alquiler pagábamos en Berlín.
Dejándonos  tu estela de miseria
Colgada entre sureños olivares.

Te vas por fin escalando por las gateras
Con el  maullar  nocturno de los gatos.
Tu tiempo ya  no es nuestro tiempo
Es un tiempo sin peso ni medida.

¿Cómo hacerte un poema con tu vida
Si tu suerte la cantaste en tus albores?
Llegaste con las cartas ya marcadas
Por tahúres  que apuestan nuestras vidas.

No mereces por vil un mal soneto,
Menos aún una canción desesperada.
Ni la letra de un Fandango de Calaña
Ni tampoco un rezo en tarde de Cuaresma.

Vete por fin
Y descansa con tus muertos
Que en tu descanso
 El nuestro se sosiega.
Dile al que venga
Que el sur también existe
Y espera ansioso
Una llamada de ¡la Primavera!

domingo, 23 de diciembre de 2012

La ignorancia asumida

“Velad pues, pastores; 
Adorad pues, reyes, 
su sueño amoroso 
que el mundo escarnece” 
(Luis Cernuda – Extracto de “Nochebuena cincuenta y una”-)


 Asumir que se tienen grandes -muy grandes- carencias formativas y/o culturales no es algo a lo que considerar intrínsicamente malo. Otra cosa es no disponer de inquietudes para ir cada día rellenando los grandes huecos que nuestra “alacena de conocimientos” padece. Sabernos “membrillos” con voluntad de aprender de la vida y sus circunstancias nos libera de formar parte del numeroso “clan” de los no ilustrados. En mi generación, la mayoría de los hijos de trabajadores, empezamos a trabajar de niños (en mi caso particular dos meses antes de cumplir los catorce años de edad). Pasamos por los colegios en un abrir y cerrar…de libros. En mi caso concreto, “Protectorado de la Infancia”; Colegio “San Diego”; Colegio “Mesón del Moro” y a laborar. Empezar a trabajar a edades tan precoces tenía la enorme ventaja de madurar a pasos agigantados y, el claro inconveniente de enterrar para siempre elementos formativos fundamentales. Luego algunos fuimos, a base de voluntad, alternando trabajo y procesos formativos en las llamadas clases nocturnas. Ser autodidacta no es malo ni bueno sino, la mayoría de las veces, un condicionante impuesto por el destino y las circunstancias de cada uno. Todos, absolutamente todos, podemos darle un “pase de muleta” a las circunstancias personales que marcan las coordenadas vivenciales de nuestra existencia (fundamentalmente en “edades de merecer”). Tuve la suerte de conocer en momentos puntuales a personas de especial relevancia que me marcaron el camino a seguir. Mi Tío Antonio – aparte de hacerme bético- me enseñó el saber conjugar un cierto sentido de la ética y la estética. Manuel Alonso me ayudó a formarme como “Administrativo” (Profesión de la que he vivido durante muchos años) y a saber distinguir las aficiones de los vicios. Manuel Centeno a sentir plenamente el Flamenco y a imbuirme de la “Filosofía de la vida”. Sabiendo conjugar –y nunca separar- sentimiento con conocimiento. Manuel Márquez de Castro a amar profundamente Sevilla. Conociendo su pasado; peleando por su presente e implicándote con su futuro. Posiblemente en estas cuatro personas se encuentre la quintaesencia de lo mejor de mi personalidad. Las recordaré mientras viva con cariño y agradecimiento. ¿Tengo rescoldos en el alma por lo que pudo haber sido y no fue? Sinceramente, como todos, algo habrá por ahí guardado. De joven, a que negarlo, me hubiera gustado ser Universitario y no ya de “pureta” dando cursos para mayores. Posiblemente, una de las mayores alegrías de mi vida fue cuando mis hijas se matricularon en la Universidad (yo iba a la cola de la ventanilla a gestionar los tramites de sus ingresos y tenía una extraña sensación de felicidad). He leído mucho a la lo largo de mi vida. He visto centenares y centenares de películas. He dedicado una parte considerable de mi tiempo libre a escuchar música (fundamentalmente Flamenco). Asistí –y asisto- a cuantos eventos culturales llaman mi atención. Es una lucha sin cuartel para ir rellenando esos espacios culturales y sentimentales que comentaba al principio. Reconozco, sin ambages, que cada día me alejo más de los “culturetas de salón” y, suelo ignorar la machadiana romanza de los tenores huecos (con el añadido de los coros que cantan a la luna). Imaginar mi vida sin un buen libro; una buena película o una buena porción de música es mucho imaginar. Hay una máxima en el Flamenco que dice que saber escuchar también es un Arte. Lo dejó escrito Louise Bourgeois: “El Arte es la aceptación de la soledad. La expresas empezando a ser artista”.

viernes, 21 de diciembre de 2012

¿Se acabó lo que se daba?


Sinceramente, ignoro si este “Toma de Horas” verá la luz o si, eternamente, el “colgado” con anterioridad ya será el último. Hoy, precisamente hoy, estamos a viernes día 21 de Diciembre del Año del Señor del 2012. Hoy, según el “Calendario Maya”, esto que llamamos mundo se nos irá a tomar por culo (con perdón). Nos dicen que el llamado Solsticio de Invierno tendrá, en el 2012, fecha definitiva de caducidad. ¡Tiene cojones la cosa! (perdón si me muestro inusualmente borde en este “Toma de Horas”. Pero, si esto se termina, ya no necesitamos guardar las formas). ¿No podrían los Mayas haber elegido otro día? Se acaba precisamente ahora que la gente –muchas con grandes sacrificios- han adquirido ya las llamadas “Compras navideñas”. Como siempre me ha gustado ir de previsor por la vida, me he preparado concienzudamente para este señalado día. Por aquello de: hombre prevenido vale por dos. He comprado pocas pero señaladas viandas pues si se trata de “entregar la cuchara” mejor hacerlo con el estomago lleno y la nevera vacía. Compré ayer una botella de Manzanilla “La Gitana” y otra de Oloroso “Alfonso”. Alternaré trago y trago y no marginaré ni a Sanlúcar ni a Jerez (mis dos grandes referentes vinateros). Ignoro si el “apagón” lo será de repente (como cuando se nos va la luz por un subidón de tensión) o lo hará pausadamente y poquito a poco (mejor esto último sin lugar a dudas). Que nos de tiempo al menos a saborear los placeres terrenos que, haberlos haylos. Releeré durante el día el “Romancero Gitano” de García Lorca; el “Jardín Antiguo” de Luis Cernuda; los “Cantares” de don Antonio Machado (mi Poeta de cabecera) y un par de capítulos de “Cien Años de soledad” de García Márquez. He preparado una selección musical compuesta por un par de arias de Maria Callas; una Soleá de Alcalá de Antonio Mairena; una Siguiriya de Manolo Caracol; una Granaina de Manuel Vallejo; “Crying de The Chapel” y el “Rock de la Cárcel” de Elvis; “Extraños en la noche” y “Blue Moon” de Sinatra; Camarón por Tangos; “El Carbonerillo” por Fandangos; Juanito Villar por “Alegrías”; una antología donde figuren Ella Fizgerald, Louis Armstrong, Mozart, Bach, Count Basie y Nina Simone más alguna cosilla que me surja según el tiempo disponible (nada de “Gregoriano” que allá arriba me voy a “jartá”). Si puedo, por la tarde veré: “El Tercer Hombre”; “Solo ante el peligro” y la Segunda Parte de “El Padrino”. En las primeras horas de la mañana colgaré en el “Tablón de Anuncios” de mi Comunidad una nota que, con letras bien grandes, diga: “Dios permita que se pudran en los infiernos aquellos canallas usureros que, por amasar grandes fortunas, han permitido que millones de niños se mueran de hambre”. Me gustaría en mis últimos momentos terrenales pedir perdón a quienes ofendí y agradecer de corazón a cuantos me quisieron. Un último recuerdo para mis “enanos” que son mis amores más recientes y más verdaderos. Luego cerraré los ojos y escucharé a Paco de Lucía soñando un atardecer en la roteña playa de “Punta Candor”. Me agarraré al madero de mi Señor de Pasión y subiré por una escalera plateada rodeada de nubes. En el tramo final me estarán esperando la Candelaria; mi abuela Teresa; mi tía Carmela y mi madre. Mañana será otro día y Dios dirá donde nos vemos. O bien de nuevo en “El Tremendo” o, eternamente, en la celestial “Taberna del Santo Ángel”. Puesto a elegir prefiero Santa Catalina (aunque su Iglesia esté de autentica pena). El Cielo y los Mayas pueden esperar.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cogiditos de la mano


En esta Sociedad tan poco proclive a la belleza de los gestos cotidianos hay uno que, personalmente, me resulta conmovedor. Es cuando veo pasear por las calles de la Ciudad a personas mayores –muy mayores en algunos casos- cogidas amorosamente de la mano. Comparten achaques y cariño no pocas veces ninguneado por algunos componentes de sus propias familias. Este no es país para viejos (y todavía lo es menos para jóvenes emprendedores y talentosos). Avanzan lentamente y unen sus desgastadas y cansadas manos para que, entrelazadas, la carga del epilogo de la vida les sea más llevadera. Los niños se agarran, entre temerosos y complacidos, de la mano de sus padres. Los adolescentes se agarran a… sus móviles. La gente madura, en pareja, camina agarrada del brazo, unas veces mujeres con hombres y otras mujeres con mujeres. Nuestros mayores ya son los únicos que paseando notan en su mano el roce de otra que les resulta tan querida como necesaria. No es casual que las gitanas utilicen las líneas y los surcos de las manos para leernos la buenaventura (la mala nunca te la dicen para que no les escatimes tu “donativo”). Existen fotos costumbristas de los años cincuenta y sesenta donde se ven a hermosas muchachas paseando en grupo cogidas unas a otras del brazo. Creo recordar una magnifica instantánea del Maestro Alfonso Sánchez García “Alfonso” donde muchachas jóvenes caminan entrelazadas deambulando por la Gran Vía madrileña. Media docena de “mocitas madrileñas” de la posguerra anunciando una Primavera que aún tardaría muchos años en llegar. Pura delicia de una dura época siempre viva y presente a través de los documentos fotográficos. Tampoco sería casualidad que en los tiempos de antaño una relación se formalizara pidiéndole al padre la mano de su hija (había padres que, locos por casarlas, te decían que mejor te lo llevases entera). Más de una vez se producía el siguiente dialogo:

 - Venía a pedirle la mano de su hija – decía el novio.
 - Vale, pero de cual de las dos – le contestaba el padre.
 - Evidentemente la de la guapa – respondía el “mocito”. 
 - ¡Coño, ni que la otra fuera manca! – refunfuñaba el padre. 

Un hermoso gesto resulta cuando en la Misa de Doce dominguera el Sacerdote de mi Barriada reúne en torno suyo a todos los niños presentes y se cogen, formando un semicírculo, de la mano. Rezan el Padre Nuestro y nunca, como padres, es más Nuestro que entonces. Una interpretación colectiva de solidaridad que ojala estos niños el día de mañana –su mañana- sepan apreciar. Cuando los seres humanos han sabido conjugar individualismo (creativo y reflexivo) y corporativismo (juntos en los triunfos y las derrotas) los sociedades han avanzado de manera vertiginosa. Los “Poderosos” de la Tierra siempre impulsaron el individualismo más feroz. En ello siempre les fue el seguir conservando las “Llaves del Tesoro”. Los problemas personales empiezan a resolverse cuando contrastas –y compruebas- que son los mismos que los de tus vecinos. Dios creó las manos para la bondad y la caricia. Otros se empeñaron –y se empeñan- en que sirvan para apretar gatillos y estrangular gatos. Ellos, nuestros mayores, nos dan una lección de siglos cuando caminan por la Ciudad cogiditos de la mano.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Contando los días. Contando las horas



Con profundo cariño a mis nietos Rafael y Lola  

Una semana tan solo y volverá nacer de nuevo el Protagonista principal de la “Historia más grande jamás contada”. Nacerá en la pobreza más extrema e intentará, una vez más, alumbrar nuestras desorientadas existencias. Que no nos sigan dando gato por liebre: Jesús era el Hijo de un Carpintero y no del dueño de una Fábrica de Muebles. Nació pobre; vivió pobre y murió pobre. Pero nunca asumiendo la pobreza como un bien divino, sino postulándose para combatirla desde la rebeldía, la solidaridad, la bondad, la fe y la razón. Los Poderosos escriben la Historia; los Testaferros de la –falsa- política la interpretan; los falsos Intelectuales la reescriben; los Mercaderes la inventan y los más desfavorecidos de la Tierra la padecen. Nace un Niño pobre en una España donde más de 2.200.000 de ellos están bajo el umbral de la pobreza. Los niños siempre han sido, en situaciones extremas, las victimas más descarnadas. Una Sociedad donde uno solo de sus niños esté desprovisto de sus necesidades básicas y elementales es una Sociedad putrefacta. Este fatídico año, el 2012, que camina imparable hacia su final ha sido especialmente cruel con la infancia. Padres que en el paroxismo más perverso han quemado a sus hijos o los han metido en congeladores. Lucifer reinando gozoso por las almas más negras que imaginarse pueda. Cuando un niño de pocos años te llama diciéndote “Ágüelo”, y una niña de pocos meses te mira y se sonríe, estas irremediable y gozosamente perdido entre los brazos del cariño más sincero: el de tus nietos. Admiro profundamente a aquellos/as que han destinado sus vidas a cuidar y salvar niños de la pobreza más extrema. No existe misión más digna en el no siempre noble ejercicio de la existencia humana. Cuando en este sufrido país nuestro, todavía llamado España, se recortan grandes partidas en Sanidad y Educación se está atacando frontal y fundamentalmente a los niños. Ya todos sabemos –o debíamos saber- quienes juegan con sus cartas marcadas. Políticos de todo signo y condición priorizando sus intereses particulares y/o los de su “Empresa” (Partido). Banqueros y Financieros enmarañados entre la usura y la rapiña. “Intelectuales” y/o “Periodistas” vendidos al mejor postor. Sindicalistas reciclados en “Funcionarios del Estado”. El Niño que nacerá dentro de pocos días porta en su mano diestra un viejo manuscrito de los Profetas marcado con tres V: V de Verdad (remedio infalible contra la mentira reinante). V de Victoria (antídoto curativo para las heridas de los derrotados). V de Vida (para los que perdida la fe deambulan a ciegas por el mundo). Contamos los días; contamos las horas y contamos los minutos. Este diciembre, como no podía ser de otra forma, es especialmente singular: tiene 5 sábados, 5 domingos y 5 lunes. Parece ser que hace ocho siglos que no se daba una circunstancia parecida. ¿Casualidades del destino? Posiblemente, pero la/s respuesta/s –para los creyentes- siempre estará/n en un pobre y decente Portal. Contamos los días; contamos las horas y, mientras, nosotros nos contamos cuentos unos a otros para paliar las frías tardes invernales.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Cinco lágrimas de cristal



La Virgen de la Candelaria tiene cinco lágrimas de cristal en su divina cara. Dos en la parte derecha y tres en la izquierda. Cinco lágrimas que en el perímetro urbano de la Judería sevillana tienen nombre y ubicación. Se llaman: Condibarra (Conde de Ybarra), Vírgenes, Mármoles, Federico Rubio y Muñoz y Pabón. Lo decía Juncal y no seré yo quien le enmiende la plana a tan sabio maestro de las cosas genuinamente sevillanas: “Toas las vírgenes de Sevilla son guapas pero pa guapa, guapa, la Candelaria”. Dicho queda y clarificadoramente demostrado en su divino rostro. Reconozco sin ambages que me sentía bastante incomodo cuando durante la Expo del 92 la tuvieron 6 meses de “Exposición” en la Santa Iglesia Catedral. ¿Tú, Candelaria, expuesta ante los que nos redimimos exponiéndonos ante tu Divina Presencia? Ibas a verla y la veía desubicada y fuera de su contexto natural en aquel rincón del templo catedralicio. Fue un “exilio” tan inoportuno como pueril. Allí permanecía permanentemente, siempre sentado a su lado, uno de sus hijos más queridos y recordados: Manolo Luque. Una escena conmovedora y que le dan pleno sentido al mágico y envolvente poder de nuestras imágenes. Un hombre roto por el dolor junto a quien mejor podía entenderlo y consolarlo: su Virgen de la Candelaria. Creo, y doctores tiene la Iglesia candelaria, que el retorno a su Casa el Martes Santo debía hacerse por los laberintos sentimentales de la Judería. Reduciríamos tiempo estéril (de calle) y ganaríamos emociones contrastadas (del alma). La calle San Fernando con sus antiestéticos raíles distorsionan el transcurrir de Él y de Ella. Los Jardines de Murillo son ya un páramo de transito de gentes que vienen y van, sin pararse siquiera a mirar la fuente donde dicen que “El Tarta” se lavó las manos y limpió su cuchillo. Dale a La Candelaria el escenario de la Judería para que pasee su belleza y el Dios de los Cielos asentirá complacido. Menos palmeras y más callejas estrechas para que los sentimientos se nutran de lo eternamente bello. “Cinco lágrimas de cristal” en una cara donde uno tiene reflejada toda su existencia. El racionalismo cuestiona “estas cosas” por considerarlas intelectualmente irrelevantes. Puede que tengan hasta razón. Pero, quítale al ser humano su caudal de emociones y lo que será irrelevante en verdad será su existencia. La alienación se confunde con la alineación. Mueves una vocal y te mandan desde el Cielo un pañuelo de seda para secar esas “Cinco lágrima de cristal”. Son dos en la parte derecha y tres en la izquierda. Lágrimas que ayer fueron una modesta cocina de carbón; un lebrillo con un refregaor y un trozo de jabón verde; una inmisericorde libreta de dítero; unos cordeles metálicos con ropa tendida al sol y un nazarenito de blanco armiño con más nervios que un bistec de “tres perras chicas”. Hoy, son un romántico sesentón grabando flamenco en un Estudio para los oídos sensibles. Un farmacéutico tomándole la tensión a una Ciudad que hace tiempo que no tiene pulso. Una hermosa treintañera peleando denodadamente por sus hijos. Un comerciante sin apenas clientes ni comercio que mantener y un taxista de nuevo cuño dispuesto a llevarnos a la gloria. Todos candelarios. Todos, a nuestra manera, comprometidos con Ella. “Cinco lágrimas de cristal” que nunca se terminan de caer del todo para que otras generaciones las sigan contemplando. Soñar, siempre soñando, con un día lejano en que estaremos frente a Ella portando en nuestra mano un pañuelo blanco para secarle sus “Lágrimas de cristal”. En uno de sus filos alguna candelaria de antaño nos habrá bordado amorosamente con letras de oro: “Dios te salve María. Dios te salve Candelaria”

viernes, 14 de diciembre de 2012

El remanso de las aguas


Cantan Simon & Garfunkel “Puente sobre aguas turbulentas” y, durante cinco minutos, el alma se serena. Cuando las canciones son de usar y tirar la música carece de sentido. Cuando se te quedan clavadas para siempre en las paredes del alma cobran todo su significado. Cada canción te retrotrae a una época y cada época te deriva hacia los sonidos imperecederos. Si algo define a esta Sociedad, que entre todos hemos creado, es la banalidad y lo meramente superficial. Nunca como ahora hemos necesitado más adornar nuestra existencia con la Poesía y nunca, como ahora, ha sido más denostada. ¡Pa poemitas está la cosa! nos dicen, y consiguen que, al unísono, se vacíen cuerpos y almas. Apura Diciembre su primera quincena y el nefasto 2012 ya vislumbra fecha de caducidad en el cercano horizonte. Pronto los niños acudirán vestidos de pastorcitos a sus colegios para decirle un adiós transitorio a sus obligaciones escolares. Las aguas bajan turbias por las torrenteras cordobesas portando ramas de olivos para adecentar los belenes andaluces. La familia de los Obama engalana su árbol de Navidad en la Casa Blanca y se invierte, felizmente, el orden de los Reyes Magos: Baltasar, Gaspar y Melchor. Los cristales se empañan en las casas (por dentro con lágrimas y por fuera con el vaho del frío) donde reina la desesperanza. Por Sierra Morena los aires nos traen sones de campanilleros. “En los campos de mi Andalucía / los campanilleros en la madrugá / me despiertan con sus campanillas / y con sus guitarras me hacen llorar”. No le pedimos a Jesús que vuelva a caminar sobre las aguas: nos conformamos con que calme su turbulencia. Puentes, necesitamos con urgencia puentes sobre aguas turbulentas. Bing Crosby canta “White Christmas” y Michael Corleone se entera, al salir de un cine con su novia, que a su padre le han pegado siete tiros. “El Pequeño Tamborilero” de Raphael pasa sus últimos días con Alzheimer en una “Residencia de Mayores” de Jerusalén. El Horno de San Lorenzo, con su Panadero Mayor al frente, trabaja día y noche para que a los sevillanos no les falte “el pan nuestro de cada día”. Mañana cerrará Diciembre la primera mitad de sus dos mitades. No son momentos para el desfallecimiento y mucho menos para el conformismo. Dios le demostró a Moisés que las aguas nunca pueden frenar las ansias de libertad. Los seres humanos llevamos siglos en un interminable proceso de construcción de la Ética. Con retrocesos y altibajos hemos conseguido distinguir la decencia de la rapiña y la bondad de la perversión. Construimos puentes que nos ayuden sin sobresaltos –o con ellos- a cruzar los ríos de la vida. Mañana empezarán los últimos días de un año, el 2012, que nos ha vaciado vidas, alacenas y almas. Nos queda una larga travesía en el desierto pero nunca la haremos en soledad. Mañana, precisamente mañana 15 de Diciembre, pondremos en marcha el reloj de nuestras emociones más nobles: las que nos atan a nuestras tradiciones. Nada hay más placentero que los ríos de papel de plata de los Belenes. La naturaleza es sabia: el oro brilla por las “colmenas” de Walt Street y la plata lo hace en la Capilla Sacramental del Señor de Pasión. Dicen que después de la tempestad viene –o vendrá- la calma. El mar, la mar albertiana, está encrespado y bravío y las olas de la verdad se estrellan contra las rocas de la mentira. El remanso de las aguas renacerá cuando catorce pasos a la voz de: ¡Ahí queó!, depositen su santa carga en la Avenida de la Constitución sevillana.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

100.000 Visitas


Hemos superado en nuestro Blog las 100.000 Visitas. Para los que entienden de esto dicen que es una cifra mágica y le da consistencia a cualquier Blog. Para nosotros, Salva Gavira y Juan Luis Franco, un motivo de gran satisfacción y un acicate para seguir emborronando folios y plasmando fotos. Nuestro concepto de “Bloguero” es francamente peculiar. No estamos encuadrados en las Redes Sociales y no recomendamos en nuestro Blog ninguna “Agenda de favoritos”. Dos amigos, Fali Fernández y José Luis Tirado, recomiendan nuestro Blog desde los suyos y, esto, lo agradecemos y valoramos desde lo más profundo de nuestros sentimientos sevillanos. Tenemos una “ventanita” abierta a través de Internet y, cual gato nocturno al acecho de ratones, aprovechamos para abrirla cada mañana a los aires de una Ciudad a la que amamos profundamente. Ese ha sido siempre nuestro nexo de unión y nuestra mayor inquietud: Sevilla en pasado, presente y futuro. Todo en la vida –incluyendo a la propia vida- tiene fecha de caducidad y un día, esperemos que aún lejano, el reloj de los “Toma de Horas” se terminará parando. Tenemos cuerda para rato pero asumimos que nuestro tiempo siempre estará en las manos del “Relojero Mayor de San Lorenzo”. Hemos conseguido “colgar” 700 “Toma de Horas” sin que por ello nos “cuelguen” a nosotros y eso ya es positivo. No quería “entregar la cuchara” sin cumplir dos de mis grandes sueños: conocer a mis nietos y dejar escrita “cuatro cosas” sobre la Ciudad que me vio nacer, crecer y me verá morir. Nunca le estaré lo suficientemente agradecido a Salva Gavira por la cobertura y el afecto que me dio –y me da- para consolidar esta hermosa aventura: nuestro Blog. A través del mismo me han pasado cosas llenas de sentimientos compartidos y realmente conmovedoras. Desde la madre de un amigo que, pasada la barrera de los ochenta años de edad, me llamó un día para decirme que su hijo le imprimía los “Toma de Horas” y los leía antes de acostarse. O un famoso “Diseñador de Moda” latinoamericano residente en Brasil, y oriundo de la sevillana calle Vírgenes, que me dice que al leernos en Internet recupera su añorada infancia. También un arquitecto sevillano de fama universal que al coincidir conmigo en un Acto Cultural me dijo algo sobre los “Toma de Horas” que consiguió ruborizarme (no lo reproduzco por un irrenunciable sentido del pudor). Posiblemente para otros 100.000 visitas pueden se una nimiedad. Para nosotros es una cifra espectacular. Dejando claro, eso si, que siempre hemos antepuesto calidad a cantidad. Este Blog estamos convencidos que ha crecido fundamentalmente en el “boca a boca”. No somos conciencia cívica de nada ni de nadie. Mantenemos nuestras opiniones y sensaciones desde el respeto más escrupuloso hacia la de los demás. Asumimos sin complejos que la verdad absoluta no existe ni puñetera falta que hace que exista. Recibimos muy poco comentarios y siempre en términos afectuosos. No escribimos para debatir: lo hacemos para expresar opiniones y/o sentimientos. En definitiva, distintas –pero nunca distantes- maneras de pensar y sentir. El tiempo dirá cuando terminará esta hermosa aventura. Dicen que en Internet nada se pierde y todo permanece. Posiblemente sea verdad. Nos daríamos por satisfecho con que dentro de muchos años un sevillano o sevillana se topará en Internet con algún “Toma de Horas” y consiguiera emocionarse. Esa es la clave de casi todo: emocionar a los demás emocionándonos nosotros. Gracias desde el fondo de mi corazón sevillano de pretencioso “plumilla”. 100.000 veces gracias y esperamos seguir sumando amigos desde la concordia y la sana discrepancia. Siempre, invariablemente siempre, con la Tolerancia mandando sobre nuestras vidas y comportamientos. Un abrazo y hasta el próximo “Toma de Horas” si Dios –y Salva Gavira- así lo quieren.

Los tronos compartidos


Hace ya algunas semanas leía en el suplemento dominical del Diario “El País” un reportaje sobre una serie de mujeres que estaban al frente de Empresas de Alta Tecnología. Dirigían en –o desde- España: Ono, Indra Microsotf, Telefónica I+D, Hewlett-Packard, Facebook, VMware, Siemens y NetAppe. Eran mujeres hermosísimas en su madurez (las adolescentes son bonitas; las treintañeras son guapas y las mujeres maduras son hermosas) y con claros síntomas en sus semblantes de ser felices. Habían cursado, con unas notas más que excelentes, Carreras Universitarias donde las mujeres eran una ínfima minoría. Ahora a algunas de ellas les había llegado el momento de ocupar cargos de máxima responsabilidad en un mundo plagado de hombres: el de los Ejecutivos. Todas estaban casadas menos una que estaba separada (¡vaya palabreja! ¿No sería mejor decir: libre?). Todas, salvo una, tenían hijos. Admito sin reservas que este mundo de Cuentas de Resultados; Cuotas de Mercado; Optimización de Recursos; Mercados Bursátiles y demás conceptos financieros se le escapan a una persona que como yo no soy de Ciencias (ni tampoco de Letras). Aparte de que los entresijos de este “Mundillo” (o mejor “Mundazo”) los tengo contextualizados a través del Cine y la Literatura (ambos, Cine y Literatura, no son verdad ni mentira sino todo lo contrario). Aquí, en la ficción que muchas veces supera a la realidad, “Los Ejecutivos” salen siempre muy mal parados. Asumo por tanto sin complejos mis carencias a la hora de argumentar sobre estos temas. Estas mujeres se sentían plenamente realizadas y creo que estaban en su perfecto derecho. Les había costado mucho llegar hasta donde habían llegado y, posiblemente, no sin grandes sacrificios y renuncias a su vida personal-familiar. En esta última cuestión es donde el tema me hizo reflexionar. Son mujeres que, sin duda, a lo largo de su vida profesional ganarán mucho dinero y relevancia social pero, sin dudarlo tampoco, pagarán un alto precio personal: ver a sus hijos a salto de “Agenda”. Tienen que dedicarle muchísimas horas a su actividad profesional (viajes, reuniones, comidas de trabajo…) y las mismas les serán detraídas a sus hijos. Estos tendrán colegios excelentes y personas solventes –con sus padres a la cabeza- que se cuidarán de educarlos en el día a día. Pero, ¿cómo podrán suplir el alejamiento diario del cariño de una madre? Si algo aprendí en el “Corral de vecinos” donde me crié es que una madre puede suplir a un padre y, difícilmente, un padre puede hacerlo con una madre. El mundo de los “Ejecutivos” (de ahí la palabra) está siempre en permanente estado de “ejecución”: o “ejecutas” a los demás para seguir subiendo escalones o te “ejecutan” ellos a ti para que los bajes. Si dentro de un par de años se volviera a repetir el reportaje de “El País”, posiblemente algunas de estas mujeres ya no figuren en las nóminas de estas Empresas. O bien habrán “escalado” hacia metas más altas, o verán menguadas sus expectativas. Mientras, habrán pasado unos años cruciales donde se han perdido la crianza y educación de sus hijos. El poder realizarse profesionalmente –hombres y mujeres por igual- es absolutamente legítimo. Pero no saber priorizar lo verdaderamente importante que la vida te ofrece se termina pagando con los años. Armonizar lo profesional y lo personal, en no pocas ocasiones, es tarea tan difícil como complicada. 

Puedes pensar que lo estás consiguiendo pero el veredicto final siempre lo tendrán tus hijos. El tiempo siempre será el juez inapelable de los años vividos o perdidos.

 El equilibrio existencial, puesto en entredicho por los bohemios, lo cantaba Camarón en una letra por Fandangos: “No quiero mandar en nadie / Ni que me manden a mí / Me gusta vivir errante / Hoy aquí y mañana allí / Mi vida sigue adelante”.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Organigrama celestial


Recuerdo con afecto de mi etapa de “ardores guerreros” por tierras ceutís al Capellán del Regimiento. Este buen hombre era de un pueblo de Toledo y siempre me dio la impresión de que se encontraba sumamente incomodo en aquel irracional contexto. La palabra de Dios rodeada de tanques parecía tan desubicada como un nazareno con pamela. Era un hombre joven tan serio como afable. Fumador empedernido y con un caudal cultural apabullante. Como aún recordaba de mi época de monaguillo ayudar a la Santa Misa, colaboraba con él cada domingo en estos menesteres. Hicimos una buena amistad y me consta que siempre me tuvo bastante aprecio. De habernos conocido en otras circunstancias hubiéramos tenido muchas posibilidades de haber sido grandes amigos. Hoy, desgraciadamente, he olvidado su nombre pero recuerdo su aspecto severo y rotundo. Con su sotana negra siempre salpicada de ceniza. Sus gafas oscuras de carey y su sempiterno cigarro entre los labios. Era un más que hábil conversador y hablar con él de lo divino y humano (nunca rehusaba ningún tema) era todo un privilegio. Solía repetirme que estaba plenamente convencido de que Dios tenía un plan específico para cada uno de los mortales. Una especie de “Organigrama celestial”. No recuerdo exactamente como era el núcleo central de mi pensamiento de entonces (imagino que, por joven, más vehemente y vital que el de ahora) pero si que le cuestionaba abiertamente algunas de sus apreciaciones. Hoy estoy convencido, tanto para lo bueno como para lo malo, que la presencia de Dios forma parte indisoluble de nuestros aconteceres mundanos. Eso si, nos da la libertad de tomar decisiones que nos afecta y, fundamentalmente, para con aquellos que comparten con nosotros la aventura de la vida. Desde su infinita sabiduría suele proporcionarnos –lamentablemente no a todos- uno de los más grandes dones del ser humano: el libre albedrío. Somos enteramente libres de convertirnos en personas solidarias y bondadosas o en seres malignos y perversos. Los renglones de Dios se tuercen cuando coloca en la parrilla de salida a personas indefensas con graves deficiencias psíquicas o físicas. No nos engañemos, solo se puede racionalizar lo empíricamente demostrable (científico), las demás cuestiones humanas –prioritariamente la fe, la amistad y el amor- son irracionales por su propia naturaleza. Una vez superada ya, afortunadamente, la “Teoría” de ángeles buenos y malos que lo “explicaban” todo, la comprensión de la obra de Dios con relación a los humanos es de tan ardua complejidad que escapa a los límites de la razón. Los gozos y las sombras de la existencia humana siempre estarán apresados en el “Laberinto del Fauno”. Su postrero desenlace siempre será una eterna incógnita por despejar. 

Cuentan que un día Jesús paseaba por los caminos celestiales cuando se encontró a San Pedro. Estaba este sentado pensativo y apesadumbrado en una roca. Tenía la mirada perdida hacia el vacío y sus ojos trasmitían una gran tristeza. Preocupado Jesús le preguntó el motivo de su abatimiento. 

San Pedro le respondió:
 - Estoy desolado con los humanos. Viven instalados en la avaricia, la codicia y la perversión. A la largo de la Historia no han hecho otra cosa que matar. 

 Jesús le replicó: 
 - Voy a demostrarte que en todo no tienes razón. 

 Jesús le dijo que se levantara que quería mostrarle algo. Levantó el Señor el dedo índice de su mano derecha y dibujo círculos en el aire como si tuviera una batuta en la mano: se escuchó de fondo una Sinfonía. Luego trazó un imaginario cuadrado sobre el espacio: apareció dentro del mismo un Cuadro. Finalmente, hizo como si escribiera los primeros renglones de un libro: apareciendo su primera página. 

San Pedro, arqueando su ceja derecha, dijo a continuación:
 - Bueno, justo es reconocer que no todo lo han hecho mal. 

 La Sinfonía era “La Flauta Mágica de Mozart; el Cuadro “Las Meninas” de Velázquez y el Libro “ El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Que solo tiene Sevilla


Sevilla tiene su alma asentada por San Lorenzo y su corazón anclado en el barrio de Triana. Su memoria duerme dentro de las murallas del Alcázar y su rostro toma divina forma por la Macarena. ¿Es lineal, dual o poliédrica? ¿Qué la hace distinta a las demás ciudades del mundo? Los sevillanos, eso si, nunca utilizaron un término medio para desarrollar sus afectos hacia la Ciudad: o se la quiere desmesuradamente o se la ignora de manera supina. Imaginar a escritores de la talla de los Hermanos Machado, Aleixandre, Cernuda, Chaves Nogales, Montesinos, Romero Murube o Laffón sin la influencia –mala o buena- de Sevilla sería tarea tan vana como imposible. "Sevilla tiene una cosa / que solo tiene Sevilla”. Los años han terminado por confirmarme que la complejidad, más que en la Ciudad, está en el comportamiento de sus ciudadanos. Recuerdo que tras la dimisión de don Adolfo Arenas, Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, escuchamos o leímos cosas verdaderamente sorprendentes. Desde que su dimisión era un hecho histórico (¿), hasta que la misma estaba en todos los “corrillos” de la Ciudad (¿). ¿Realmente qué importancia tiene –o tuvo- para Sevilla el que dimitiera este bondadoso y educado señor? ¿Tuvo incidencia en la carrera presidencial de Mister Obama? ¿Bajó su inmisericorde látigo doña Ángela Merkel? Por esta tierra todo queda siempre enmarcado en el pertinaz “figuroneo” que persigue a la Ciudad desde tiempo inmemorial. Ser “alguien” en Sevilla se nos configura como la meta soñada por todos. Las Hermandades representan una posibilidad única de sentirse importante en la Ciudad. Aquí, lo anecdótico lo elevamos a los altares de lo trascendencia y lo trascendente lo obviamos contextualizado en un “pasotismo” ancestral. " Sevilla tiene una cosa / que solo tiene Sevilla”. La Ciudad es contradictoria por su propia naturaleza histórica. Se resiste a morir del todo a pesar de los desmanes que se han cometido contra su Patrimonio. Se destruyen cosas intemporales y se construyen cosas atemporales. Se eternizan las “Listas de espera” en la Sanidad mientras se deja morir lentamente el Hospital “Vigil de Quiñones”. Gastamos enormes cantidades de dinero en la construcción de mamotretos seudo-modernistas (vulgo “Setas de la Encarnación) mientras dejamos morir, por falta de medios, lo mejor de nuestro Patrimonio cultural-sentimental (vulgo Iglesia de Santa Catalina). Sevilla oscila entre un pasado glorioso y un futuro incierto donde el presente, contradictoriamente, parece ser lo menos importante. Hoy su zona monumental es una paellera al aire libre regada por litros y litros de sangría. Insisto una vez más: la Ciudad alcanza su esplendor soñándola desde la distancia. El día a día, por dolorosas cuestiones, se nos hace en infinidad de ocasiones verdaderamente insoportable. " Sevilla tiene una cosa / que solo tiene Sevilla".

viernes, 7 de diciembre de 2012

Llena eres de gracia


Mañana es el día de la Inmaculada Concepción; concepción libre de mácula y de pecado. Limpia y Pura para que nosotros podamos redimir nuestras miserias postrándonos ante su presencia. No existe manera más hermosa y rotunda para definirla que la de: Purísima. Los “Tunos” tomarán hoy el Barrio de Santa Cruz y los aledaños de la Catedral como un intento baldío de resucitar por un día “Lo que el tiempo se llevó”. Hoy los verdaderos “Tunos” están en los Parlamentos y en los Consejos de Administración de los Bancos. De niño los componentes de la “Tuna” siempre me producían una cierta sensación de envidia. No por su condición de “Tunos”, sino por ser lo que yo nunca pude ser: universitarios. En la rama familiar de mi padre abundan –o abundaban- las Conchas y las Conchitas. Empezando por mi tía-abuela, la insigne bordadora Concepción Fernández del Toro (para nosotros siempre la bondadosa y esplendida “Tita Conchita”). Mi tita Concha esposa de mi tío Víctor Franco y mi queridísima prima Conchita. Persona esta reconocible en su bondad y con un sentido de la solidaridad cristiana verdaderamente admirable. En Sevilla las “Conchas y Conchitas” eran legión y hoy pueden no ser más que un reducto de nombre femenino en vías de extinción. Las cosas de las modernidades que se engullen las tradiciones bajo la sacrosanta “Bandera” del vanguardismo. Dos excelsas “Conchas” en mi memoria sentimental-cultural. Una, la inigualable Conchita Piquer (Doña Concha para los que la veneramos) y otra la genial Concha Velasco (“Conchita I de Valladolid” para sus muchos admiradores). Mañana empiezan de verdad los preámbulos gozosos de la Navidad. Los días por llegar serán –o debían ser- placenteros y hechos a la medida de una Ciudad como Sevilla. Estas tardes grises y frías se nutren del calor humano de los paseantes que, pertrechados de abrigos y bufandas, la toman amorosamente al asalto. Nunca en el calendario sentimental sevillano estuvieron más cerca el Alfa y el Omega que en estos postreros días de Diciembre. Jesús nacerá para la vida efímera y la muerte eterna, mientras que nosotros nacemos para volver a ser de nuevo niños. No nos podemos permitir ser enteramente felices mientras exista en el mundo un solo niño que se muere desnutrido. Corren tiempos de extrema dificultad para muchísimas familias y ahora, más que nunca, tenemos que recuperar –mezclada- la sabiduría de los ancianos (lo de “mayores” cada vez me gusta menos) y la inocencia de los niños. Los días de Diciembre avanzan lenta pero inexorablemente hasta desembocar en la puerta de un pesebre. Mañana ya será 8 de Diciembre y toca empezar a desnudar las paredes del alma. Tan solo en los ilusionados ojos de los niños podremos encontrar a Dios estos días. Son puros por inocentes e inocentes por puros. Una Sociedad (como la nuestra) donde se les margina y abandona, más que Sociedad merece llamarse “Suciedad”. Felicidades anticipadas a Conchas, Conchitas e Inmaculadas.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

El alma del folio en blanco


Canta “Chocolate” por Siguiriya y los cerrojos de las cárceles chirrían en las largas noches de frío y desconsuelo. Por la Sierra de Grazalema las amapolas se ruborizan ante el suave beso del sol de la amanecida. Eduardo Pérez, allá por el Campo de los Mártires, organiza su copioso archivo de Jazz mientras su perra “Yola” ladra desde la ventana a los viandantes que les resultan extraños. El Padre Ayarra toca el órgano de la Basílica del Señor y la oración se transforma en pentagrama del alma sevillana. Manolo Henares, moja su honda sevillanía caracolera con un “Coronel” en la Taberna de “El Rinconcillo”. Natalia Heredia, provoca cada mañana “overbooking” en el ascensor entre niños y enseres escolares y, gentilmente, te dice: “Pasa Juan Luis, que cabemos” (buena cosa es que te dejen pasar en “Libros de Familias” ajenos). Andalucía en general, y Sevilla en particular, se quedan pequeñas para acoger a tantos parados. Ya no caben en esta tierra ni más parados ni más buitres carroñeros. La poesía es un arma cargada de futuro en una Región, la nuestra, donde los poetas no encuentran quienes les presten folios en blanco. Todo está contaminado por la usura y la barbarie legalizada. El Cristo de los Desamparados en la Iglesia del Santo Ángel le pide amparo a su Padre Celestial. Los niños se agarran de la mano de sus abuelos para que sus padres no pierdan su sitio en la cola del Paro. El Mercadillo del Jueves es ya de hecho un mercado de ropa usada. Hemos pasado de adquirir “ropa de marca” a comprar ropa marcada. Los europeos del Sur formamos parte de una dócil infantería a las órdenes de generales prusianos. Dentro de tres días las Conchas se abrirán para mostrarnos las perlas inmaculadas que cobijan en su interior. Se nos muere la gente sin poder hacer nada por evitarlo. Los desahuciados, victimas de la cruel rapiña, se ahorcan desesperados con la soga de los pozos secos de sus casas. El alma del folio en blanco late tras los destellos de los ordenadores encendidos. No sabemos ya ni porque ni para quien escribimos. Por una deformación infantil seguimos buscando estampas de futbolistas en las tabletas de chocolate. El escritor Javier Marías, en un gesto tan honroso como inusual, rechazó un Premio literario de 20.000 euros. Dijo que lo repartieran allí donde no pueden leer por tener los estómagos vacíos. Catedráticos de la “Facultad de lo Políticamente Correcto” proponen instaurar un Premio a la inutilidad en la gestión política: lo llamarían “José Luis Rodríguez Zapatero”. Con motivo de los “Recortes” este año los Reyes Mago harán su estelar travesía hacia Belén andando. Lo canta, por Soleá, Guillermo Cano: “Vivo buscándome en el tiempo / soy algo más que una voz / dibujando con melodía sus tormentos”. Vivir sin esperanzas no es vivir: es morir viviendo. Por la calle Tetuán te paran cada diez metros para que te apuntes a algo. Por la de las Sierpes, gitanas de verde luna, te ofrecen una matita de romero con el añadido de leerte en la mano la buena (o mala) ventura. Por calle Sagasta los rumanos te piden que los ayude a terminar un nuevo día con algo que llevarse a la boca. Buscar el sosiego, paseando por una Ciudad donde domina el desosiego, es tarea tan estéril como imposible. Los maniquís de los escaparates ven pasar de largo a los viandantes sin siquiera parase a mirarlos. El alma del folio en blanco palpita en la pantalla del ordenador esperando contenidos. Son malos tiempos para el necesario temple y peores para el escapismo. Canta “Chocolate” por Siguiriya y los cerrojos……. se abren a la vida.

lunes, 3 de diciembre de 2012

El paraíso dorado de la niñez


Avanzan los días de este inquietante mes de de Diciembre del Año del Señor del 2012. Está siendo duro, durísimo, para millones de familias españolas con las inciertas expectativas de lo que está por llegar. Los cuatreros de rolex dorados y corbatas de seda nos han vaciado las neveras y, lo que es peor, también las almas. Ningún mes como Diciembre tiene la potestad de devolvernos al paraíso soñado y perdido de la niñez. No es casualidad que en el calendario de los cristianos sea el comienzo y arranque de todo: el Nacimiento del Mesías. Mes donde se cruzan todos los caminos que nos llevan –o nos llevarán- a los días placenteros. Los sabores, los olores, las tradiciones y las ilusiones caminan –o debían hacerlo- armoniosamente cogidos de la mano. Paga extra, aguinaldos, felicitaciones, regalos, lotería, belenes, luces callejeras y los coros de campanilleros dotando a cuerpos y almas del mejor antídoto contra el desamparo: los momentos de felicidad compartida. Siempre girando en torno a un concepto hoy desgraciadamente desnaturalizado por una “Progresía de salón”: la Familia. Todo, lamentablemente, está en el aire por una rara conjunción entre rapiña, avaricia y pasotismo. Los niños dentro de unos días abandonarán transitoriamente sus actividades escolares para ejercer de lo que realmente son: niños. Todo gira en estos días en torno a los niños, por eso el constatar que más de 2.200.000 de ellos viven en España por debajo del umbral de la pobreza es un duro aldabonazo en nuestras conciencias. “En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna / la Virgen y San José / y el niño que está en la cuna…hambriento”. Diciembre es el mes con más días de Sevilla: nace como todos el día 1, y termina como ninguno el 7….de Enero. Diciembre me sabe a mesa-camilla con olores a alhucema y a caja-surtida de productos de la Estepa…sevillana. A Coro de campanilleros cantando en los patios de los corrales y a niños de San Ildefonso cantando números siempre ajenos –la lotería, no los niños- a nosotros. A calles céntricas iluminadas y a belenes donde siempre buscábamos al pastorcito que “daba de cuerpo”. A juguetes siempre soñados y pocas veces conseguidos y a “voleo” callejero de pandillas infantiles pletóricas de ilusión. Éramos pobres en lo material y ricos en producción de ilusiones. Desgraciadamente ya las cosas no son lo que eran. La pauta de estas Fiestas entrañables y familiares hace tiempo que fue secuestrada por los Grandes mercaderes. La Familia ha sido desactivada por una política –de Izquierda y Derecha- que, según sus intereses, individualiza al colectivo o colectiviza al individuo. Si algo bueno tiene la Crisis es la enorme posibilidad que tenemos de un rearme moral; tradicional (sin complejos); social y familiar. Los que ya somos abuelos tenemos más cerca –a través de nuestros nietos- la posibilidad de reabrir los senderos navideños perdidos en el paraíso de la infancia. El Milagro mayor de la Cristiandad se producirá dentro de pocos días. No solo nace “el Niño”: nace en nosotros la posibilidad de ser niños de nuevo. Aprovechemos Diciembre para salir a la calle, solos o acompañados, para celebrar la suerte de vivir en Sevilla. Nuestro “Nacimiento” más que en Belén se hará visible en la Plaza de San Francisco. Sevilla nace a la vida con el olor a alhucema; renace con el del azahar; se muere con el incienso, y se eterniza con los magnolios del Jardín de la Danza del Alcázar. Avanza Diciembre en el calendario y retrocedemos nosotros en el tiempo.

domingo, 2 de diciembre de 2012

El coleccionista de estampas



Desde hace ya algunos años coincido con él cada jueves en el Mercadillo de la calle Feria. Debe oscilar entre los setenta o setenta y cinco años de edad. Enjuto, serio, escrupuloso en su porte, poco o nada hablador y, fundamentalmente, coleccionista de estampitas de fútbol. Se que se llama Valentín y ahí, tras un protocolario saludo, termina la posibilidad de un mayor acercamiento. Va siempre provisto de una pequeña libreta donde lleva anotadas las carencias –faltas- de las que todavía adolece su inacabada –e inacabable- colección. Imagino que esta afición le nacería en sus años de la niñez, con lo que es previsible que en su casa tendrá clasificada miles de estampitas de futbolistas de todas las latitudes. No cumple años: cumple estampas. Dado que cada temporada aparecen nuevos jugadores es comprensible que su colección se enriquezca cada año con nuevas aportaciones. Pero, y motivado por las nuevas tecnologías, como cada vez aparecen menos colecciones creo que estará próximo el final de la ampliación de su colección. Me gusta acercarme con sigilo a sus dominios buscadores de estampas y ver como pregunta por el sevillista Fernando Guillamón, el atlético Enrique Collar, el bético León Lasa o el barcelonista Antonio (Antoni para que no se me moleste el señor Artur Mas) Ramallest. Su cara de satisfacción cuando encuentra una estampa largamente buscada es lo más parecido a un orgasmo. Lo tacha en su “Cuaderno de bitácora” futbolero y a otra cosa mariposa. Es curioso como los humanos tienen –tenemos- aficiones que perduran y se acrecientan con el paso de los años. Este hombre encontró hace ya mucho tiempo una afición que le compensa de los avatares de la vida cotidiana. Le hace feliz y eso es lo verdaderamente importante. Dado los avances modernos de la tecnología y los tiempos que corren, es previsible que sus nietos futboleros “pasen” de la afición de su abuelo. Muchas estampitas que salieron del Mercadillo del Jueves volverán de nuevo algún día a su lugar de origen. Me imagino, estas tardes invernales, a este paciente y buen hombre sentado frente a una amplia mesa ordenando su balompédica colección. Allí verá a Isidro con la camiseta del Sabadell y a Jesús Garay con la del Barcelona. A Colo con la del Atlético de Madrid y a Mágico González con la del Cádiz. Un montón de álbumes y catálogos para descifrar huecos aún no rellenos de estampitas. Toda una vida coleccionando estampas dan para empapelar cuatro veces la Giralda. Seguramente él ha conseguido –a través de las estampitas- convivir de por vida con el niño que –dicen- todos llevamos dentro. Podrá decir con pleno conocimiento de causa: “Yo soy yo y mis….estampas”. Por sus cromos los conoceréis.