domingo, 30 de septiembre de 2012

Termina Septiembre

 
Termina septiembre y con él la semana número 39 en el almanaque de este agitado y convulso Año del Señor del 2012. Se van acortando las tardes para irnos preparando en los preámbulos de los días otoñales. La maquinaria de la Ciudad ya está engrasada y dispuesta a que los días pasen sus horas inmersos en la incertidumbre. Septiembre no es un mes cualquiera –posiblemente ninguno lo sea en Sevilla- y siempre se nos presentó como una vuelta a la, hoy añorada, rutina. Comienzo de casi todo y final de lo dulce y vaporosamente efímero en los días estivales. Se decía que lo importante es que todos volviéramos sanos y salvos. Entonaremos el “presente” cuando el Sacristán Mayor de la Ciudad pase la correspondiente lista. Guarderías, colegios y universidades abren sus puertas y estrenan cursos e ilusiones. Los comercios abren –o mejor abrían- sus puertas retirando sus polvorientos carteles de “Cerrado por vacaciones”. Quedará fuera un reducto de sevillanos que prefieren huir de los agobios agosteños para disfrutar su asueto en el mes “membrillero” por excelencia. Posiblemente, octubre será donde ya el ciclo de los “desmarques” quede definitivamente cerrado. La “pelota” empezó a rodar en la segunda quincena de agosto y, se quiera o no, esto siempre marca las relaciones sociales de la Ciudad. Por mi inveterada y genética “batalla” hacia las calores, reconozco que contra más se aleja el verano más me acerco al sosiego de la templanza en las temperaturas. Nos espera un otoño caliente y, un invierno, una primavera y un verano de protestas callejeras. Nadie debe quedarse al margen ante el cúmulo de tropelías que están cometiendo los que mandan contra los más desfavorecidos. Está en el aire nuestro presente y, lo más importante, el futuro de nuestros hijos y nietos. De manera pacifica y civilizada debemos mostrar nuestra más absoluta repulsa ante los desmanes de los poderosos. Han desactivado los derechos sociales adquiridos después de muchos años de luchas y sacrificios. Los políticos –de todo signo y condición- han convertido España en un cortijo –el suyo- donde han llenado sus alforjas a costa de vaciar las nuestras. Siempre, eso si, los “malos” serán los otros. Lo triste es que todo estaba interesadamente adulterado. Los Sindicalistas cuelgan los “trajes de funcionarios” buscando en sus trasteros pancartas y silbatos. La Izquierda esconde las tarjetas visa-oro y tramitan apresurados las de Mercadona. La Derecha, en un dudoso ejercicio de “bondad cristiana”, nos arruinan el presente para salvarnos en el futuro (¿). La llamada pomposamente clase-media baja cuatro escalones en la escala social, y no sabe como decirles a sus “cachorros” que se acabaron los caprichos. Termina septiembre y el viento por el Aljarafe barrunta tormenta. La Historia nos recuerda lo tremendamente peligroso que resulta no conocerla en profundidad. Termina septiembre y empieza la cuenta atrás de un nuevo y compulsivo tiempo en la Ciudad. Antonio Gramsci desde Italia se limpia sus lentes y las campanas de la razón tocan a rebato. El acorazado Potemkin está anclado en el Muelle de las Delicias y nadie parece darse cuenta. Nada existe más revolucionario que el hambre de los pueblos. Octubre espera impaciente su estreno sevillano. Se va septiembre y llegamos nosotros. Agarrarse que vienen curvas.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Deconstruyendo a Mesala


Existen personas que, para cubrir su existencia, solo necesitan agarrarse tenaz y persistentemente a algún tema monotemático. Algo en definitiva que de sentido a sus monótonas y esclavizadas vidas. Un asidero sentimental que ponga en valor su paso por la tierra. Un Equipo de Fútbol, una Hermandad o una afición determinada, pueden hacerlos sentirse vivos a través de la pasión y, en no pocas ocasiones, de la obsesión. Todos conocemos en nuestro entorno más cercano especimenes de esta naturaleza (nosotros mismos posiblemente también lo seamos). Reconozco sin ambages que el caso de Federico, un antiguo vecino del Corral de los Tromperos en la calle Vírgenes, es hartamente singular. Fede, algo mayor que un servidor, es un enamorado de las películas de romanos y mas concretamente de la inolvidable Ben-Hur. La primera vez que la vio fue en Madrid mientras prestaba su Servicio Militar en la Villa y Corte. Paseaba con un par de compañeros por los alrededores del Cine Rex (ya tristemente desaparecido) y allí estaba Ben-Hur mostrada en una enorme y artística cartelera. Entraron y quedó literalmente fascinado tras su contemplación. Intuyó que desde ese momento su vida ya no sería la misma. Desde entonces la habrá visto docenas, cientos de veces de las formas más variopintas. Cines de invierno o verano; VHS; DVD….una y mil formas de ver esta excelente película de William Wyler. Hace bastantes años que nos saluda al estilo romano anteponiendo un “Ave” a tu nombre de pila: “Ave Juanlu”. Ha estado media docena de veces en Roma tras la huella de Judá Ben-Hur (no me extraña que allí preguntara por el “Valle de los leprosos”). Su mujer e hijos, hace bastante tiempo, que lo dejaron por imposible y solo temen que termine perdiendo la cabeza. No descartan verlo remando en una barca por el canal de la Plaza de España como si fuera en una galera. Un día, un amigo crítico de Cine de “El Correo” y quien esto suscribe, cambiamos con él algunas consideraciones sobre la película. De forma más que temeraria llegamos a poner en peligro nuestra amistad. Le dijimos que la misma, aparte de ser una de las grandes obras del Séptimo Arte, tenía unos guiños homosexuales más que evidentes. La amistad y el primer reencuentro entre Mesala y Judá-Ben-Hur tiene una más que evidente carga erótica. Luego, mientras está remando semidesnudo, aparece el cónsul de Roma y se produce un auténtico “flechazo”. Un rotundo ejemplo de amor a primera vista. Nos dijo altamente enojado que:”Estáis enfermos y solo veis gente en los armarios por todas partes”. La puntilla la puso “un guasa” que se sumó a la reunión, diciendo que cuando se cae Ben-Hur en realidad Jesús no le dio agua sino “Cruz Campo”. Se fue con un cabreo de considerables dimensiones. Sinceramente me costó algo de trabajo restablecer la normalidad con Fede. Una disculpa a tiempo y un póster con la carrera de cuadrigas obraron el milagro. El otro día me lo tropecé en las inmediaciones de la Tienda de Discos de “El Corte Ingles” y venía más contento que un parado con una oferta de trabajo. Acababa de comprar una versión remasterizada y creo recordar que me dijo en 3D de la película de sus amores. Nunca tendré muy claro si la literatura se nutre de la vida o si ocurre justamente lo contrario. Puede que al final sea verdad que todos los caminos conducen a Roma.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Tu vienes vendiendo flores



“Tu vienes vendiendo flores / las mías son amarillas / las tuyas de tos colores”. Lo cantaba Enrique Morente en la Soleá de Charamusco y el tiempo se detenía en las ventanas de las mocitas casaderas. Se enhebra el hilo del Cante en el mantón de los amaneceres andaluces y las tardes huelen a menta y canela. Andalucía renace de sus cenizas para volver a arder nuevamente en la llama de la desesperanza. Avanza septiembre y retrocedemos nosotros. Los mares se sacudieron el largo y calido verano para mostrarnos su resaca de encaje en sus olas. Los jóvenes miran hoy más a sus “móviles” que a los ojos furtivos de soñados romances. “Tu vienes vendiendo flores / las mías son amarillas / las tuyas de tos colores”. Al final solo los músicos decidieron hundirse –tocando- con el Titanic. Por el Aljarafe las barricas de robles sueñan con darle su vientre al mosto nuevo. “Por ahí dentro veo / un barrí tapao / quiera Dios que tenga vino amontillao”. Los poetas andaluces escriben en los reversos de los folios para no desperdiciar el espacio de las alas de las mariposas. Nos agarramos temblorosos al mástil de la guitarra de Paco para convencernos de que los andaluces todavía existimos. Buscamos entre los cajones de las “cómodas” de nuestras abuelas el olvidado espíritu de la rebeldía. Fali Fernández baja el taxímetro para demostrarnos que un tiempo nuevo siempre dependerá de nosotros. “Por mucho que mande un rey / ni la mitad que la reina / porque un rey manda en el pueblo / y en su casa ella gobierna”. José Luis Tirado, poeta de esquinas blandas, desgrana su poesía entre tortas de aceite y cortaos de café de máquina. La luna andaluza ha sido intervenida por la economía teutona. Las campanas de la Torre la Vela tocan por Siguiriya y las alondras planean en las puertas de los camposantos. No sabemos ya quien tiene menos: si el que extiende la mano sentado en el suelo o quien niega con la cabeza desde arriba. Los desesperados intentan suicidarse con barras de pan. El Señor de Sevilla suda sangre ante tanto aluvión peticionario. “Yo te quiero más que a Dios / ¡Dios mío que cosa he dicho que me merezco la Inquisición!”. Siempre nos quedará Triana. Olvidada, ignorada y ninguneada, pero eterno epicentro de nuestras emociones más nobles. Cuando, en Sevilla, de nada nos sirve rezar… soñemos con Triana. Gianni Morandi hace girar el mundo en su canción y los especuladores lo paran para saquearlo. Volvemos la vista atrás y ya no reconocemos ni al caminante ni al camino. “Me lo decía mi abuelito / me lo decía mi papá / me lo dijeron muchas veces / y lo olvidaba muchas más”. Al final todo estaba escrito en clave de sainete. En España en general, y Andalucía en particular, siempre escriben su Historia los buenos y malos bandoleros. “Tu vienes vendiendo flores / las mías son amarillas / las tuyas de tos colores”.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Prensa salmón


Prensa salmón. Así se suele denominar aquellos periódicos o suplementos que se ocupan, prioritariamente, de los temas económicos. No se llama salmón por el pez del mismo nombre sino por el color del mismo. Si ocurriera lo primero podríamos pensar que los periódicos en cuestión estaban especializados en cualquier tipo de pesca (aunque es innegable que en las finanzas existen “tiburones” y “pez-espadas” que se baten por la conquista de los mercados). Pescar, lo que se dice pescar, ellos pescan y nosotros mordemos el anzuelo. Ahora, y dado que nos bombardean desde todos los medios con conceptos económicos, conviene a través de esta prensa ir despejando un poco el panorama. También existen páginas web en Internet bastante clarificadoras sobre el particular. Prima de riesgo; Ibex-35; Rescate financiero; Fondo Monetario Internacional; Banco Central Europeo; Eurobonos; Activos tóxicos…..ya son conceptos que forman parte de nuestra cotidianidad. Al estudiarlos a fondo solemos llegar a dos conclusiones: a) Que en realidad la “gente” a la que votamos tiene poca –o ninguna- capacidad de decidir sobre nuestras vidas y, b) Que entran ganas de asomarte a la terraza y pedir ¡socorro! Desgraciadamente hoy, algo tan fundamental como el estar bien informado, se ha convertido en un supremo ejercicio de masoquismo. Rajoy, sobre el mismo tema, dice una cosa hablando –perdón escuchando- con Merkel; otra distinta en las reuniones de su Partido; otra cambiante en el Parlamento y, la ultima, que es la más cercana a la realidad, en entrevistas a la prensa extranjera. Cuando uno estaba todavía en edad de merecer la pregunta de rigor era que si estudiabas o trabajabas. Después, con los nuevos tiempos, se cambió por: “¿Tú eres de Letras o de Ciencia?”. Ahora estamos todos reciclados en seudo-economistas. Un amigo mío, sociólogo, realizó un “trabajo de campo” en los informativos de TVE durante todo el mes de junio y, el resultado era desolador. Casi el noventa por ciento de las noticias nacionales eran malas o muy malas (exceptuando, claro está, las de ámbito deportivo). ¿Deberíamos por tanto “amembrillarnos” informativamente para tener algo de sosiego en nuestras vidas? ¿Ojos que no ven corazón que no siente? Sinceramente creo que, hoy más que nunca, es imprescindible estar bien informado. Otra cuestión será el uso que hagamos de esa información. Podemos darle uno pasivo como si la cosa no fuera con nosotros, o podemos activarnos cívica, social, cultural o políticamente para incidir en el rumbo de nuestras vidas. Me encuentro a muchas personas que no tienen más información que aquella que les proporciona –que no es poca- sus propias vivencias, y todos afirman de manera rotunda: “Aquí lo que ha pasao que tos se han jartao de robá y ahora quieren que lo paguemos nosotros”. ¡Toma Prima de riesgo¡ Estamos, a que dudarlo, en una época que nos va a traer cambios profundos en todos los sentidos. Nadie debe de quedarse al margen de cuanto está por acontecer. Van a ser tiempos muy duros pero a la vez apasionantes, por la enorme posibilidad que tenemos de incidir sobre nuestro destino. EL “Partido” no ha hecho más que comenzar.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Sor Interrogante


“La infancia a veces me envía postales” - Michael Kruger - Durante los años de mi infancia y primera juventud me crucé con ella en multitud de ocasiones en la Plaza de las Mercedarias. Aquel entorno era el epicentro de mis juegos infantiles callejeros y ella era una monja (las mujeres de la generación de mi madre siempre se referían a ellas como “las monjitas”) del cercano Convento de las Mercedarias Descalzas (establecido allí desde 1633). Era una muchacha menudita y andaba con pasitos cortos y rápidos. Parecía, más que una monja de almanaque, un pajarillo frágil caminando por los senderos de Dios. Siempre portaba una amplia bolsa negra que le prendía de su brazo derecho. Entre su carita de blanca porcelana y sus alpargatas de esparto no debía haber más de un metro sesenta de distancia. Era la única autorizada en la Congregación para salir a la calle y así poder resolver problemas mundanos. Muchas veces tenía que sortear nuestros salvajes partidos de “pelota” y andar alerta ante el evidente riesgo de recibir algún pelotazo. Nunca pude hablar con ella y tratar de desentrañar en parte el enigma que se enmarañaba en mi febril ensoñación infantil. Sus estrictas reglas le impedían mantener contactos con el mundo exterior (salvo en aquellos asuntos que propiciaban sus diarias salidas). Siempre me fascinó el onírico mundo de las monjas de clausura. Llevan la introspección a través de los procesos reflexivos hasta sus más altas cotas de espiritualidad. Para ellas vivir consiste en rezar, meditar, laborar, comer y dormir poco. Cuidar con esmero el convento y ejercer la caridad cristiana en su más noble expresión. Sembrar el huerto, coser, bordar, elaborar dulces celestiales y cantar a Dios en sus coros de voces angelicales. Los hombres, independientes de inclinaciones, profesiones y vocaciones, siempre necesitan tener a mano para realizarse la ambición del poder. Las mujeres, en no pocas ocasiones, solo necesitan tener cerca al de Nazaret y a su bendita Madre. Mi monja (si se me permite la licencia) siempre será aquella frágil muchacha de tez blanquecina y cuerpo menudo. Suelo pasar con relativa frecuencia por aquella zona buscando lo imposible: las huellas del ayer. La “magdalena de Proust” en clave mercedaria. Un día, hace ya algunos años, la vi bastante avejentada apoyada en un bastón en la puerta del convento. Estaba acompañada de una pareja joven y supongo que serían familiares que se habían pasado a visitarla. Conversaban justo debajo del Sagrado Corazón de Jesús de la entrada y, los tres, componían una imagen propia del maestro Luis Buñuel. Ignoro si ya estará definitivamente con Dios o si todavía lo seguirá buscando por los senderos terrenales. Estas personas, casi sin uno proponérselo, configuran una parte ineludible de nuestra memoria sentimental. Nunca sabré su historia ni ella sabrá tampoco que, desde la cercanía donde se funden tiempo y espacio, estará siempre ligada a mi niñez. 

Una más que interesante serie televisiva de don Antonio Gala se titulaba: ¡Si las piedras hablaran! Ellas, las piedras, son eternas y mudas. Nosotros, aves parlanchinas de paso. ¡Qué de cosas necesitan los hombre para existir y cuán pocas las mujeres para vivir!

viernes, 21 de septiembre de 2012

La Ciudad idealizada


“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla” - Gabriel García Márquez -

¿Es realmente Sevilla una ciudad idealizada? ¿Tienen razón los intelectuales que así lo proclaman? Sinceramente, con el transcurrir de los años, creo que Sevilla funciona como el retranqueo de sus majestuosos canastos semana-santeros: un paso atrás, un paso adelante y otro paso atrás (pasado, presente y…pasado). Solamente en un par de ocasiones, dentro de mi dorada juventud, la he sentido desde la distancia y, en ambos casos, nunca la sentí más añorada y querida. Primero, con motivo de los “ardores guerreros” que me impusieron por tierras ceutís. Luego durante un semestre laboral en la Costa Brava catalana. La soñaba desde la lejanía y la sentía más mía que nunca. Idealización en estado puro para entendernos. Sevilla es singular y en ella concurren aspectos difícilmente imaginables en cualquier otra ciudad. Los analistas históricos (rigurosos) coinciden que, a lo largo de su Historia, se ha destruido no menos del ¡setenta por ciento! de su patrimonio artístico-cultural. Sevilla siempre, en sus distintas épocas, fue sometida a grandes expolios (tanto por los de fuera como por los de dentro). Hoy se nos muestra, a pesar de los cantos de sirenas del “Régimen” político imperante, como una Ciudad sumida en un perpetuo subdesarrollo: un sempiterno estado de dejadez y postración. El Paro que padece es terrorífico y tiene sumida a muchas familias en una situación permanente de incertidumbre y desconsuelo. ¿Cómo se puede hablar de las bondades de una Ciudad cuando muchos de sus habitantes no tienen ni para comer? Esta sucia en su conjunto y el vandalismo puso por estos lares su banderín de enganche. Es la capital política de Andalucía sin haber obtenido a cambio más que criticas feroces de las “provincias hermanas”. Sus mejores talentos emigran en busca de sitios donde se les reconozca su valía y, los mediocres de todo cuño se instalan gozosos, a perpetuidad, en sus despachos enmoquetados. Se deja morir impunemente su Patrimonio en peligro (Santa Catalina, Convento de San Leandro….) y se construyen costosos mamotretos faraónicos seudo-modernistas (vulgo “Setas” de la Encarnación y Estadio “Olímpico” de la Cartuja). Se sigue sosteniendo a lo largo del tiempo un falso debate entre tradición y vanguardia, como si ambos conceptos no pudieran ser complementarios. No queremos plantear un panorama que nazca del pesimismo, sino que tratamos de argumentar si en verdad Sevilla es una Ciudad idealizada. La vertebración urbana, sin un Metro integral, sigue siendo una asignatura pendiente. Los barrios de la periferia se han convertido en unos reductos de habitabilidad con bares, colegios, farmacias, Centros de salud, tiendas, cocineros vocacionales, cotillas aburridos de lenguas tomar y, donde la Cultura ni está ni se le espera. Un ciudadano es igual a un voto y después que le den por…. Sevilla, como Ciudad idealizada, solo cobra su autentica dimensión en su Semana Mayor. Así me lo reconocen personas con sensibilidad y talento y poco, o nada, relacionada con sus aspectos religiosos y/o cafradieros. El resto del año es una quimera soñada (buscada muchas veces y muy pocas encontradas).
 
Aquí ha hecho falta que mueran dos muchachos muy jóvenes para que, mucha gente futbolera, enterraran el hacha de guerra. No nos queda otra: o la soñamos idealizándola o la padecemos habitándola.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

El dorado llanto del cisne


Era lo que era y nosotros, los niños de su generación, no supimos verlo hasta más tarde. Lo considerábamos “raro” no solo por no compartir nuestros juegos y “cafrerías” sino, fundamentalmente, por preferir jugar a las muñecas y a las “casitas” con sus hermanas y las amiguitas de estas. Nuestras madres poco nos aclaraban ante nuestras dudas y preferían, en su papel protector, cubrir el tema de Manolito con un tupido y rosa velo. Creció en la soledad de los que no encuentran ubicación en ninguna de las dos aceras. Tuvo la suerte de que su madre se quedara viuda muy temprano pues su padre, un primate inmisericorde, hubiera tratado de reconducirlo a golpes de palo. Dada su brillante mentalidad y un talento inconmensurable empezó, de muchacho, a destacar en cuantas empresas acometía. Primero, como escaparatista de la extinguida “Galerías Preciado” y luego como un diseñador de moda de altos vuelos. Dos veces estuvo detenido al aplicársele la “Ley de vagos y maleantes”. Una, por darle en la calle un beso en la boca a un cabo de “La Legión” que tuvo una temporada como novio. La otra, por probarse un traje de flamenca de su hermana y salir a la calle vestido de tal guisa. Resumiendo: le detuvieron simple y llanamente por el “delito” de ser maricón (así se expresaba en los expedientes policiales). Lo obligaron a hacer la “mili” en el Regimiento Ligero Acorazado Montesa-3 de Ceuta y allí, según me comentó más tarde, conoció el infierno de cerca. Siendo muy joven decidió poner tierra de por medio y se marchó a coser y diseñar por esos costureros de Dios. Francia, Inglaterra. Bélgica, Argentina y, finalmente Brasil, donde se quedó definitivamente a vivir. Hoy es un afamado diseñador considerado entre los más laureados del continente americano. Diseña los vestidos más lujosos y espectaculares del “Carnaval de Río” y en su empresa trabajan no menos de trescientas personas. Nunca le perdió el hilo sentimental a Sevilla y siempre, absolutamente siempre, tuvo a dos señoras en su corazón: su madre Concha y María Santísima de la Candelaria. Baja al sur de España al menos dos veces al año y siempre me llama para tomarnos un café y rememorar recuerdos de la infancia. La última vez, el pasado mayo, le regalé enmarcada una foto de la Candelaria (con la autoría del maestro Santi Pardo) y créanme si les digo que se emocionó profundamente. Es un fiel testigo de una época donde primaba la represión hacia “los raros” en todas sus variantes. Nunca, de todas formas, le observé ningún atisbo de rencor hacia nadie. Es un asiduo lector de los “Toma de Horas” y dice que los mismos cubren en parte su nostalgia de sevillano errante (solo por eso ya merecería la pena la existencia de este Blog). Hace un mes lo entrevistaron en un suplemento dominical y sus respuestas eran, aparte de clarividentes, de un gran calado sentimental y humano. Recordaba de su pasado solamente aquello que le indujo a la felicidad y me citaba, personalmente, entre las pocas personas que supieron comprenderlo desde la diferencia. Los “raros” de mi generación lo pasaron francamente mal. A los “afeminados” la sociedad en su conjunto y la parte “machote” de sus familias los criminalizaban sin piedad. Eran cisnes dorados llorando melancólicos en el lago de la incomprensión. Sus madres, las madres de los “mariquitas” sevillanos, fueron unas verdaderas santas. Los protegieron contra viento y marea y compartieron con ellos sus pocos días de rosa y sus muchas noches de espinas.

martes, 18 de septiembre de 2012

Los Recortes del Gran Capitán



“La Crisis ha acentuado el conflicto entre el interés particular de la clase política española y el interés general de España” - César Molinas -

Nuestro actual “Gran Capitán” es don Mariano Rajoy (al anterior mejor dejarlo en la reserva y ni nombrarlo siquiera). Si algo ha caracterizado su “gestión” de todavía pocos meses ha sido una brutal política de recortes. Todo, eso si, dice que lo hace en aras de poder programarnos un futuro menos sombrío que el desesperante presente. Ha propiciado que lo más desfavorecidos lo sean cada día un poco más y que los poderosos de este país duerman más tranquilos. Es como si te dijeran: “Te vamos a matar de hambre pero tranquilo que cuando resucites tendrás la nevera llena”. Si de verdad hubiera intención de hacer una racional “Política de recortes”, para la mayoría de los ciudadanos el orden de intervención ofrecería muy pocas dudas. A saber: 1) Sobre los políticos (en la actualidad por encima de los 450.000 en España. El doble que en Alemania). 2) Sobre Asesores y Personal de confianza nombrados a dedo (existen en la actualidad 1 por cada 50 políticos en activo). 3) Sobre los funcionarios (distinguiendo las plazas conseguidas legítimamente vía oposiciones de aquellas tramitadas “políticamente” a través del “enchufismo”). 4) Sobre la población en general (comenzando y priorizando, eso si, por los que más tienen). Elemental querido Rajoy pero de difícil aplicación, ¿verdad usted? Los apartado 1 y 2, imprescindibles de “tocar” en una auténtica política de recortes, son sagrados e intocables. Ítem más: ¿Qué nos aportan las Diputaciones, Senado y los Canales de televisiones autonómicos¿ ¿Podríamos subsistir sin ellos? ¿En las circunstancias actuales podemos permitirnos 17 Gobiernos autonómicos (con duplicidad de funciones) paralelos al Gobierno de la Nación? Evidentemente por manejar estos criterios te tacharán de demagogo y centralista, sobre todo por aquellos que han vivido espléndidamente bajo el amparo y cobijo de las Autonomías. Un estudio riguroso de la rentabilidad –y los altos costos- de muchos cargos públicos en Andalucía nos ofrecería un panorama desolador. Aquí se han vaciado las arcas del Estado en provecho propio, y ahora le dicen a nuestros mayores que deben pagar parte de sus medicamentos. Hemos asistido impasibles al despilfarro que existía a nuestro alrededor y hoy estamos pagando severamente las consecuencias. Educación, Sanidad, Trabajo y todas las Prestaciones Sociales han sido gravemente adulteradas en aras de salvaguardar el sacrosanto futuro. Sería peligroso e injusto deslegitimar a la clase política en su conjunto, pero tampoco es de recibo decir que las corruptelas y abusos han sido propiciados por “cuatro sinvergüenzas aprovechaos”. La cosa es más compleja y cada día les va resultando más difícil a los políticos engañar al “personal”. Han vivido opíparamente y ahora solo encuentran como única salida culparse unos a otros. La Democracia, tan necesaria como el aire que exigimos trece veces por minuto, debe volver a nuestras manos y no estar secuestrada por estos “falsos demócratas” que rigen nuestras vidas y destinos. Hace tiempo que se escucha en el horizonte la trompeta llamándonos a una rebelión ciudadana y pacifica. Es mucho lo que nos jugamos como para hacerle oídos sordos a su toque de siglos de ignominia andaluza. Ya toca remangarse. ¿O todavía es pronto?

domingo, 16 de septiembre de 2012

Hombre rico. Hombre pobre


La riqueza y la pobreza no solo son complementarias como el día y la noche, sino que van cogida de la mano por los senderos de la vida. La existencia de la primera es insoslayable con la segunda. Según una encuesta del “Observatorio del Consumo”, 3.000.000 de españoles consumen habitualmente artículos de lujo. En plena Crisis este consumo aumentó un 25% con relación al año anterior. Parece ser que llevar un vestido o un traje supercaro de algún diseñador con reminiscencia francesa o italiana te hace sentirte verdaderamente importante. Un “peluco” en tu muñeca de no menos de 3.000 euros te dará la sensación de que las horas y el tiempo te pertenecen. Los millones de parados; los padres de familia sin ninguna prestación social; los muchísimos niños que en tu país -no solo en África- pasan hambre y, los jóvenes angustiados por sus nulas expectativas de futuro parece ser que no van contigo. Te dices: “Que lo solucione el Gobierno que bastante hago ya con pagar parte de mis impuestos en España (el resto de mi “capital” duerme placidamente en algún paraíso fiscal)”. Ir acumulando durante tu existencia terrenal dinero, joyas, casas, coches, vestuario de alto diseño y, sobre todo, enemigos –según tú- corroídos por la envidia, es lo verdaderamente importante. Conseguir en vida cotas de confort y bienestar, para ti y sobre todo para los tuyos, es absolutamente legítimo. Pasearte impunemente por los tristes senderos de la miseria del brazo de Mister Lujo es, simple y llanamente, inmoral y obsceno. España siempre ha sido y es un granero de “nuevos ricos”. Ayer, con el estraperlo producto de la hambruna que padecía el pueblo. Hoy, inmersos en la “Cultura del pelotazo”, metiendo la mano sin mesura en las arcas públicas (el dinero aportado por los contribuyentes). Luego a presumir de pertenencias provocando la envidia de familiares, vecinos, amigos y, sobre todo, de compañeros de tropelías. Antes eras un “membrillo” sin recursos y ahora eres un “membrillo” montado en el taco. Pero, no nos engañemos, “membrillo” al fin y al cabo. El hábito no hace al monje y menos cuando la túnica es robada. Te delata ese “Miró” colgado en el ¡cuarto de baño!, y ese cochazo de alta gama donde paseas impunemente tu manifiesta inmoralidad. Afortunadamente, cada día necesito menos cosas para pasar los días y las horas. Un buen libro, un rato compartido con la música, una buena película, un café o una copa compartida con amigos en animada tertulia, abrir el frigorífico sin que se vean mucho las rejillas, estar al “corriente” en cuantos pagos te reclaman, alguna compra furtiva en las “Rebajas” y, un restillo para ejercer de generoso abuelo con tus nietos. Para mí la austeridad –no confundir con las apreturas económicas- forma parte inexcusable de mis principios. Nunca me interesaron los falsos oropeles, ni vivir con la enorme duda de si te aprecian a ti o a tu dinero. ¿Hombre rico? ¿Hombre pobre? Hombre en definitiva, comprometido con el tiempo que te ha tocado vivir y, con el claro convencimiento de que te recordarán por lo que sembraste y nunca por lo que dejaste.

sábado, 15 de septiembre de 2012

El crepúsculo de los dioses


A través de su hermano Jaime nos llega la triste noticia de que Gabriel García Márquez ya nunca volverá a escribir. Esta inmerso en un proceso irreversible de demencia senil donde ya nada es ni resulta ser lo que parece. Hicieron falta “Cien años de soledad” para que la Literatura alcanzara su cumbre. Dios escribe con renglones torcidos y nosotros, siempre, terminamos por emborronar los folios. El Otoño siempre termina ennegreciendo, y desparramando por el suelo, las primaverales hojas verdes. “Por darle al viento trabajo / cosía con hilo doble / las hojas secas del patio”. Los dioses deben estar locos al permitirnos tal grado de desmesura. Cervantes perdió un brazo en una batalla naval y Adán perdió el paraíso por dejarse engañar y tratar de ignorar a Dios. Los antecedentes de nuestra civilización venían marcados por la barbarie: tampoco está exenta de ella en sus circunstancias actuales. William Faulkner escribió en 1929, “El ruido y la furia”, y terminamos su lectura como si la cosa no fuera con nosotros. Nunca pensamos que los dioses son efímeros y, después, confiamos en la eternidad de Dios. Creemos desde el agobio y el miedo y así nunca podremos ensamblar credo con creencia. Los vampiros de la noche, aliados con Lucifer, se llevaron a los niños cordobeses y las madres viven al borde de un ataque de nervios. Gabo no volverá a escribir. Pablo (Picasso) no volverá a pintar. Adelita ya no volverá a enseñar en que consiste el Arte sevillano. Pepe Luis y Curro no volverán a torear. Alfredo (Di Stéfano) no volverá a jugar al fútbol. Un Antonio (Ruiz) nunca más bailará y el otro (Mairena) ya nunca más cantará. Los dioses de la “modernidad” caducan e inician su irreversible hora crepuscular. Los adoramos sin reservas cambiando rosarios por tarjetas de crédito y ahora de nada nos sirve rezar. La nada hace tiempo que habita entre nosotros. Caminamos, sin rumbo y vacilantes, inmersos en la “Niebla” de Miguel de Unamuno. Renegamos del Dios Padre para reinventarnos y rendir pleitesía a un dios nuevo cada día. Hoy, algunos pesimistas, no lo son por ser optimistas bien informados, sino simple y llanamente por no tener para comer. “El mundo una gran mentira / cuantos quisieran tener / pa comer lo que otros tiran”. Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muertos y, si lo hacen, esperemos se muestren benevolentes. Los dioses se sientan satisfechos en el “Tendido Once” para ver como el toro de la codicia empitona al personal. Los toros en Pamplona conducen a los mozos a las Oficinas del Paro. El de San Lorenzo da sosiego cada viernes para que don Mariano reparta, el mismo día, sus dosis de intranquilidad. Gabo sigue estando pero ya no está. “Aunque me voy no me voy / aunque me voy no me ausento / aunque me voy de palabra / no me voy de pensamiento”. Hemos propiciado que la noche ya no de paso al día sino a otra noche. Solo cuando derribemos a los dioses de la mentira conseguiremos que la verdad se abra paso entre nosotros. Mientras, seguiremos adorando a los que nuestra vanidad e ignorancia han elevado a los altares. Gabo, ya no volverá a escribir y, que queréis que os diga, eso siempre será para mí una mala y triste noticia.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Muleta o bastón, he ahí la cuestión

 
En los diferentes entornos en los que transcurre mis días y mi vida está pasando algo verdaderamente preocupante. Dejas de ver a algún conocido durante una breve temporada y te puedes llevar dos tipos de sorpresas: una mala y otra tirando a regular. O bien te comentan que el ausente ya lo será para siempre, o te lo encuentras caminando apoyado en una muleta. En un breve dialogo te resumirá los avatares que le han llevado a pertenecer al complejo mundo de los lentos. Algunos tienen esperanzas y opciones de soltar la muleta en el Patio de Cuadrillas de la Real Maestranza y, otros pelean por no sustituir –empeorándolo- el artilugio que los sostiene. Debe ser cosa de la edad, la mucha edad que ya vamos arrastrando, pero sinceramente uno no puede olvidarse de las barbas del vecino y el pertinente remojo. El último caso que conozco es el de un vecino y excelente persona llamado Baldomero. Afortunadamente su cojera parece ser que le dejará pequeñas secuelas, pero podrá volver a caminar sin necesidad de su actual soporte complementario. Su accidente –pues de eso se trata- fue debido a un tirón que le pegó de improviso su perro “Hugo” y que terminó con Baldomero rodando por los suelos. Su hijo, para que no se aburriera en su vejez, le regaló a Baldomero un cachorro de “pastor alemán”, el mismo que creció de una manera desmesurada. “Hugo” con tan solo cinco meses tenía el pecho como la trasera del autobús de Los Amarillos que hace la ruta Sevilla-Lebrija. Decir que Baldomero sacaba a pasear a su perro es mucho decir. Aquello más que un paseo era unas especie de combate de lucha grecorromana donde, evidentemente, Baldomero tenía todas las de perder. El perro tiraba y tiraba y el pobre de Baldomero se acordaba blasfemando de todo lo divino y humano (especialmente de “su niño”). Un día antes del aterrizaje en las losetas de la calle me lo encontré jadeando (Baldomero, no el perro) sentado en el poyete de su portal. Me acerqué para saludarlo y me dijo resoplando y a duras penas: “Chiquillo, este hijo de la gran p… va acabá conmigo. No podía el niño haberme regalado un canario”. También veo que se ha puesto de moda entre los “colegas” transeúntes del Centro sombrero y bastón (yo de momento solo pertenezco al “clan” de los primeros). Es gratificante cruzarte con una dama conocida y hacerle un ademán caballeroso tocándote el ala de tu sombrero. Lo cantaba Camarón en una Sevillanas prodigiosas: “Me vi a hace unos zapatitos del ala de mi sombrero….”. Por imperativo de la vida y, más concretamente, del discurrir de los años, todos seremos usuarios de muletas y/o bastones. Me acuerdo de un trío de bailaores fastuosos, “Los Bolecos” (Farruco, Rafael “el Negro” y Matilde Coral), donde comenzaban cada actuación con un acompasado golpeo de bastones. Aquello era como para volverse loco. ¡Que manera más flamenca y artística de utilizar un bastón! Fueron en 1970 “Premio Nacional de Baile” de la Cátedra de Flamencología de Jerez. En fin, esperemos que para nosotros las muletas (no toreras) y los bastones sigan durmiendo el sueño de los justos. Cuando nos toque habrá que aprender a caminar a “tres patas”. Siempre nos quedará un dilema: ¿bastón o muleta?

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Fuera de contexto

Creo, sinceramente, que Sevilla es una ciudad que se está viendo seriamente alterada por la modernidad. Todo lo relacionado con el temple que dimana de las tradiciones ni está ni se le espera. Convenir que esto sea bueno o malo, siempre será acorde con los criterios que cada uno establezca con las cosas de la vida. Nuestra Semana Mayor tiene fecha fija en el calendario de los días y las almas pero ahora, y debido al vacío veraniego de producción en las televisiones locales, la tenemos hasta en…el gazpacho. Con esto que se llama redifusión basta poner una tele local, cualquiera de estas calurosas noches, y saldrán los pasos, ¡una vez más!, cruzando La Campana. También podemos asistir a una entrevista a un Hermano Mayor que se muestra compungido ante la imposibilidad de sacar la Cofradía a la calle por las inclemencias del tiempo de…hace ¡dos años! Nuestra Semana Santa tiene un espacio natural que transcurre durante unos ansiados y gozosos siete amaneceres. Siempre con el ineludible añadido de cuarenta días de esperanzadores preámbulos que aquí conocemos como: la Cuaresma. La vida interna de cada Hermandad con sus cultos; cabildos; elecciones; reparto de papeletas de sitio y cuantos avatares tiene que dilucidar en el día a día, forman parte de un ámbito más intimista y reducido. Siempre proyectado hacia el crecimiento corporativo y espiritual de los componentes de la misma. Parece ser que la “afición” por nuestra Semana Santa condiciona que haya programas televisivos semanasanteros todas las semanas de todos los meses del año. Estaríamos ante lo que los “progres” de salón denominan –sarcásticamente- “jugar a los pasitos”. Son muchos los años que dice mi DNI que tengo como para marcarle a nadie su “Hoja de ruta”. Creo que el caluroso agosto no es el más propicio para escuchar “El pequeño tamborilero” de Raphael, ni tampoco “Soleá, dame la mano” de Font de Anta. Si sacamos las cosas, verdaderamente trascendentes, de su contexto original corremos el riesgo de situarlas en el resbaladizo terreno de la banalidad. Las televisiones locales –en verano- si recurren al Cine lo hacen para mostrarnos películas rarísimas y en algunos casos totalmente desconocidas. Los documentales están cogidos al azar y carecen de algún tipo de interés. Aquí nadie, al parecer, se preocupa de mostrar –“tirando” de archivo- una Ciudad (a la que pertenecen estas televisiones) con aspectos que no sean solo los Pasos cruzando La Campana. El archivo que sobre Sevilla disponen algunas “teles” locales es interesantísimo (impagable el Programa “De calle” de Ángel Vela) y llenarían dignamente los preámbulos veraniegos. Pero nada, recurrimos al “chimpanchún” y vamonos “toporiguávaliente” hasta donde el cuerpo aguante. Afortunadamente, este verano han descansado con el documental del “Palacio de Sánchez Dalp”, pues ya no se sabía si en realidad era de Sánchez Dalp o de don Nicolás Salas. Ahora, en septiembre, ya está todo normalizado y vuelven los programas en directo (incluyendo los inevitables de Semana Santa) a llenar nuestras horas muertas. Asumiendo que nuestra Semana Mayor tiene tantas lecturas como sevillanos la sienten y/o contemplan, entiendo que la desmesura es uno de sus defectos actuales más acusados. La diluimos en lo pomposamente externo y, a la par, obviamos su espacio interior que conduce a la reflexión y al crecimiento espiritual.

lunes, 10 de septiembre de 2012

24 barrotes dorados para la Gloria

 
La pequeña capilla donde, los titulares de la Hermandad de la Candelaria, atienden solícitos ruegos y preguntas tiene 24 barrotes dorados. Allí, precisamente allí en San Nicolás de Bari, es donde se encuentra el verdadero epicentro de la judería espiritual sevillana. Son barrotes de distinta configuración y con el dorado desgastado por el paso del tiempo y, prioritariamente, por el agarre fervoroso que de ellos hacen las manos de los candelarios/as. La purpurina negrea a la par que se blanquean nuestras atribuladas cabezas. Allí están la Candelaria; el Señor de la Salud y un ignorado San Juan como símbolo de la verdadera amistad: la que emana de la discreción y el estar siempre al quite. Solamente se abre esta cancela en momentos puntuales. Hacen bien los candelarios en mantenerla cerrada casi todo el año. Si se acortara esta distancia y se nos privara de poder situarnos detrás de la cancela nos sentiríamos extraños en el paraíso. Los lunes es el día candelario por excelencia y, fundamentalmente, por así determinarlo el sentir popular de la gente. Frente a esa cancela ha transcurrido mi vida. Primero, me situé de niño junto a mi abuela Teresa. Después, durante muchos años, lo hice con mi madre ferviente devota de la Candelaria, y que un día me pidió ser incinerada con la medalla de la Hermandad del Martes Santo. Las imágenes que consideramos más próximas a nuestros sentimientos los son por atarnos siempre a un pálpito de vida liquidada por el tiempo. Ellos, los que nos enseñaron, quisieron y quisimos ya no están con nosotros, pero se eternizan a través del halo espiritual que desprenden nuestras imágenes más cercanas. No tenemos otra forma más certera –aunque la cuestionen los racionalistas- de conseguir que la muerte no triunfe eternamente sobre la vida. Los seres queridos y perdidos, hoy retazos de la memoria sentimental, se nos proyectan a través de unas imágenes que pasan de la madera a la carne sin más milagro que el propiciado por la fe. Nadie reza allí solo por los que se han ido, sino que lo hace para que Ellos velen por todos nosotros: ausentes y presentes. La muerte es tan cruel tanto por lo que se lleva como por lo que deja tras su paso. Siempre he pensado que las imágenes deben tomar la calle en ocasiones muy puntuales y devolviéndolas –salvo el día de la Semana soñado por todos- a mucho no tardar a su lugar de residencia. Sin Ellos todo carece de sentido y, los 24 barrotes dorados de San Nicolás, serían los de una hermosa celda sacramental donde a Dios se le presiente pero no se le visualiza. Cada vez que transitoriamente una imagen se ausenta de su capilla para ser restaurada, la gente anda desnortada y soñando con el reencuentro. Las imágenes están talladas de madera para que su autentica proyección espiritual se las de los sentimientos de la gente. Afortunadamente, la fe es irracional por su propia naturaleza y configuración. Lo racional es creer en aquello empíricamente demostrable; lo razonable es atender la llamada de la sangre. No podemos, simplemente, enjaretar la vida como los tiempos de una novela: prologo, nudo, desenlace y epilogo. Esos 24 barrotes dorados siempre han representado –y representan- mucho para mí. Un día, espero que aún lejano, posiblemente ya no pueda sentir mis manos agarrados a ellos. Otros vendrán y se agarrarán a estos barrotes dorados y esta Historia interminable seguirá su curso.

domingo, 9 de septiembre de 2012

El catetismo ilustrado


No nos engañemos: lo cateto no necesariamente va unido a lo pueblerino. Para nada. Seguro que hay personas exquisitas e ilustradas en cualquier pueblo perdido por la sierra cordobesa y existen catetos integrales en la Gran Manzana. La RAE define lo cateto, aparte de por su expresión geométrica, como: “Lugareño y/o palurdo”. Si ahondamos en el primer concepto se nos dice que lugareño es alguien que habita o pertenece a un lugar (es decir todos los habitantes de la Tierra). También lo perteneciente o relativo a los lugares pequeños o poblaciones pequeñas. Sobre lo palurdo nuestra sesuda Academia nos dice que se trata de: “Gente del campo y de las aldeas. Tosca y grosera” (se da por hecho que un campesino analfabeto no puede ser bondadoso y amable). Es decir, si usted nació y vive en un pueblo de menos de tres mil habitantes no podrá escaparse, como lugareño y palurdo, de ser considerado tosco y grosero. Poco importará que sea un voraz y culto lector conocedor de la obra de Dostoievski; García Márquez y el mismísimo Cervantes, además de una persona educada y con buenas maneras. Lo dice la RAE y eso va a misa. Tampoco que en su casa suene a diario la música de Mozart; Handel o J.S.Bach. Como mucho, se le dará si acaso el dudoso titulo de “cateto ilustrado”. Aunque el mismo quedará diluido si, con sus mismas aficiones y conceptos, se traslada a vivir a una gran ciudad. Ya entonces de ipso facto dejará de ser cateto y pasará a ser una persona culta (parece ser que olivos y libros no cuadran si están cerca los unos de los otros). Se ignora (creo que desde tiempo inmemorial) que el analfabetismo del campesinado nace de una severísima y cruel explotación ancestral (urdida por el caciquismo imperante, con el beneplácito de la Iglesia oficial y los poderes políticos). Los mismos a los que les ha interesado tener sometidas a las clases más humildes bajo el yugo de la ignorancia. Por eso y con el beneplácito de nuestra RAE (más preocupada de incluir modismos foráneos en nuestra lengua que de preservar otras cuestiones más fundamentales) es sumamente injusto que el “cateto”, o “lo cateto”, solo tenga como referencia a un determinado tipo de personas (situadas en un determinado contexto). Uno, uniendo ignorancia y atrevimiento, entiende que lo cateto es más concordante con actitudes de falsas imposturas. Como por ejemplo cuando alguien, en un ejercicio de “cultureta de fascículos”, dice que estuvo en “Bilbado” en vez de Bilbao. También, en hacer una suplantación de sus orígenes y cambiar su “Villanueva del Trabuco” natal por cualquier ciudad de la meseta castellana. O cuando ponemos alfombras rojas (con perdón) para que los multimillonarios norteamericanos monten sus casinos por estos lares. Conozco casos de catedráticos jubilados; hastiados de las grandes ciudades y, con una docena de libros publicados, que se han ido a vivir a aldeas pequeñas (¿podemos por tanto encuadrarlos como catetos?). Evidentemente se nos dirá que no pertenecen a la aldea en sus orígenes y encuadramiento social. Podíamos haber empezado por ahí y decir (los de la RAE) que: “Catetos y/o palurdos son aquellos que por los escarnios de la Historia han sido convertidos en analfabetos integrales y condenados a vivir postrados en sus terruños de origen”. Que su Pueblo –lugar- tenga un número determinado de habitantes y muchos alcornoques cerca de las ventanas siempre será una cuestión secundaria. Pero, a que engañarnos, lo que se dice toscos y groseros donde más abundan es en el “exquisito” mundo de la política, ¿o no?

viernes, 7 de septiembre de 2012

Volvemos en cuatro minutos


Que duda cabe que nuestras maltrechas y desosegadas existencias se encuentran plenamente inmersas en el mundo de la Publicidad. ¿Cuánto tiempo de sus ratos de ocio se le hurta a través de la “Publi” a una persona perteneciente a una Sociedad “avanzada”? Nos saldría un gran porcentaje de horas, días y meses verdaderamente sorprendentes. Estudios rigurosos demuestran que si un español ve una media de cuatro horas diarias en una televisión convencional, un veinte y cinco por ciento lo será de Publicidad. Cada veinte minutos de programación lleva implícito al menos cinco de “anuncios”. Esta Sociedad está montada sobre el consumismo más feroz y tratar de desmontarla se nos antoja tarea hartamente complicada. Nuestra vida cotidiana está inmersa en una maraña de anuncios que nos persiguen por donde quiera que nos movamos (no sería de extrañar que cuando el primer hombre ponga su pie en Marte se encuentre con un cartel que diga: “Con Iberia ya habría llegado”). Hasta la fecha, y como resultado de una feliz y aplaudida iniciativa, RTVE se mantiene al margen de la esclavitud –para nosotros- que dimana de la Publicidad. Por cuanto tiempo (dado los “nuevos tiempos” que corren por el Ente público) es una incógnita que posiblemente dentro de poco quede despejada. Se amasan y se mueven grandísimas fortunas en torno a la Publicidad, quedando meridianamente claro que la misma influye decisivamente en nuestras iniciativas consumidoras. Los personajes mediáticos son contratados cifrando su peso en oro para promover campañas publicitarias. Son las mujeres y los adolescentes los centros de atención preferente de los publicistas pues saben, con razones fundadas, que sobre los “carrozas” la posibilidad de influir se encuentran más restringidos. Existen publicitados artículos de lujo que, sinceramente, se me representan un insulto para la sensibilidad de las personas que saben –sabemos- lo que por aquí está pasando. Vivimos en una Sociedad “moderna” donde, desgraciadamente, tu verdadera valía es el resultado del coche que conduces; donde pases las vacaciones; el traje que te pones; el güisqui que tomas a media tarde y la colonia que usas. Tu interior no cuenta y solo lo explora cada día una montaña de alimentos con fibras o bifidus activos que te ayuden –eso si sanamente- a defecar placenteramente cada mañana. ¿Qué son las campañas electorales sino grandes estrategias publicitarias? Te prometen un mundo feliz y luego –Rajoy dixit- te dicen que es una ingenuidad creer en los mundos felices. Es rigurosamente cierto que vuelven en cuatro minutos exactos y eso es lo verdaderamente preocupante: que ellos vuelven y nosotros siempre los estamos esperando. La privacidad hace tiempo que ni está ni se le espera y te bombardean telefónicamente en tu propia casa para que compres aquello que “gentilmente” te ofrecen. Somos, más que personas, “objetos” manipulables y potenciales compradores de algo que intentan vendernos. No cambies de canal que vuelven en cuatro minutos. Volverán, ya lo creo que volverán, esta gente es gente seria y su palabra va a misa (fundamentalmente si está lleno el “cepillo” de la capilla).

jueves, 6 de septiembre de 2012

¿El retorno del NO-DO?

 
Había motivos más que sobrados para la esperanza informativa en la Radio y la Televisión pública (RTVE). La misma que de verdad debe –o debía- ser la de todos los españoles. En los últimos años (Ley del 2006) había comenzado una esperanzadora, objetiva, rigurosa y excelente trayectoria. El “Triángulo de las Bermudas” de las ondas que tiene como fundamento informar, formar y entretener estaba ¡por fin! a punto de hacerse realidad. Se llegó a denominar a “nuestra” televisión pública como una BBC a la española (ni el Gobierno ni la Oposición estaban “contentos” con los informativos. Signo inequívoco de imparcialidad y rigor). Pero nuestro gozo en un pozo. ¿Vuelve el NO-DO? Aquí solo se mantiene en el tiempo lo intrínsicamente negativo y perverso. Alguien dijo un día que: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”, e ingenuamente lo terminamos todos creyendo. ¡Lo bueno cuanto más dure mejor! Se habían eliminado los cansinos anuncios y se informaba con rigor y objetividad. Se formaba a los ciudadanos a través de documentales y programas culturales de todo tipo y condición. Las series y películas no estaban exentas de calidad y los profesionales del “medio” no paraban de recoger premios. Lógicamente, en cada encuesta del EGM las audiencias subían continuamente. ¡Y todo sin anuncios! Pero arribaron al Palacio de la Moncloa las huestes del PP ( que nadie se engañe: los “socialistas” que se fueron, castigados por las urnas, no eran mejores) y se marcaron entre una de sus prioridades el asalto ideológico a la RTVE. Fueron desalojando uno tras otro (con nocturnidad y alevosía agosteña) a todas las “estrellas” de la etapa anterior (amén de una parte sustancial de la cúpula directiva). Aún a riesgo de omitir alguno, detallo los ceses más significativos: RNE, Juan Ramón Lucas (“En días como hoy”) y Toni Garrido (“Asuntos propios”). TVE, Alicia G.Montano (“Informe semanal”); Ana Pastor (“Los desayunos de TVE”); Xavier Fortes (“La noche en 24 horas”); Josefa Rodríguez Voces (Editora de “Telediario 1”); Pepa Bueno (“Telediario-2”) se fue “un cuarto de hora” antes de que la cesaran. Fiel a mi estilo no descalificaré a los profesionales llamados a sustituir a los cesados (todos terminamos ocupando los huecos que otros van dejando), pero la bajada de audiencia ya empieza a verificarse de manera notoria. La “configuración” del órgano dirigente de RTVE (llevada a cabo sin ningún tipo de consenso) nace viciada desde sus orígenes. La Crisis (con una clara excusa coyuntural) está situando al PP en una situación de dominación ideológica poco acorde con los cánones de una Derecha moderna y democrática. Aprovechando que “el Pisuerga pasa por Valladolid” están liquidando una serie de libertades que dan –o daban- auténtico sentido a la Democracia. No solo se han efectuado “recortes” en el área económica (que pueden ser más o menos discutibles) sino, lo que es peor, también en el campo de las libertades y los derechos sociales conquistados durísimamente por los ciudadanos. Esto es grave, profundamente grave, como para andarse con veleidades literarias. Pero, que nadie se llame a engaño: los cimientos de esta serie de despropósitos se pusieron durante el Gobierno de Zapatero. Estoy convencido que a menos que el PP cambié drásticamente su rumbo social y político, las consecuencias –para todos- serán imprevisibles. El sectarismo en política es un precio que se termina pagando en las urnas (PSOE dixit). Arden los graneros en España y están echando gasolina para apagarlos.

“Bienvenido Mister Scorsese”

En 1995, el gran Martin Scorsese, dirigió una más que excelente película titulada “Casino”. Trataba de manera magistral la clara influencia de la Mafia en la organización y control del mayor casino de Las Vegas. Contaba en su extraordinario reparto con una Sharon Stone en la plenitud de su deslumbrante belleza y con dos actores sensacionales: Robert de Niro y Joe Pesci. La he visto una docena de veces y siempre consigue fascinarme de nuevo. Viene esto a cuento por decidirse, el presente mes de septiembre, si el llamado proyecto “Eurovegas” será definitivamente instalado en la ciudad de Madrid o en la de Barcelona. Tanto los políticos conservadores madrileños (PP), como los nacionalistas catalanes (CIU), han puesto a disposición de los promotores de este macro-proyecto de casinos, hoteles y demás elementos adyacentes, todo cuanto les ha sido requerido. Parece ser que este emporio destinado a que los millonarios pierdan alegremente su dinero y los ingenuos lo hagan tristemente (en el juego y en la vida cotidiana siempre gana la “banca”), nos traerá una cantidad importante de nuevos puestos de trabajo, más un relanzamiento lúdico-comercial de la zona agraciada con su correspondiente instalación. Dado que la Administración Central y el sector privado no solo son incapaces de generar puestos de trabajo, sino que posibilitan la diaria sangría de los mismos, se le dará a “Mister Scorsese and Company” todas las facilidades habidas y por haber. Están dispuestos a saltarse las reglas del juego (nunca mejor dicho) de la legalidad, incluyendo la Ley del Tabaco. Todo sea porque la Ruleta y el Bacarrá no paren durante las 24 horas del día. Si se me permite, y en clave de guasa sevillana, les haría algunas sugerencias a los dueños del negocio. Para los aparcamientos serían contratados y previamente reciclados los gorrillas del Barrio de Bami en Sevilla. Encargado del guardarropa pondrían a un Presidente de Comunidad que ya ha dejado de serlo. Para la gestión administrativa-financiera utilizaríamos algunos de los cabecillas de la Operación Malaya. Control de seguridad y logística a los que “extraviaron” las cubiertas de la Copa Davis. Responsable de recepción hotelera y coordinador de traducción de idiomas al que “acolasaba” la Palmera. Coordinadores generales de Contabilidad, Administración y reparto de Beneficios a los implicados de los ERE. Encargados del servicio de cocina, restauración y bares a los de la “foto de la mariscada de Bruselas”. Jefe de prensa al que predijo la victoria electoral de Arenas por goleada. Como serán muchos los puestos a cubrir se admiten sugerencias en cualquier sentido o dirección. Veremos como acaba esta rocambolesca historia que hubiera posibilitado a los recordados, Rafael Azcona y Luis García Berlanga, el regalarnos un par de excelentes películas. ¡Cómo estará el país que ya ni tenemos quienes nos hagan reír de nuestro esperpéntico comportamiento!

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Robin de Marinaleda

 
El pasado agosto ocurrieron muchas cosas en el mundo evitando que el periodismo tuviera que buscar las socorridas “Serpientes de verano”. Un artefacto creado por los hombres se posó en Marte buscando vida (a ver cuando se posan algunos llenos de alimentos en el “Cuerno de África” para que la siga habiendo allí). Julian Assange, en un ejercicio de oportunismo, se refugió en el Consulado ecuatoriano de Londres para evitar su extradición a Suecia, acusado por delitos sexuales (por cierto: ¿qué pinta don Baltasar Garzón en medio de este tinglado? Al final tendremos que darle la razón a sus detractores). Pero, para los españoles, la “noticia de las noticias” agosteñas fue el asalto perpetrado contra dos supermercados andaluces por miembros (creo que ellos prefieren que se les llame jornaleros) del SAT. Encabezados, como no podía ser de otra forma, por el inefable Juan Manuel Sánchez Gordillo. Sacaron unos carros llenos de alimentos de primera necesidad y, los mismos, fueron rechazados sensatamente por organizaciones que se dedican a cubrir las necesidades primarias de la gente más desfavorecida. La noticia corrió como la pólvora (¿pólvora?, ¡lagarto, lagarto!) por todas las televisiones nacionales e internacionales. Se dio incluso la circunstancia que la televisión nipona desplazó un equipo a Marinaleda para entrevistar a Sánchez Gordillo. Había nacido una versión andaluza y campesina de Robin de los Bosques: Robin de Marinaleda. Estos sucesos han propiciado un debate a escala nacional donde nadie quiere –ni puede- quedarse al margen. El mismo se encuadra en tres preguntas con trampa: ¿Es lícito que una persona robe comida para que sus hijos no pasen hambre? ¿Es este el único camino que los políticos (con su nefasta gestión) le han dejado a la legión de trabajadores que hoy viven sumidos en la desesperación? ¿Tiene ya agotadas la ciudadanía todas las variantes que tiene a su alcance para regenerar el obsoleto, podrido y necesario sistema democrático español? Sánchez Gordillo no es más –ni tampoco menos- que un iluminado ácrata que, en un ejercicio de talento natural, ha comprendido que le había llegado su momento de gloria. ¿Lo podemos tachar de demagogo cuando dice que en Andalucía hay muchas personas pasando hambre y sufriendo graves necesidades perentorias? Dicen que en su pueblo –Marinaleda- no existe el paro ni tampoco nadie que carezca de una vivienda digna. Lleva muchos años de Alcalde y aún más pasando de largo por las puertas de las peluquerías (antes llamadas barberías). Sánchez Gordillo se nos representa como una mezcla entre Marx y Bakunin pero, eso si, en clave olivarera. Posiblemente, sin él proponérselo siquiera, ha creado una personalidad “reivindicativa-revolucionaria” que ha terminado por engullirlo. “Que cosas dice este loco / que la verdad no la dice / pero mentira tampoco”. En agosto fue el personaje de moda en todos los medios y su pañuelo palestino se paseó combativo por los distintos platós de televisión. Guste más o guste menos, él solo ha provocado más revuelo social que todos los “desparecidos en combate” del 15-M juntos. Evidentemente, no puedo estar de acuerdo en que se asalten supermercados y que un diputado se “salte a la torera” las reglas del juego democrático. Pero, aún lo estoy menos con abandonar a su triste suerte a millones de personas conducidas a la pobreza por corruptos y especuladores.
 
Resultaba patético, en un ejercicio de malabarismo político, escuchar las declaraciones del señor Valderas sobre estos acontecimientos. Por una parte tenía que defender a su compañero de Partido (IU) y, a la vez, mostrar su rechazo institucional (es nada menos que Vicepresidente de la Junta de Andalucía). El Poder lleva implícito el tener que convivir con las contradicciones propias y ajenas.
 
“El de las barbas”, estemos o no de acuerdo con él, ha puesto la “pelota” en el tejado de la Crisis. Posiblemente este no sea el camino, esperando que los políticos -a los que mantenemos espléndidamente entre todos- nos lo indiquen de una vez por todas. Gordillo no es la solución pero tampoco lo es Rajoy.

lunes, 3 de septiembre de 2012

El renacer de las cosas


“Yo no me aclaro contigo
dices adiós cuando llegas
y hola cuando te has ido”.

Comenzó septiembre su cuenta….adelante. Las cosas renacen de nuevo en una Ciudad marcada por la huella del tiempo (eterno) y de los tiempos (volátiles). Ahora comienza el “Curso” en casi todas las cosas. Los que todavía conservan su trabajo vuelven a él con la inevitable inquietud de por cuanto tiempo podrán conservarlo. Los niños estrenan llanto y babi en las puertas de las guarderías que en unos días se trocarán en risas compartidas. Los menos niños abren la puerta de la Universidad con la llave de la Selectividad. Cursarán Estudios Superiores para luego llenar de talento los países de la vieja Europa. Triste sino el de esta tierra nuestra: se van los que, por hacernos falta, debían quedarse y se quedan aquellos que, por inútiles y tramposos, tenían que sobrarnos. El verano cada día se dilata más en el tiempo como para pensar que los días de calor están ya finiquitados. Pero, eso si, tendremos la sensación, dulce sensación, de que los rigurosos calores han sido derrotados. Los gimnasios es ahora, en septiembre, cuando hacen su “agosto”, con los propósitos de enmienda de aquellos donde tomó forma la “barriguita cervecera”. Las playas se irán quedando paulatinamente vacías para convertirse de nuevo felizmente en la orilla de los mares. Los chiringuitos, con su caudal de sardinas y tortillitas de camarones, ya tendrán fecha de caducidad en los próximos días. Como vivimos en una época donde todos los artilugios modernos “sacan” fotos y todo es susceptible de ser fotografiado, llenaremos las casas de instantáneas plasmadas efímeramente en el, no menos, efímero verano. Es en septiembre cuando se da en la Ciudad el pistoletazo de salida para “lo que está por llegar”. Es el mes donde, a modo de contenedor, depositamos en verano todos aquellos asuntos que admiten un paréntesis en el tiempo: “Lo vemos; lo arreglamos y/o lo solucionamos en septiembre” Ya es historia la Copa de Europa conquistada brillantemente por España. Pasaron las Olimpiadas londinenses, donde España salvó la honra “medallera” en el último tramo (sublime, eso si, Mireia Belmonte). Otra Velá de Sant`Ana (imprescindible leer los dos libros que Ángel Vela ha escrito sobre la misma). Otros Sanfermines. Otro Corpus. Otra salida de la Virgen de los Reyes y la sensación agridulce de que estamos un año más lejos del periodo dorado de nuestra infancia. El 5 de agosto del 2012 se murió la gran Chavela Vargas y el mismo día de 1962 falleció Marilyn Monroe. El 16 se cumplió el 35 aniversario de la muerte de Elvis. El 13 de agosto de 1934 mató un toro en Manzanares a Ignacio Sánchez Mejías. El 10 cumplí y conseguí alcanzar los 66 años de edad (¡Dios mío que lejos está ya el chiquillo de Encarna la del zaguán!). El 25 falleció Neil Armstrong y ya duerme para siempre en la luna que un día pisó. Se nos murió un Curro Jiménez de verdad (Sancho Gracia) y nos nació uno de mentirijilla (Sánchez Gordillo). Los niños Ruth y José ya nunca aparecerán y el aire de las tardes andaluzas huele estos días al azufre de la maldad infinita. Llega septiembre y será el tiempo de reencuentros con gente que quieres y te quieren. La Ciudad empieza a desperezarse para que de nuevo se ponga en marcha el reloj de las cosas eternas e imperecederas.
 
  Llegó septiembre y empiezan a sonar los compases de una nueva ilusión hoy en franco retroceso pero nunca derrotada.
 
Queremos que la Ciudad de sentido a nuestras vidas, cuando precisamente somos nosotros los que debemos dársela a Ella.
 
Nota gozosa: El próximo día 17 se le entregará a Manolo Franco la distinción “Compás del Cante” (el llamado Nobel del Flamenco) que nació y se desarrolla bajo los auspicios de la Fundación Cruz Campo. Manuel Franco Barón es un ciudadano ejemplar. Manolo Franco es un guitarrista excepcional. Desde que en 1984 consiguiera el “Giraldillo del Toque” en la III Bienal su carrera ha sido un continuo escalar hacia la gloria de los grandes guitarristas del Flamenco.
 
Enhorabuena a Manolo en particular y a todo el mundo del Flamenco y la Cultura andaluza en general ante tan importante distinción. El toque flamenco en las manos de Manolo Franco alcanza la categoría de sublime.