domingo, 29 de julio de 2012

Cerramos por vacaciones



Nos vamos de vacaciones y cerramos el “chiringuito” durante los días agosteños. Intentaremos, si eso fuera posible, desconectar de los acelerones que nos está dando esta “plebe” que mandan en nuestras maltrechas vidas y paupérrimas haciendas. Busquemos estos días, en la medida de nuestras posibilidades, recuperar un pequeño espacio en lo que verdaderamente importa: el oasis de los cariños compartidos. Lo mismo da que sea en la playa, el campo, la piscina, la casa o el Parque de María Luisa. Meditemos sobre lo que nos está pasando desde la reflexión compartida y nunca desde el tiránico reino del agobio individual. Posiblemente, no estaría de más que recordemos las “batallitas” del abuelo cuando nos contaba lo duro que resultaba levantarse cada día, sin saber si podría darle de comer a sus hijos. O cuando la abuela nos relataba que, de mocita en el pueblo, iba con un cántaro en la cabeza a buscar el agua de una fuente que estaba a más de un kilómetro de distancia. Si afortunadamente viven todavía, vayamos sin demora allí donde pasan sus últimos días y, preguntémosles como salieron sanos y salvos del duro atolladero de la posguerra. Puede que nos enseñen que la “Sociedad del bienestar” no debía consistir tan solo en tener la cartera llena de tarjetas de créditos. Poco más que añadir. Sed felices, que no tenemos –que se sepa- más que una posibilidad de vida terrenal y perderla en lamentaciones es tirarla por la borda. Nosotros, los “relojeros” de los Toma de Horas, volveremos a tomarle –a al menos intentarlo- el pulso a la Ciudad el próximo día 3 de septiembre. Siempre, eso si, contando con la aprobación del de “la zancada larga” que habita en San Lorenzo; de Aquel “que se mira el pie” en el Salvador y, de la que trasmina menta, gladiolo y canela desde la Judería sevillana. Nos vemos cuando Sevilla sepa a nuevos libros de textos; “coñazos” de relatos viajeros y lápices de colores sin estrenar. Volveremos a retomar las quejas allí donde las dejamos transitoriamente. Nadie debe –ni puede- mantenerse impasible y al margen de lo que nos está pasando. Feliz Agosto y una abrazo para todos/as. Nos vemos en septiembre.

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