lunes, 30 de enero de 2012

Con el sudor de tu frente




Para nuestro entorno más cercano -Sevilla y Andalucía- los datos del Paro que nos proporciona la EPA (Encuesta de Población Activa) son absolutamente demoledores: 261.400 parados en nuestra Provincia y 1.248.500 en la Región (bonita palabra hoy olvidada por otras de carácter administrativo-político: Comunidad Autónoma). Aunque los políticos y sociólogos siempre nos hablan del Paro, los ciudadanos de a pie debemos siempre decir los parados. El Paro es una cifra estadística que proporciona titulares a los medios de comunicación y manutención a los tertulianos de la radio; los parados son miles y miles de dramas personales y familiares. No pocos se sienten solos y abandonados a su –mala- suerte. Es lo mismo pero no es lo mismo. Vivimos, lamentablemente, en una Sociedad donde predominan los continentes en detrimento de los contenidos. Cada parado es una historia personal bruscamente interrumpida que, en no pocas ocasiones, lleva aparejada un drama colectivo (familiar). Un joven (o una “jovana”) que ha terminado con excelentes resultados su formación, ve como se plasma su problemática en dos variantes: la suya propia que, después de sacrificarse estudiando, termina planteándose el “exilio” profesional, y la de sus padres, que observan desesperanzados como sus responsables desvelos les han sido sustraídos por los políticos. O bien una familia con todos sus miembros parados y con las prestaciones sociales agotadas. O un matrimonio joven con un crío de muy pocos años metido –sin saber como salir- en los injustos laberintos hipotecarios. Tantos y tantos casos como parados existen. Mis ancestros familiares padecieron en sus carnes la durísima posguerra in-Civil. Al igual que muchos, muchísimos, españoles salieron a flote –y nos criaron- a base de sacrificio, esfuerzo y solidaridad. Hoy, es una vez más la familia, quien de verdad está ayudando a superar esta Crisis. La misma en la que nos han metido políticos corruptos y los crápulas de las finanzas. Todo es hoy una gran farsa representada en el Gran Teatro del Mundo. La Globalización al poder. Los políticos sacan de sus chisteras los conejos muertos. Los banqueros manchan nuestro dinero con la patina de la ignominia y la avaricia. Los marxistas estudian y debaten el Nuevo Testamento. Los sacerdotes predican en las vacías iglesias los textos de Marx y Engels. Los socialistas preguntan por las desiertas praderas si han visto pasar a una dama llamada Socialdemocracia. Los conservadores tiran al blanco (y al negro) en fantasmales barracones de Ferias. Caritas (la Iglesia de verdad) da ropa y comida. IU (los comunistas de mentira) da falsos lemas y desfasadas consignas. Japoneses cantando la Soleá de Triana. Trianeros comiendo “rollitos de primavera” en restaurantes nipones. Los Mayas dicen que esto se va a la mierda. No hace falta que se acabe el mundo. Ya se nos terminó cuando sacamos los pequeños ahorrillos que teníamos debajo de una loseta y se los llevamos a un banco. “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, se nos dijo. Seguro que cuando se pronunció esta lapidaria frase aún no existían ni los políticos ni los banqueros. Todavía no los habíamos engendrado con nuestra desidia.

domingo, 29 de enero de 2012

Congresistas del mundo unios

Como se decía en las tiendas antiguas de comestible, un “cominito” más de tiempo y este desosegante Enero será pasto de las llamas de las cosas vividas. Los días pasan a una velocidad vertiginosa y, lamentablemente, vivimos más pendientes del mañana que del presente. El lunes es, prioritariamente, la antesala del martes y así sucesivamente. Dentro de muy pocos días empezará a arrancar en las hojas del almanaque “febrerillo el loco”. Este año vendrá marcado en las calendas sevillanas por sendos Congresos del PP y del PSOE. Existe una lucha sin cuartel para la conquista o defensa del fortín andaluz. Para los “de la gaviota” representa la ultima –y posiblemente más importante- conquista en territorio español. Para “los del puño y la rosa” seguir instalados en el Castillo donde ondea la bandera blanca y verde de la desesperanza y las promesas incumplidas. La importancia que ambas formaciones políticas le dan a esta sufrida tierra de cal, olivos y mares queda patente con la celebración en Sevilla de sus respectivos Congresos. Los socialistas, para intentar encontrar una vía de verdadera renovación socialdemócrata, que les haga más llevadera lo que presumen como una “larga travesía del desierto” (saben que Andalucía se les ha ido de las manos). Los populares para intentar aupar a don Javier Arenas al olimpo de la victoria electoral (si Arenas consigue ganar alguna vez en Andalucía ya nada será imposible en la política española). La Democracia, con todo su cúmulo de imperfecciones, es lo menos malo que existe para relacionarnos políticamente. Los grandes partidos –y posiblemente también los menos grandes- preparan sus Congresos con las cartas previamente marcadas: los resultados de los mismos ya están determinados de antemano. Salvo algunas excepciones no existe la más mínima posibilidad de sorpresa (ya saben los socialistas como les ha ido con la sorprendente designación de ZP como Secretario General en su último -¿o fue el penúltimo?- Congreso). Los españolitos de a pie se dividen hoy día en cuatro grupos: los pesimistas; los indignados; los conformistas y los escépticos. Pensar que de alguno de estos dos Congresos van a salir mejoras para el conjunto de la ciudadanía es un vano ejercicio de bucólico optimismo. Vendrán en tropel, “debatirán” y, elaboraran una serie de propuestas, para que nuestras vidas sean menos complicadas y más placenteras. Todo dentro de los límites de la teatralidad que rodea en la actualidad el mundo de la política española y/o mundial. Eso si, Sevilla estará presente en todos los informativos, y a la Ciudad de la Gracia le tocará –una vez más- ser la anfitriona perfecta para el deleite de los foráneos de todo signo y condición. Es nuestro destino y, lamentablemente, podemos constatar que poco hemos hecho los sevillanos para cambiar el papel de comparsa que siempre se nos ha asignado. Sevilla, la Ciudad de las Personas; la del Talento y, en definitiva, el animoso jugador número 12 de una Selección que ya ni siquiera cruza las hermosas lindes del Aljarafe para visitarnos.

viernes, 27 de enero de 2012

Adios a Pepe Peregil



Demostrado queda que Dios debe notar que en el Cielo falta flamencura y gente cabal, y no para de llevarse buenos elementos para su Corte Celestial. ¡Con lo que hay ya ahí arriba! Ahora le ha tocado el turno a Pepe Peregil. Hacia tiempo que este peculiar Tabernero (así le gustaba que le llamasen) y cantaor de Fandangos de Huelva y Saetas estremecedoras estaba tocado de muerte. Padecía un cáncer galopante que supo llevar con una entereza y vitalidad verdaderamente admirables. Hace precisamente una par de días le pregunté por él a Enrique Casellas -que lo visitaba con cierta frecuencia- y me dijo que estaba fatal. Cuando, cabeceando en el sofá y tapado con una manta hasta el cuello, estaba intentando digerir el “homenaje” de cada viernes, me llama Jacinto Fernández de Pasarela para darme la mala nueva. Pepe había nacido en Manzanilla (Huelva) en 1945 y su vinculación con Sevilla –de muchos, muchísimos años- lo configuraban como un gran sevillano de adopción (en el año 2009 recibió la Medalla de Oro de la Ciudad). Su Taberna “Quitapesares” formaba –y forma- parte del entramado sentimental tabernario de Serva la Bari. Allí paraban desde Alfredo Kraus hasta el “Risitas” y, desde Julio Iglesias a Jesús Quintero. Formaba parte de la infantería del Flamenco. Sus espontáneos Fandangos tras el mostrador, o sus Saetas desde cualquier balcón sevillano, se integraban en el caparazón sentimental de la gente. Pepe era pueblo en estado puro y eso, queridos amigos, son palabras mayores. Tenía una especial habilidad para dotar de alegría a las reuniones más serias y en él confluían de una tacada persona y personaje. Siempre estaba dispuesto a colaborar para cuantos actos benéficos era requerido y, junto al recordado Paco Gandía, disponía de un currículo benefactor de incalculables dimensiones. Grande, muy grande, en cuerpo y alma este Pepe de Fandangos, Saetas, mosto y avellanas. Esta Semana Santa notaremos su ausencia en los balcones de claveles encendidos y quejíos saeteros por Martinete. Este reguero de sentidas ausencias empieza a ser preocupante. Uno ya no sabe si dejar siempre encendido el ordenador, o elaborar una plantilla que nazca del fondo de los sentimientos flamencos y sevillanos. Cumplimos años y, lo peor, contamos muertos. Adiós Pepe: al Cielo con él. Fuiste buen cantaor; excelente tabernero y mejor persona. Sinceramente, no creo que el Sumo Hacedor ponga ningún impedimento para tu ingreso en la Gloria. Te la ganaste en tu paso por esta Tierra de María Santísima. Te recordaremos y procuraremos revivirte en la primera “chicotá” del paso de la Sagrada Cena. Doce apóstoles, un Rey de Reyes presidiendo la mesa, y un Tabernero –Pepe Peregil- cantando una Saeta mientras les sirve el vino.

El dulce peso de la Cruz



Coincidí con él en la pasada Novena del Señor de Pasión. Lo encontré especialmente animado y con ganas de remontar el vuelo antes los duros avatares recientemente padecidos. Debe rondar la frontera de los sesenta años y me comentó que desde su juventud siempre fue un fumador empedernido. Dos cajetillas diarias era su consumo habitual. Hace unos cuatro años le detectaron un cáncer de pulmón. Lo fueron tratando primero a base de fármacos para posteriormente extirparle uno de sus pulmones. Forma parte de mi “Tramo de Cruces” en Pasión y, afortunadamente, nuestro “trozo” de Cofradía está configurado, desde hace ya algunos años, por los mismos hermanos. Cuando la tarde de cada Jueves Santo no reunimos en el Patio de los Naranjos salvadoreño, en torno a un cartel que establece nuestro particular territorio, posiblemente seamos participes de uno de los momentos más mágicos del año. Allí estamos puntuales. Nerviosos pero felices, revestidos del negro ruán que determina gozoso el origen de nuestras señas de identidad nazarenas. Estos tres últimos años él no ha podido salir con nosotros por causa de su grave dolencia. Esto no fue óbice para que nos acompañara vestido de calle (hermoso concepto) en la tarde soñada para, desde la nostalgia, hacernos participes de su presencia. Por eso me alegré especialmente cuando en la Novena del Señor de Pasión me dijo que este año (D.m.) volverá a pisar la rampa vestido de ruán. Se le iluminaban los ojos cuando me lo decía, haciéndome entender –sin palabras- el duro calvario padecido. Aquí es donde de verdad se encuentra el alma de nuestras Hermandades. Bastante alejada del boato, el figuroneo, las zancadillas y los empalagosos ripios de desfasados pregoneros. Son momentos que te hacen crecer sentimentalmente en lo corporativo y que, a titulo individual, consiguen acercarte al Hijo de Dios. Cuando este Jueves Santo por la mañana cuelgue en el salón de su casa la túnica de ruán; deposite cariñosamente en una silla el antifaz con el escudo mercedario; el cíngulo de esparto; unas sandalias negras con un par de calcetines negros enrollados y una Papeleta de Sitio presidiéndolo todo, en el libro de oro de la Semana Mayor sevillana se habrá escrito una nueva pagina -intimista y preñada de verdad- de las cosas verdaderamente intemporales. Son pequeños gestos que a la postre derivan en grandes momentos absolutamente intransferibles. Volver a recuperar a los sesenta años de edad la ilusión de un nazarenito que se estrena como tal, es como sentir posarse cariñosamente la mano de Jesús sobre nuestra atribulada cabeza. Son los momentos -pequeños e inolvidables momentos- que han conseguido que las calles y plazuelas de esta Ciudad convoquen cada Primavera a los presentes y a los ausentes. Nos pondremos los antifaces, cuando así nos lo digan, y uno de mi Tramo derramará una lágrima furtiva vencido por la dicha pasionaria. Saldrá, saldremos, y volveremos a transitar amorosamente revestidos del negro ruán pasionario por la calle Cuna. Allí ya seremos acogidos por la placida noche de la Ciudad. Un Tramo, nuestro Tramo, caminando silencioso confundido entre el bullicio. Él, siempre delante y, nosotros, siempre detrás.

miércoles, 25 de enero de 2012

Le llamaban –le llaman- Manuel, nació en España



Se llama Manuel (los apellidos para nosotros no importan), acaba de cumplir los 92 años de edad, y es un viejo socialista residente en Pino Montano. Cuando estalló la Guerra in-Civil española estaba a punto de cumplir los 18 años de edad. Se enroló, acorde con las ideas de su gente más cercana, en el bando republicano y, deambuló por diversos frentes. Dice que pegó algún que otro tiro al aire (está convencido de que nunca mató a nadie ni siquiera por equivocación). Es un personaje singular y enormemente apreciado en esta Barriada de nuestros amores y desvelos. A pesar de su avanzada edad es más vitalista que el sol del mediodía. Sale a la calle muy temprano acompañado de su sombrero y un bastón que, dada la velocidad de sus andares, pocas veces apoya en el suelo. Va repartiendo caramelos por doquier y siempre deseoso de leerle a alguien sus densos e interminables poemas. Practica en su sentimental y particular literatura lo que en la URSS se conocía como el “Realismo Socialista”. Son poesías de combate miliciano impregnadas, a parte iguales, de romanticismo y una plasmación reivindicativa de su onírico mundo de lucha y privaciones. Probó el sabor del exilio; la tortura; la cárcel y todo tipo de humillaciones pero, no ha sido suficiente para que en su corazón anide el rencor. Ha llegado a la conclusión -¡bendita conclusión!- de que los de la “División azul” también estarían convencidos de la nobleza de su lucha e ideales. Peleó como nadie para que los represaliados del franquismo tuvieran un monolito en el Cementerio de San Fernando. Se encarga personalmente desde que lo levantaron de su mantenimiento y limpieza. Va todas las semanas a cuidar el monolito y de paso a rendir pleitesía a la memoria de los suyos. Recuerdo que coincidí con él el pasado 20-N camino del Colegio Electoral. Nos disponíamos a cumplir con nuestras obligaciones de demócratas (de distintas épocas pero de iguales significado). Sabe que mi voto tiene el color de la túnica de la Candelaria pero no intenta, ni por asomo, cambiar el sentido del mismo. Él dice que votará a los socialistas hasta que se muera (admitiendo, eso sí, que no entiende –ni comparte- el comportamiento de los mismos en la actualidad). Verlo votar es todo un espectáculo al que nos tiene acostumbrado a los que lo conocemos. Levanta el sobre con la mano derecha y el puño con la izquierda; cuando deposita el voto en la urna se quita la “mascota” y proclama un emocionado: ¡Viva la Democracia! Solo ha rentabilizado sus ideales con destierro; años de cárcel; penurias; sinsabores y toda clase de infortunios. Estos veteranos combatientes no representan a la verdad absoluta ni tampoco lo pretenden. Ellos simbolizan cuanto de autentica tiene la verdad: la suya. Idealistas del ayer, de izquierda y derecha, a los que la Historia les negará, a que dudarlo, su noble papel histórico. No fueron los que “encendieron la mecha” de la Guerra pero tuvieron que pagar cruelmente sus consecuencias y secuelas. Manuel pronto nos dejará y su estela bondadosa seguirá recorriendo las calles de Pino Montano. Fue fiel a sus ideas hasta el final, y en el dulzor de sus caramelos estaba la bondad personificada. Se me quejaba amargamente del trato que recibía por parte de su yerno y tenía la amarga pena de morirse sin conocer la III República (no debe preocuparse que los yernos del Rey terminarán por traerla). Lo cantaba Serrat….”Se llamaba –se llama- Manuel nació en España, su casa era de barro, de barro y caña”. En ellos la Memoria Histórica no es una Ley, sino más bien un canto a la decencia y la esperanza.

lunes, 23 de enero de 2012

Velando por Triana; velando por Sevilla



Vas cumpliendo años y observas, desosegadamente, que llevas toda una vida ejerciendo de “reivindicativo sevillano permanente”. Has reivindicado y peleado con denuedo por conseguir cosas tan necesarias para vivir como: Libertad, Democracia, Justicia Social, Igualdad de Oportunidades, Civismo, Cultura para todos, Convivencia, Tolerancia, Honradez (sobre todo en los gestores) y que tu Ciudad no sea tratada por la clase política –de todas las épocas- con un ancestral y sempiterno menosprecio y también –lamentablemente- por un buen número de sevillanos. No hay manera. Puede que seas libre (¿) y que vivas en una “Democracia” (secuestrada eso si por los poderes financieros) pero todo lo demás queda configurado siempre como asignaturas pendientes. Es como si cada mañana tuvieras que poner de nuevo en marcha el reloj de las siempre reivindicaciones sin resolver. Ya cuando tu cabeza la blanquea las nieves del Kilimanjaro es legítimo que te preguntes: ¿Cuándo podré definitivamente quitarme las pinturas de guerra de la cara? ¿Habrá que esperar a tener los brazos en cruz y que la gente te mire a través de una mampara de cristal? Personalmente no tengo reparos en reconocer que uno anda ya algo cansado de tanta pelea inútil. Buscas cívicamente con un papelito en la mano una papelera que no esté rota para depositarlo; mientras, otros tiran a la calle –junto a los periscopios de la fracasada y costosa recogida hidráulica de basura- muebles viejos, escombros y electrodomésticos en desuso sin cortarse un pelo. Te bates el cobre en defensa de tu Ciudad para que recupere su dignidad y su antiguo esplendor, y te tachan de cultureta de tres al cuarto. Se fue de la Alcaldía el “Innombrable” y llegó un político –respaldado por una mayoría absoluta, ¡20 concejales!- al que lo que los sevillanos conocen como “er Zoido”. Hasta ahora ha conseguido demostrarnos –prioritariamente- en cuantos actos se pueden estar a la vez en un solo día (el numerito fluvial portando la copa Davis por el Guadalquivir es de los que hacen época). Sevilla no avanza y con la “modernidad” le han nacido dos nuevos inquilinos para su Santoral: San Vandalismo y Santa Desidia. Ya hace tiempo que pasaron los famosos cien días y esto no tiene pinta de enmendarse. Posiblemente, cuando don Javier Arenas consiga la anhelada Presidencia de la Junta, Sevilla recupere a su Alcalde. Si cruzamos el Puente nos daremos cuenta que Triana ha sido una vez más ninguneada en sus justas reivindicaciones. El Notario Mayor de Triana, Ángel Vela, ha sido el primero (quien si no) en denunciar una nueva “Operación Camelo” con el Arrabal. Sinceramente, ya estamos cansados de tantas promesas incumplidas y de tanta “ojaneta”. Llamemos al pan pan y al vino…manzanilla. Sevilla está de pena y, Triana está peor que Sevilla. No somos gladiadores insensibles al desaliento. Tampoco “practicantes” del morboso ejercicio del masoquismo. Somos sevillanos y/o trianeros roncos de cantar por Tonás para los oidos sordos de los “nuevos señoritos” del cortijo sevillano. ¿Hasta cuando resistiremos?

domingo, 22 de enero de 2012

Martin Revuelo



Y seguimos enlutando el Flamenco con sentidas y lloradas pérdidas. Esta visto que no nos da tiempo a guardarnos el pañuelo en el bolsillo del pantalón. Me entero por “La Gazapera”, el admirado y seguido Blog flamenco de Manolo Bohórquez, del fallecimiento de Martín Revuelo. Un gitano madrileño de pura cepa y del más puro bronce de la gitanería flamenca. Casado con una de las reinas del compás, Juana la del Revuelo, y padre de Martín Chico, un guitarrista con un presente y un futuro realmente esperanzadores. Martín Revuelo formaba parte de esa noble infantería del Flamenco que posiblemente nunca figuren en los libros de Historia del Flamenco pero que, a no dudarlo, sin ellos el Flamenco no sería ni la mitad de esplendoroso que ha sido a lo largo de su devenir de soles y lunas. Descanse en paz este gran artista y mejor persona. Terminaremos visitando los Cielos de vez en cuando para saborear lo más granado de este Arte parido y amamantado en Andalucía. Si es verdad aquello de que “como muestra vale un botón”, ahí lleváis una magnifica actuación en un video que le tomo prestado a mi colega y amigo Manolo Bohórquez. Esperemos que el próximo en caer tarde una eternidad en la ecuación espacio-tiempo. Dios así lo quiera.

Tú Jane; tú Tarzán y yo…Chita



El pasado 28 de Diciembre, Día de los Santos Inocentes, en el mundo del Cine ocurrió un hecho luctuoso que, a mi entender, no ha sido suficientemente valorado en toda su dimensión por los cinéfilos: se murió “Chita” (la misma que los sevillanos conocían como “la mona de Tarzán”). Tenía ochenta años y era en realidad un chimpancé macho reciclado cinematográficamente en una mona juguetona y traviesa. Vivía en la actualidad recluida/o en una Residencia alejada de los focos del celuloide y a salvo de los acosos de los paparazzis. Los agoreros que siempre intentan despojarnos de la magia que necesitamos para vivir, dicen que es imposible que un chimpancé aguante ochenta años cuando los limites rondan los cuarenta y cinco o cincuenta años. ¡Que sabrán ellos lo que puede aguantar una estrella del celuloide! Lo dejó meridianamente claro Robert Mitchum cuando dijo: “Me dedico a una profesión –la de actor- donde los dos actores más celebres son un perro (“Rintintín”) y una mona (“Chita”). Formaban un cuarteto silvestre inseparable compuesto por: Johnny Weissmuller (Tarzán); Maureen O´Sullivan (Jane); el “Niño” (nunca supimos si fue adoptado o concebido en una salvaje noche de amor en la selva) y la “Chita”. Porque tarzanes habrá, pero como don Johnny ¡ninguno! Mis vivencias infantiles con “Tarzán de los monos” tienen su epicentro sentimental en los Cines de Verano del Prado de San Sebastián. Mi tío Víctor era el encargado de la instalación y el mantenimiento eléctrico de los mismos, y le daban un par de pases para toda la temporada estival. Evidentemente, conociendo cuanto me gustaba el Cine, me facilitaba uno de los mismos. Reconozco que aparte de “las del Oeste” y”las de romanos” las películas de Tarzán eran mis preferidas. La “Chita” (ignoro su nombre de simio macho) llegó a participar en no menos de cincuenta películas y rodó un centenar largo de anuncios, pero para los buenos cinéfilos siempre será recordada como “la mona de Tarzán”. Nunca logró superar los infortunios amorosos de su “amo” (“Tarzán Weissmuller” se casó sin mucho éxito en cinco ocasiones). La “puntilla” fue cuando supo que su “Jefe” en sus últimos años ya no podía emitir, ni en forma de susurro, su famoso alarido. Él, que había ganado como nadador cinco medallas en las Olimpiadas, ya no era capaz de lavarse la cara con las manos (“Mira que cosa más rara / una mano lava a otra / y las dos lavan la cara”). Cuando se fueron de la selva para venirse a vivir a la Gran Manzana dejaron las lianas bamboleándose en el aire. Siempre con la esperanza de que los mortales tuviéramos donde agarrarnos y poder escapar de las fieras que nos acechan. La “Chita”, o quien quiera que ocupase su lugar, nos ha dejado para siempre huérfanos de morisquetas y risas infantiles. Nos ha legado, eso si, sus inmortales películas. El Listero Mayor de los Cielos no le pondrá muchas pegas para su entrada en el Paraíso. Hizo feliz a los niños de la Generación del “pan con aceite y azúcar” y eso, queridos amigos, ya son palabras mayores.

viernes, 20 de enero de 2012

Al pie o al hueco, he ahí la cuestión



España tiene la mejor Liga del Mundo porque en ella cohabitan los tres equipos que en la actualidad tienen un mayor calado internacional. Me refiero, evidentemente, al Barcelona, Real Madrid y Real Betis Balompié. Los dos primeros “bordan” el mejor fútbol imaginable y el tercero, que es el Betis, borda los alamares del traje del infortunio. Madrid y Barça tienen las estanterías repletas de trofeos; el Equipo de Heliopólis las tiene llenas de sentimientos y nobles propósitos de enmiendas. No existe en el Mundo un Equipo de Fútbol que gane cuatro partidos seguidos y se sitúe en la cima para, posteriormente, perder seis consecutivos y colocarse en la sima. Estas peculiaridades configuran que el Betis por derecho propio sea un caso único en el mundo del Deporte Rey. Recuerdo, al principio de esta Liga, cuando el Betis lo ganaba todo, encontrarme a algún amigo bético y coincidir con él en que teníamos el “cuerpo raro” ante tantas victorias seguidas. Volvamos sobre el Madrid y el Barcelona. El fútbol que despliegan en la actualidad tiene dos alternativas conceptuales: jugar al pie o hacerlo al hueco. Guardiola apuesta decididamente por lo primera y Mauriño se encuentra más cómodo instalado en la segunda opción. Lo que resulta evidente es que con ambas fórmulas “barren” a cualquier equipo que se les enfrenta. El Madrid tiene a Cristiano Ronaldo y el Barça a Leo Messi. ¿Quién es mejor de los dos? Parece que la crítica, a la vista de los resultados, se decanta claramente por el argentino. A mí personalmente me gusta más el portugués. Lo considero más versátil en su juego pero, desgraciadamente, con una clara tendencia a “salirse” de los partidos claves. A pesar de mis muchos años de aficionado al Fútbol nunca vi jugar mejor que lo hace este Barcelona. Desarrollan lo que se conoce como el “Fútbol total” que dimana, fundamentalmente, de la Escuela holandesa. La sombra de don Johan (Cruyff) es alargada y Guardiola supo encontrar cobijo bajo la misma. Mourinho es un ganador nato y viene directamente del Fado, el vino de Oporto y de las toallas que te secan todo el cuerpo con un simple roce. Pep Guardiola procede de la burguesía catalana (la más culta y emprendedora de Europa) envuelto en la señera; al compás de la sardana, y con una concepción del Fútbol donde prevalece el talento sobre lo físico. Cuando esta vorágine de buen fútbol pase nos percataremos de la inmensa suerte de haber tenido a estos dos “monstruos” en los banquillos de la Liga española. Gracias a Luis Del Sol, mi ídolo de la niñez y, a don Alfredo, el más grande de toda la Historia del Fútbol, siempre tuve al Madrid como mi segundo Equipo. Pero este Barcelona es mucho Barcelona. Son buenos, tremendamente buenos y, además, son excelentes deportistas. Disfrutemos con ambos Equipos y padezcamos en silencio, como las hemorroides, las venturas y desventuras de nuestra singular Real Betis Balompié.

miércoles, 18 de enero de 2012

Recuerdos escolares


Mala cosa es instalarse pertinazmente en la nostalgia pero, cuando notamos el irremediable paso de los años, volver la vista atrás se nos antoja como algo inevitable. Volver a la niñez es una manera de soñar de nuevo con el paraíso perdido. La mía fue realmente pletórica en todos los sentidos. Vivía rodeado de afecto por los cuatro puntos cardinales de mis sentimientos, y la calle se me representaba como un enorme entramado donde cada día te deparaba nuevas sorpresas (unas agradables y otras no tanto). Las carencias eran suplidas por las caricias. Siempre me gustó muchísimo lo que entonces se denominaba “la Escuela” y el estudiar no me ofrecía grandes dificultades. Mi madre guardaba mis cartillas escolares y la calificación de las materias estudiadas (las “notas”) ya representaban un adelanto de mi personalidad. Eran muy buenas en lectura y escritura; pasables en matemáticas; cortitas en dibujo y, excelentes, en aseo y comportamiento. Con una diferencia de pocos metros cubrí en tres entidades mi corto periplo estudiantil: “Protectorado de la Infancia”; “Colegio San Diego” y “Mesón del Moro”. Gratísimo recuerdo el de don Carlos Alonso (San Diego) y don Miguel Sarmiento (“Mesón del Moro”). Cuando me faltaban dos meses para cumplir los catorce años de edad me pusieron a trabajar (las circunstancias mandaban sobre las ilusiones). Mi abuela Teresa ya había gestionado mi ingreso en la entonces llamada Universidad Laboral (ubicada donde hoy se encuentra la Pablo de Olavide), pero todo quedó en un loable intento. Después en clases nocturnas fui madurando al membrillo que llevaba dentro. No me arrepiento de haber trabajado tan joven, pues me hizo concebir la vida envuelta en sus miserias y grandezas. Maduré muy pronto y apareció en mi vida una persona a la que posiblemente nunca viviré lo bastante para estarle suficientemente agradecido (Manuel Alonso Hidalgo). Me enseñó tanto en lo profesional y en lo humano que en mi actual personalidad quedará para siempre un profundo sedimento de la suya. Me enseñó a cuadrar cuentas imposibles; a planificar concienzudamente el trabajo antes de desarrollarlo; me “apuntó” para que diera clases nocturnas de “Contabilidad y Organización Administrativa” en la “Academia Gorca”; también lo hizo en el “Instituto Británico” para que aprendiera inglés; me ayudó a consolidarme como bético, currista, mairenista y, lo más importante, a distinguir las aficiones de los vicios. ¡Como para olvidarme de su querida memoria! Grande, muy grande, este Manolo Alonso que vivía en la espalda del Sanatorio de San Juan de Dios, y en la cara de las personas que dejan huella de su paso por la vida. Hoy, he encontrado casualmente la foto que acompaña este “Toma de Horas” y me han venido al recuerdo momentos fugaces perdidos en la nebulosa de los tiempos. Lo decía Machado, don Antonio, en su “Recuerdo Infantil”: “Y todo un coro infantil va cantando la lección: mil veces ciento, cien mil; mil veces mil, un millón”. ¡Que lejos nos quedan ya aquellos tiempos! ¿No es verdad amigo Fali; no es verdad amigo Ángel?

lunes, 16 de enero de 2012

El Péndulo –flamenco- de Foucault

Artistas flamencos –fundamentalmente cantaores- que han configurado una extraordinaria Generación Flamenca y que, a la postre, ya han superado la barrera de los sesenta años de existencia se quejan –posiblemente con razón- de que no tienen trabajo. Nadie les reclama para actuar y están condenados al ostracismo. Hoy, en todos los órdenes de la vida, y sin menoscabo de que nos refiramos a actividades culturales, sociales y artísticas, todo, absolutamente todo, queda supeditado a la inmisericorde Ley de la Oferta y la Demanda. Esta es la Sociedad que entre todos hemos creado y ahora no vale quejarse de que impere entre nosotros el Reino de la banalidad. Es lamentable constatar que hay cantaores con un historial brillantísimo y que hoy día a duras penas llenarían el Teatro Lope de Vega. La contrapartida es que cantaores de la nueva hornada Flamenca -como por ejemplo Miguel Poveda- si los contratan tres días consecutivos en el Teatro de la Maestranza agotan todo “el papel”. Lo que no me parece de recibo es que estos veteranos cantaores utilicen dos elementos fundamentales para quejarse. Primero, reclamar ayuda vía subvenciones a la Junta de Andalucía y, después, arremeter contra los artistas jóvenes que poca o ninguna culpa tiene de esta situación. Los aficionados, o personas inquietas por la Cultura andaluza (menos de las que quisiéramos), acuden a aquellos eventos flamencos que consideran interesantes. Los artistas son Hijos del tiempo que les ha tocado vivir y cada generación cantaora siempre tuvo unos referentes sonoros. Don Antonio Chacón se subió al “carro” de Silverio Franconetti y Manuel Torre hizo lo propio con el “Fillo”. Vallejo, Marchena, Mairena y Caracol hicieron lo propio tomando el relevo que consideraron más cercano a sus postulados cantaores. La senda siguió abriendo surcos por los caminos del Flamenco y llegamos hasta nuestros días, donde los jóvenes cantaores tienen dos referente fundamentales: Camarón y Morente. Que los cantaores veteranos los critiquen por algo que ellos hicieron hasta la saciedad –imitar a Caracol y Mairena- es aparte de injusto perderse en la perspectiva de las cosas. Lo que resulta incuestionable es que cantaores de la nueva hornada tales como: Miguel Poveda, Arcángel, Mayte Martín, Esperanza Fernández, Antonio Reyes, Miguel de Tena, David Palomar, Marina Heredia….hubieran sido primeras figuras del Cante en cualquier Época del Flamenco. No se puede cantar mejor ni con mayor versatilidad. Ni todo lo antiguo es bueno ni todo lo moderno es malo por su valoración dentro de la ecuación espacio-tiempo. Lamento que los cantaores veteranos lo estén pasando mal y no dispongo -lamentablemente- de formulas mágicas para aportar soluciones que resuelvan esta cruda realidad. Pero, por favor, que dejen volar a los jóvenes en su mundo de fantasía y proyectos ilusionantes. Insisto, hemos banalizado el Arte en aras de una comercialidad que, resulta buena cuando te beneficia y mala cuando te perjudica, ha configurado que todo esté sujeto a las implacables leyes de los mercados. Utilizamos la “Pureza” como un paraguas al que solo buscamos cuando la lluvia aprieta.

domingo, 15 de enero de 2012

Bandeja de entrada



No tengo reparos en reconocer que con mi incorporación a Internet mi vida intelectual (perdón por la petulancia) cambió sustancialmente. A mí me resultó una “Herramienta de trabajo” valiosísima y se me abrieron unas expectativas hasta entonces insospechadas. La guinda al pastel me la proporcionó el nunca suficientemente querido y valorado Salva Gavira, cuando me creó un Blog para poder expresarme con absoluta libertad. Esta es una pequeña ventana que abro periódicamente al exterior para expresar y compartir mi mundo interior de opiniones y sensaciones. He podido comprobar que se asoman de manera fiel más de ciento cincuenta personas diarias. Algunas serán gente amiga y otras a las que no tengo el placer de conocer siquiera. Que tomen en consideración lo que tú piensas en voz alta, y posiblemente como lo expresas en el papel, es para mí un ejercicio de reflexión y motivo de agradecimiento. Más de ciento cincuenta “visitas” diarias las considero el número perfecto, pues si alguna vez pasara súbitamente a las mil cerraría la cerradura de mi puerta con doble llave. Nunca me fascinó la cantidad en detrimento de la calidad. Poquitos, pero sensibles con la cultura y la belleza amén de críticos con las cosas mundanas. Internet, como en todos los ordenes de la vida, es sumamente interesante cuando acertamos a la hora de elegir bien. Está llena de verdades y mentiras y, el poder delimitarlas, depende íntegramente de nosotros. Tengo una “Agenda de favoritos” a la que todavía, afortunadamente, no he precisado dar de baja a nadie e incluso, de vez en cuando, le incluyo alguna nueva incorporación. Solo atiendo los e-mail que me llegan desde esta “Agenda” y curiosamente son bastantes y de temáticas perfectamente clasificables. A saber: un tercio es –era- para darle caña al PSOE y al “ínclito” Zapatero (ya afortunadamente desaparecido en combate). Otro, con mensajes subliminales complementados con excelentes fotos paradisíacas y que son un bucólico –y bien intencionado- ejercicio de “buenísmo militante”. Filosofía franciscana en toda su pureza. El último tercio lo compone una especie de misceláneo de lo más variopinto. Videos espectaculares con acciones trepidantes en plena naturaleza. Testimonios históricos de un valor incalculable. Actuaciones musicales que te reconcilian con tu castigado espíritu. Todas las formas posibles de prevenir un infarto. Videos o fotos de países exóticos y un sin fin de situaciones que solo podrías visionarlas a través de la magia de Internet. Afortunadamente pocos, muy pocos, recibo de los que podría denominar de “mal gusto”. Tengo, sinceramente, serias dudas sobre el buen uso que se le esté dando a esta impresionante “Herramienta” (fundamentalmente en un sector nada desdeñable de la juventud). Cada día son más las personas -de todas las edades- que se incorporan a la Red y eso es una gran noticia. Es un campo sin más barreras que la que nuestra voluntad sea capaz de ponerle. En lo positivo es: Libertad, Cultura, Vertebración, Arte, Información, Conocimiento, Amistad y Comunicación. Internet o una ventana abierta hacia la emancipación.

sábado, 14 de enero de 2012

Antonio Centeno Fernández


Fue el impagable Ángel Vela quien desde su atalaya trianera me dio la mala nueva: “Se nos ha muerto Antonio Centeno. Me he enterado a través de una esquela mortuoria en el ABC”. Sabía que luchaba denodadamente contra una cruel enfermedad que siempre nos termina proclamando su triste y estéril “victoria”. ¿Dónde esta, oh muerte, tu victoria? Te apoyabas en tu bondadosa compañera Rosario; tus hijos; tus amigos que éramos legión y, Ellos, (tu Gran Poder y tu Esperanza Macarena). Vecino inmemorial de la calle Parras, donde desde los balcones del número 5, tocabas cada mañana de Viernes Santo la Gloria con las manos. Pasaba Ella en olor de multitud y ya estaba todo dicho. Eras un asiduo y fervoroso visitante del Señor de Sevilla donde, en un noble ejercicio de sevillanía, te ennoblecías tú y, lo más importante, también a nosotros. Configurabas junto a tu hermano Manolo (padrino de mis hijas y compadre del alma arañada por las ausencias) lo más selecto de los aficionados al Flamenco sevillano. Existe un azulejo en el “Cuarto de Triana” de la Peña Torres-Macarena que deja un testimonio imperecedero de vosotros. Me honraste con tu amistad y me demostraste en el día a día cuanto de positivo tienen los sevillanos de pura cepa. Me llamabas –tú sevillista de caché- para felicitarme siempre que mi Betis ganaba algo o a alguien. Tu hermano Manolo era la forma y tu el fondo. La Sevilla flamenca nunca os estará lo suficientemente agradecida. ¿Qué mas puedo escribir cuando las lagrimas que nacen del corazón te hacen ver borrosa la pantalla del ordenador? Arriba te estarán esperando la “crema” de Torres-Macarena –lo mejorcito de los aficionados sevillanos al Flamenco- representado por tu hermano Manolo; Salvador Feria y Juan Campos. Aquí nos quedamos nosotros deambulando y dando tumbos por los caminos de la pena, herederos de vuestra bondad y sabiduría. Adiós Antonio, adiós Antonio Centeno. Cuando la mañana del Viernes Santo la Macarena pase al son de “Campanilleros” por tu puerta de la calle Parras, nadie notará –salvo vosotros, los Hermanos Centeno- que la Esperanza tiene una nueva lágrima de cristal en su mejilla. Adiós Antonio, adiós Antonio Centeno, fue un honor el haberte conocido y compartir contigo un tramo de mi existencia. Ahora que estás cerca de Ellos reza por nosotros que bastante falta nos hace. Tiempos duros estos donde ya cuesta cargar con el pesado saco de la orfandad sobre nuestras espaldas. Te debo una borrachera de vino y cante por los gratos momentos compartidos. Te tendré informado a través de Ellos, para que comparezcas fiel a tus insobornables principios de sevillano formal. Adiós Antonio, adiós Antonio Centeno.

viernes, 13 de enero de 2012

Por su impunidad los conoceréis



Son las 17 horas de un viernes 13 de Enero del 2012. Viernes y 13 para más señas. Hace unas horas que se ha conocido la “sentencia” para los imputados del asesinato (¿o se murió ella sola?) de Marta del Castillo y, sinceramente, la misma no me ha producido la menor de las sorpresas. Una vez más -¿y van?- lo justo y lo legal caminan por caminos diametralmente opuestos. Estuve esta mañana por la Colegial del Salvador viendo al Señor de la Pasión en el Altar Mayor dispuesto, ¡majestuosamente!, para su Novena. Le he pedido con toda la fe de la que soy capaz por la familia de esta pobre muchacha. ¡Cuánto dolor impunemente acumulado! Se nos dirá que todo se ha desarrollado dentro de la más estricta legalidad. Puede que sea cierto, pero nuestros cimientos de honrados padres y abuelos se tambalean ante tanta ignominia y perversión. Solo propongo un ejercicio de reflexión: donde dice Marta pongamos a nuestras Maria del Carmen; Lucía; Alicia; Verónica; Rosa; Sofía….y extrapolemos este inmenso dolor al epicentro de nuestros corazones. No nos engañemos: votando políticos no podemos resolver ninguno de nuestros problemas domésticos. Ni aquellos que conciernen a nuestra maltrecha economía y, mucho menos, tampoco los que nos introducen en el laberinto de la pena amarga. Cuando alguien dijo aquello de: “Todos somos Marta” literalmente lo clavó. Lo triste es que no todos somos jueces (ni tampoco banqueros). El abuelo de Marta (un Abuelo Coraje, sin entrecomillado y en mayúscula) sigue buscando con sus “colegas” los restos de su querida nieta. Ya no le queda en la vida nada más importante que hacer. Estamos como estamos y extrañarnos de lo que nos pasa es lanzar un brindis al sol. Acabo de ver una encuesta –sobre la sentencia- de urgencia realizada en la edición digital del “Diario de Sevilla” y los datos son demoledores: un 98 % la considera totalmente injusta; mientras que el 2% restante la considera justa. Existen días, y hoy es uno de ellos, que cuesta hasta trabajo respirar un aire tan fétido como el que nos rodea y asfixia. No pedimos que impere la “Ley de la selva”, pero tampoco que siempre se nos vayan “de rositas” las fieras más sanguinarias. Todo ha sido legal: vale. Todo dentro de la Legislación actual: conforme. Pero si ese es el calado y significado de nuestra “Justicia” actual, algo está fallando estrepitosamente en nuestra maltrecha y descolorida “Piel de Toro”. Mi más sincero apoyo, y el de mi familia y amigos, para esta familia que hoy han conocido en sus vidas el sabor amargo de la pena negra: la que resulta de la impotencia. Paciencia –si esto fuera posible- Antonio y Eva. Paciencia Abuelo Coraje. Paciencia a todos vosotros, huérfanos sin uno de noviembre donde depositar flores. La nuestra hace tiempo que la finiquitamos con un cartel que decía: “Cerrado por liquidación”.

La vida secuestrada



Las lenguas viperinas de mi Barrio decían que cuando nació la matrona le dijo a su madre: “Dolores, has tenido una soltera”. Su padre, un primate que tenía como profesión la de Ordenanza del Ayuntamiento y, de vocación, la de canalla inmisericorde, no se le ocurrió ponerle otro nombre que el de Soledad. Fue la menor, y la única hembra, de una camada compuesta de cuatro hermanos. Era algo mayor que yo y vivía en la calle Lirio (donde tuvo sus orígenes la Sociedad Protectora de Animales, y donde vivió don Diego Martínez Barrios que, como Presidente de la República, intentó en vano frenar los ímpetus guerreros de tantos animales sueltos). La madre de la “Sole” tenía lo que de siempre se ha conocido como una “mala salud de hierro”. Postrada en la cama vio desaparecer a toda una Generación (la suya), mientras su hija, Soledad, atendía padres y hermanos en cuantas faenas domésticas precisaran. Siempre que me la encontraba en la Plaza de las Mercedarias procedente de la Carbonería de la calle Levíes me paraba a hablar con ella. Fundamentalmente por dos razones: por gustarme su compañía (era lo que se conocía entonces por “un guayabo”) y por darle “por culo” al cabrón de su padre. Lo que no supe hasta muy tarde es que sus “coqueteos” con los niños/muchachos de su edad eran severamente reprimidos por el Ordenanza de obediencia palaciega, reciclado en un despótico amo de ordeno y mando hogareño. Invitarla a salir era más complicado que pedirle a un banquero un préstamo con un interés bajo. No tenía tiempo más que para dedicárselo a padres y hermanos. Así pasaron los años hasta que nos llegó la “Desamortización de don Gregorio Cabeza” (que se ganó en vida la Gloria por su comportamiento hacia los más desfavorecidos) y nuestro Barrio (fundamentalmente los “Corralones”) se fueron despoblando lenta pero inexorablemente. Soledad se fue y, a diferencia de la Penélope de Serrat, no se si “anduvo sentada en la Estación, con su bolso de piel marrón, esperando el primer tren y meneando el abanico”. Ya no volví a tener noticias suyas y nunca más tuve la ocasión de volver a verla. Se fue como el humo de los trenes antiguos: perdiendo su negrura al evaporarse mezclada con el aire. Sabía, eso si, su nombre completo, pues una ahijada de mis padres fue compañera suya de “banca” en el Colegio Mesón del Moro (versión niñas). Lamentablemente, hace muy pocos días tuve noticias suyas. Fue debido a mi inveterada y masoquista costumbre de leer las esquelas mortuorias del ABC. Allí figuraba la “Sole” en un postrero adiós a la Ciudad y a la vida. Decía así: (“Rogad a Dios por el alma de la señorita doña Soledad….….. Falleció en Sevilla el día 10 de enero de 2012, a los 67 años de edad…….. Sus hermanos….…., sobrinos…. Y demás….). Así que la “Sole” se había muerto “señorita” (soltera) y posiblemente sin compromiso. Me la imagino en sus últimos años criando sobrinos y teniendo que soportar que algún hermano le recriminara “que salía muy poco”. Vivió –en la parte que la conocí- secuestrada por unas circunstancias que marcan para siempre a las victimas inocentes. Ignoro si fue feliz o si llegó a conocer el amor. Quiera el de San Nicolás que así fuera. No es justo que una vida esté ya secuestrada desde la infancia por las coyunturas familiares. De lo que estoy completamente seguro, es que allí donde vaya la “Sole” –que a no dudar será la Gloria- ya no volverá a coincidir con el “Ordenanza”. Ve con Dios Soledad de soledades. La vida no te dejó ni tan siquiera la posibilidad de Indignarte. ¡Que cosas, Dios mío, que cosas!

miércoles, 11 de enero de 2012

Por los servivios prestados



Parece ser de una lógica aplastante que las Listas electorales de los distintos Partidos la compongan personas de reconocida capacidad en sus áreas profesionales (asumiendo que algunos políticos tienen como profesión eso: la Política). Esto debía ser de obligado cumplimiento fundamentalmente en las Municipales. Se trata, en definitiva, de gestionar en primera persona unas Áreas Sociales, Urbanísticas y/o Económicas donde la preparación profesional se nos antoja como algo absolutamente imprescindible. Son muchos millones de euros procedentes del trabajo y el esfuerzo de muchísimos ciudadanos como para ir “aprendiendo” sobre la marcha. Pero evidente y lamentablemente las cosas no siempre funcionan así. Los Partidos –fundamentalmente uno que ustedes y yo conocemos- confeccionan las Listas bajo los criterios emanados de los Distritos y su vital importancia en el recuento de votos. Se colocan en puestos claves a algunos militantes cuyo principal mérito son “los servicios prestados” al Partido a lo largo de los años. No se confeccionan por tanto las Listas –ni las Torpes- buscando la eficacia sino el complacer a la “militancia de base”. Resulta obvio que no se puede nombrar, para gestionar grandes recursos económicos, a un sindicalista liberado cuya profesión –tan digna como cualquiera- era la de electricista de mantenimiento en una fábrica. Para hacerlo se ven obligados a contratar a una cohorte de asesores que provocan una gran sangría en los presupuestos aparte de, en no pocas ocasiones, darle “carrete” al responsable del Área en cuestión. Son ya muchos los ejemplos contrastados en ese sentido como para no cuestionar rotundamente esta forma de “elección” de candidatos. Al final, como no podía ser de otra manera, nos cuesta siempre el dinero a los ciudadanos. Uno de los lemas de los “Indignados” del 15-M dice: “Que no, que no, que no nos representan”. Esto resulta evidente que es cierto: solo se representan a ellos mismos y a los Partidos que los “colocan” en puestos para los que carecen de formación. La Democracia, a que dudarlo, está herida de muerte y sanarla no va a resultar una tarea fácil. Mientras los demócratas no guardemos en el “Baúl de los Recuerdos” nuestro bagaje sentimental y votemos –o no- buscando la verdad y la transparencia poco bueno podemos esperar. Hoy los postulados ideológicos de los Partidos son contradictorios y nadie sabe ya donde ubicarse. Cambiar el sentido del voto o hacerlo en blanco –opción que hoy considero fundamental- no debía significar un trauma sentimental para nadie. Resulta complicado al día de hoy aclararnos sobre quienes son “los nuestros” y quienes son “los contrarios”. Las Finanzas han terminado de enterrar las ideologías en el Cementerio de la ambigüedad. Cada uno tiene perfecto derecho a seguir auto-engañándose el tiempo que considere oportuno. Pero, a no dudarlo, estamos en una carrera contra reloj donde los problemas empezarán a solucionarse con cambios individuales profundos. Ya los martillos no encuentran puntillas por clavar; ni las hoces espigas para cortar. Los puños hace tiempo que se abrieron para “coger billetes” y la rosa se murió de pena en la tumba de Pablo Iglesias. La Gaviota se marchó llorando por los mares, comprobando que hay conservadores españoles a los que solo les interesa “conservar” la pobreza. Querer verlo o no verlo, he ahí la cuestión.

lunes, 9 de enero de 2012

Los Caminos del Señor…empiezan en Enero



Los días de Enero ya tampoco son los de antaño. Antes había que recorrer este largo mes con los bolsillos vacíos después de tanto gasto realizado. Era lo que se conocía como “la Cuesta de Enero”. Lo hacíamos resignadamente y sin grandes sobresaltos. Siempre con la resaca de los hermosos días transcurridos. Estábamos más tiesos que una mojama pero que nos quitaran lo copiosamente bebido, comido y/o regalado. Ahora y motivado por la Crisis vivimos todo el año instalados en la Cuesta… del Rosario. Intentamos, inútilmente, llegar desde el Salvador hasta la Plaza de la Pescadería sin conseguir traspasar el hermoso umbral del azulejo del Cristo del Amor. No hay manera de arribar hacia la luz azul y plata que desde la atalaya de San Nicolás de Bari desprende la Candelaria. Estamos –o mejor nos tienen- atascados y vivimos inmersos en un sin vivir repleto de vicisitudes. Ya las rebajas con los bolsillos exhaustos tienen muy corto recorrido comercial. Los precios están por los suelos pero, lamentablemente, nosotros estamos todavía algo más bajo. Pero Enero, afortunadamente, trasciende y vence con su eterno resplandor a los fugaces reflejos de los escaparates. Ya es Historia, noble y hermosa Historia sevillana, el Quinario del Señor de Sevilla. Esta Ciudad no podía empezar el año más que rindiéndole pleitesía al que vive y recibe en la Plaza de San Lorenzo. Después, y sin solución de continuidad, empieza en el Divino Salvador la Novena al Señor de la Pasión. Momentos pasionales de magia compartida junto a gente que sienten, lo que yo siento, sin necesidad de vacuos alardes sentimentales. Sabemos que Él nos convoca en torno a su mesa para que hagamos propósito de enmienda y llenemos nuestros corazones de nueva savia renovada. Apasionarnos con Ellos es la mejor forma de sentirnos vivos. Gran Poder y Pasión; Pasión y Gran Poder, como los máximos exponentes de un Jesús sevillano incardinado en los sentimientos más nobles de la gente. Uno, es el Señor de Sevilla por así determinarlo la devoción de sevillanos y sevillanas a lo largo de los siglos. Otro, es un referente inexcusable cuando intentamos buscar la paz espiritual y un poco de respiro que palie nuestras ajetreadas vidas. Esa es la diferencia: el Gran Poder nos da consuelo y Pasión nos da sosiego. Enero arranca en sus primeros días rindiéndole culto a quienes mejor representan el barroco más excelso. La simbolización en noble madera celestial de la egregia figura de Jesús de Nazaret. Es difícil, tremendamente difícil, imaginarlos fuera del contexto urbano de la Ciudad. Fueron creados para que Sevilla tuviera unos referentes sentimentales atados a sus tradiciones más nobles. Generación tras generación han sido miles y miles de sevillanos los que se han acercado al encuentro del Señor de Sevilla. El Señor de la Pasión, pausadamente y gota a gota, se nutre de Sevilla –nutriéndonos a los sevillanos- desde la divina mansedumbre de su rostro. Marcan desde los umbrales de Enero los preámbulos mágicos de la siempre soñada primavera sevillana. Son dos que, a la postre, se transforman en uno. Entre Juanes anda el juego. Maestro, un Juan (Martínez Montañés) y, alumno aventajado, otro Juan (de Mesa). Pasión y Gran Poder para explicarnos rotundamente la Teología popular a través de la gubia.

En Ellos todo tiene y cobra sentido. Con Ellos los Caminos del Señor dejan de ser inescrutables para convertirse en senderos de Gloria sevillana. Avanza Enero y ya vuelve, una vez más, a ponerse en marcha el Círculo mágico de la Ciudad. Todo nuevo y todo eterno a la vez. La hermosa Historia interminable.

domingo, 8 de enero de 2012

El incienso embriagador



Hace algo más de dos meses, el Consejo General de Hermandades y Cofradías (¿se dice así?) nombró como Pregonero de la Semana Santa del 2012 a don Ignacio Pérez Franco. No tengo el gusto de conocer a este señor como me ocurre con muchas de las personas que pululan en torno a nuestra Semana Mayor. Leo en Internet que está muy vinculado a la Hermandad del Baratillo y que es abogado de profesión. Nada que objetar al nombramiento, Dios me libre, y tan solo desearle el mayor de los aciertos para cuando deposite las Tapas –del Pregón- en el atril del Maestranza. Sinceramente y a riesgo de parecer reiterativo, no me encuentro muy interesado por los aspectos cotidianos que rodean a nuestras Hermandades y, bien lo sabe Dios, no se trata de una falsa pose de intelectual estirado. Sinceramente, no me interesa si tal o cual Hermandad ha variado de capataz, o si al final no se ha llegado a un acuerdo con determinada Banda para que acompañe a una imagen concreta. Por extensión, considero irrelevante a quien se nombre como Pregonero de nuestra Semana Santa. Un buen Pregón alimentará en positivo –como uno malo en negativo- los preámbulos cuaresmales, pero nunca la sustancia eterna de lo que se nos avecina. ¿Qué de todo tiene que haber en la Viña del Señor? Incuestionablemente, pero cada uno debe –o debería- moverse en aquellos terrenos donde considere que sus pasos son más firmes. Saber de todo es el camino más corto para al final no saber de nada. Para mí la Semana Santa es Tradición, Sentimiento, Belleza Estética y, fundamentalmente, Fe. Sin ella todo lo demás quedaría enmarcado en una racionalidad y/o vulgaridad que casi siempre termina por apartarse –apartarnos- de Dios. De las Hermandades a las que pertenezco es en la de Pasión donde verdaderamente me siento más integrado, tratando de estar informado de sus avatares cotidianos. Asisto puntualmente a sus cultos internos y visito con regularidad a Quien me nutre de sosiego desde la Capilla Sacramental. Un día me preguntó un amigo intimo si me consideraba un buen cofrade, y le contesté que incluso no sabría concretar si simplemente lo era. El Pregón de nuestra Semana Mayor creo sinceramente que se ha magnificado en su proyección Política/Social y se ha desnaturalizado en su principal cometido: la Exaltación de la Semana Grande de la Ciudad. Si cuantificamos el número de personas que acuden esa mañana al Maestranza y le añadimos los que siguen el Pregón por la Radio, o a través de alguna televisión local, ¿de que porcentaje de sevillanos hablamos? Si al día siguiente se hiciera una encuesta por el Centro de la Ciudad (por las Barriadas de la periferia ya ni les cuento) y se les preguntara a la gente que le ha parecido el Pregón, a no dudar la gran mayoría respondería: ¿El Pregón, que Pregón? La grandeza de la Semana Santa sevillana está en su complejidad y en conseguir armonizar de manera equilibrada sus múltiples formas de entenderla y/o interpretarla. Si el Pregón no existiera habría que inventarlo. Pero, a que negarlo, tampoco peligraría nuestra Semana Mayor si desapareciese. Suelo verlos y posteriormente los leo –no todos- con cierto interés. Algunos son magníficos; otros regulares y, no pocos, manifiestamente mejorables. Pero si cada pregonero pone pasión y verdad en su cometido declamatorio, poco o nada habría que objetar. Ser él en definitiva al margen del “que dirán”.




No quiero entrar en los “filtros” inquisitoriales que se han creado para constatar los perfiles de posibles pregoneros pues me daría para otro Toma de Horas. No me gusta esa fórmula de expedir pasaportes de buenos o malos cristianos. ¿Lo hizo acaso Jesús de Nazaret? Me contaron, personas de incuestionable crédito, que hubo alguien muy conocido de esta Ciudad que mandó al Consejo un jamón y una caja de Marqués de Cáceres para postularse como Pregonero.

Creen firmemente, embriagados por el incienso, que el Pregón lo escucha esa mañana Mister Obama con sus asesores mientras desayunan en la Casa Blanca. O que la Señora Merkel queda esa mañana con Sarkozy para disfrutar del Pregón en compañía de sus respectivos cónyuges. Conozco el caso de un Pregonero (omitiré su nombre por razones obvias) que era todo afabilidad en nuestros encuentros callejeros, y después de dar el Pregón ya te saludaba con cierto distanciamiento. En fin, esto forma parte de la idiosincrasia de esta Ciudad donde el ombliguismo tomó siempre cartas de naturaleza. Lo dicho, toda la suerte del mundo a don Ignacio Pérez Franco, que lo disfrute sobre todo él y de paso que haga disfrutar a los “pregonófilos”. Quede tranquilo que en las entrevistas posteriores en la Puerta del Maestranza todos coincidirán en que ha sido un magnifico Pregón. Nunca entendí como en el Santoral sevillano no figurase nunca, Santa Ojana de la Coba.

viernes, 6 de enero de 2012

Ilusiones orientales



Lo se porqué me lo contaste, que estos Reyes iban a ser especialmente complicados en tu casa. El mayor de tus hijos está por tierras australianas buscando entre canguros saltarines lo que aquí se le niega: trabajo. Tu hija y su marido, tu santo yerno, están parados y tienen serias dificultades para sacar adelante a sus dos hijos, tus nietos del alma. Siempre fuiste un luchador de luchas sin finales y en ti tomó cuerpo el espíritu de la solidaridad. Te conozco muchos antes de conocerme a mi mismo. Me conoces con anterioridad a que yo te conociera. Tú, formas parte del reducidísimo número de gente que realmente me conoce. No es fácil conocer a alguien que tiene tantos flecos de complejidad como un mantón de Manila. Pocos me conocen en profundidad y pocos sois aquellos que os adentráis libremente por los vericuetos de mi alma. De entre los que me van quedando, y quiera Dios que por muchos años estáis: tú; mi hija Alicia; Miguel Ángel de Cortefiel; Santi de Pasarela; Paco “el Relojero”; Salva Gavira; Eduardo, “Conde de Gambrinus Coronado” y poco más. Nos vimos la última vez en la cola de un Belén en plena Plaza de San Francisco. Después nos tomamos una copa espaciada para contarnos los dimes y diretes de nuestra actualidad más palpitante. Te noté seriamente preocupado por el desarrollo de los acontecimientos mas recientes. Intentas, me dijiste, estirar tanto tu congelada Pensión que ya la pobre no da más de sí. Me dijiste algo antológico:”Juan Luis con una sola manguera no se puede apagar el fuego de un rascacielos”. Preveías unas Navidades algo tristes por la ausencia de tu hijo, José Antonio, y, lo más preocupante, por la situación de tu hija. Me dijiste –tú que eras el optimismo personificado-: “Curiosamente Juanlu, nuestra generación arrancó con “el pan con aceite y azúcar” y, posiblemente, apuremos la recta final de nuestras vidas con el mismo condimento alimenticio”. Te animé cuanto pude y me puse a tu disposición para todo aquello en que pudiera ayudarte. Hoy, sin saber exactamente el motivo, me he despertado en este Día de la Ilusión acordándome de ti. Se, de primerísima mano, que sus Majestades no han pasado de largo por la casa de tu hija, y que tus nietos han podido comprobar la esplendida bondad de unos Reyes que unen cada año Oriente con Occidente. Se bebieron la correspondiente copa de anís (creo que de “Marie Brizard”); se comieron mantecado y medio y, los camellos se bebieron medio cubo de agua. Se que cuando me veas me dirás cariñosamente: “Que pedazo de mamón eres”, y nos abrazaremos conjurándonos en el tiempo. Esta caterva de “buitres encorbatados” nos ha robado nuestro sosiego y el futuro de nuestros hijos. Que no nos roben también la sonrisa de nuestros nietos. Viven instalados en la frialdad de los números, fundamentalmente en los que nutren sus abultadas cuentas corrientes, y se han llevado nuestras vidas como la noche se lleva las últimas luces de la tarde. Pero tú y yo sabemos que no podrán con nosotros. Ellos tienen el poder y nosotros la razón. Razonemos pues como “arrancarles” democráticamente su despótico poderío. Quieren que seamos espectadores de una función donde ellos –los únicos actores- se llevan íntegramente el importe de la recaudación.

Juega hoy, Día de la Ilusión, con tus nietos. Mañana Dios dirá y nosotros aplicaremos lo que Él nos diga. Su Hijo lo dejó claro cuando anduvo por aquí: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Pero a mí me parece que a esta “plebe” lo de allí arriba les importa un ca….Viven placenteramente contando el botín, fruto de lo sustraído a la gente. ¡Feliz Día de Reyes! (incluyendo a los republicanos).

miércoles, 4 de enero de 2012

Celtiberia Show



En la recordada y nunca suficientemente valorada revista “Triunfo” existía una Sección antológica titulada “Celtiberia Show”. La gestionaba el no menos recordado, Luis Carandell, periodista de pura raza y, hoy, lamentablemente, por causa de la tecnología en vías de extinción. Ya nada es lo que era en lo bueno; aunque existe una pertinaz continuidad en lo malo. Los periodistas –salvo honrosas excepciones- están tan digitalizados como los medios para los que trabajan. En esta Sección que les comento de la desaparecida Revista “Triunfo” (Celtiberia Show), el Maestro Carandell reflejaba a través de documentos originales las peculiaridades de lo intrínsicamente español. Folletos, estampas religiosas, esquelas mortuorias, felicitaciones navideñas o anuncios publicitarios como ejemplos paradigmáticos de una España surrealista, esperpéntica y con una dosis de machismo difícilmente digerible con los prismas actuales. Luis Carandell se limitaba a reproducir fielmente el “material” que les mandaban desde distintos puntos de España con ligeros comentarios sobre los mismos. Prefería que fueran estos –los documentos originales- quienes hablaran por si solos. Se editó un libro con lo mejorcito del “Celtiberia Show” y, después de varias ediciones, con un éxito de ventas impresionante. Recupero a través de Internet algunos ejemplos de la celtibérica España profunda. Empecemos por un “Decálogo de Novio y Novia que hizo furor en aquella época. El punto 6º del referente a la Novia decía: “No tentarás a tu hombre con tus posturas, con tus vestidos ni con nada de nada”. El punto 4º del relativo al Novio argumentaba: “Honrarás a “su” padre y a “su” madre, que te la criaron y te la guardaron guapa y pura”. Otro ejemplo. Cito textualmente a continuación la felicitación navideña del Conserje del Cementerio de Villena: “El Conserje del Cementerio de…le desea unas felices Pascuas de Navidad y Año Nuevo, y al mismo tiempo una larga vida, si necesitas de mis piadosos servicios; y en Navidad y en el Año que empieza felicidad y prosperidad”. Otra de un Catedrático de la Universidad de Madrid: “D_____Catedrático de……..Comunica a su distinguido amigo D________que su recomendado, el alumno D_______ha sido aprobado en la asignatura de__________ “. La última para evitar el cansaros. En una estampa de una Santa se nos dice: “Esta Santa es especialista tan solo en pequeños milagros. Se exige un donativo que será devuelto si el milagro no llegara a realizarse. Por las muchas peticiones pendientes hasta dentro de un par de meses no se podrán apreciar los milagros solicitados y su posterior realización”. Aquí tenemos los antecedentes “Corteinglinescos” del “Si no queda satisfecho le devolvemos su dinero”. Tiempos aquellos que, curiosamente, podríamos retrotraer a nuestra moderna Sociedad. Distintos trajes pero la misma Dama: nuestra España. Leía hace no mucho en un Diario de los considerados estrictamente serios y, más concretamente en su sección de “Contactos” lo siguiente: “Se ofrece para caballero educado y formal joven universitaria, recatada y muy viciosa” ¿Caballero, educado, formal, joven, universitaria, recatada y muy viciosa? Aquí algo no cuadra. Cito un anuncio aparecido en el Diario “El País” de mediados del pasado Octubre: “Del amor por la oración, de la necesidad de poder rezar cuando y donde quiera, y poder hacerlo acompañado a diario con la voz del beato Papa Juan Pablo II ha nacido el Rosario Electrónico. ¿Por qué no regalarle a su familia un rosario práctico para recordar los misterios de la vida de Jesucristo y, al mismo tiempo, unir su oración al Santo Padre? (…….) (………)


“Es fácil de usar, portátil y resistente a los golpes. Además dispone de una calidad de audio excelente, con botones en relieve, función de apagado automático y notificación de voz para los días de la semana”.

Así que, “menos lobo caperucita”, que esta España nuestra sigue, aunque nos duela, anclada en lo que el Juan de Mairena machadiano definía como: “Una mezcla de fanatismo y superstición milagrera”. Siempre nos resultó más cómodo y aplicable el Cristianismo de los gestos que el de los hechos. Varían los tiempos; varían las modas; varían los conceptos pero, ¿en verdad han variado en este país algunos comportamientos? Posiblemente si o posiblemente no. No olvidemos que a estas alturas todavía no hemos conseguido descifrar si a “La Parrala” le gustaba o no le gustaba el vino.

martes, 3 de enero de 2012

La primera en el….alma



A “Melchor Chico” portador de los inigualables genes de Enrique.


No ha hecho más que empezar este desosegante 2012 y ya los flamencos tenemos que sacar de nuevo nuestro ropaje de negro luto: se ha muerto el guitarrista marchenero Enrique de Melchor. Cuando son las 18 horas de este tres de enero me llama un amigo madrileño para darme la mala y triste noticia. Abro presuroso Internet y ya el luctuoso acontecimiento ocupa las páginas de la mayoría de las ediciones digitales de los periódicos. Omitiré, por sobradamente conocidas, las extraordinarias cualidades musicales de este genio criado –artística y humanamente- a la sombra de su padre, el gran “Melchor de Marchena”. Configuraba junto a Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar y Víctor Monge “Serranito”, el “Cuarteto de Alejandría” de la guitarra flamenca contemporánea. Incuestionable es que, de los cuatro, era Enrique quien mejor acompañaba con su esplendida sonanta al buen Cante. Caracol; Menese; Lebrijano; Antonio y Manolo Mairena; la Perla de Cádiz; Chiquetete; Pansequito; Camarón; Morente; Fosforito…. y, un largo compendio de primeras figuras del Cante, representan un fiel testimonio de nuestra rotunda afirmación. Enrique tenía 61 años y llevaba ingresado unos días motivado por la reproducción de un cáncer del que fue operado hace unos años. Alternó sus actuaciones con tareas de producción y con algo de lo que se sentía especialmente orgulloso: su Tienda de Guitarras en los Madriles de sus amores y desvelos. Luto grande en Marchena; luto grande en Andalucía; luto grande en España y, luto insufrible en el alma de los buenos aficionados. Cuantos tuvieron la suerte de conocerlo dan fe de que junto a un artista inconmensurable habitaba una extraordinaria persona. Insisto, mal empezamos el año con la desaparición de este marchenero universal. Su toque de acompañamiento, “mamado” de la escuela única e imperecedera de su inmortal padre, nos reconciliaba con el mejor de los Cantes soñados. Era todavía joven y con muchos acordes por enseñar a las generaciones venideras de futuros guitarristas. En el más noble rincón de mis recuerdos flamencos, una noche en el Festival de Mairena, donde los duendes de la Soleá de Alcalá afloraron en la garganta de Manolo Mairena y el toque de acompañamiento de Enrique. Como diría el Poeta de Orihuela….”Temprano levantó la muerte el vuelo”. Llore Marchena; llore Andalucía; llore España y, lloren por las esquinas de los pueblos andaluces las mujeres enlutadas portadoras de la pena amarga. ¿Qué mal hemos hecho para que Dios nos quite los Enriques flamencos a pares? Existen días en que uno ya no sabe que decir y mucho menos que escribir. Estamos –y vivimos- a salto de mata entre pena y pena. Dios te guarde amigo Enrique y marcha tranquilo a los Cielos portando tu magistral guitarra enfundada. Nosotros la sacaremos cada vez que necesitemos escuchar como debe sonar una sonanta para acompañar al buen Cante. Mi abrazo solidario a tu gente y a Marchena. Mañana me dirá mi espejo si mi edad espiritual coincide ya con la física. Sinceramente, me estoy temiendo lo peor.

lunes, 2 de enero de 2012

Surcos de caminos andados



Este desosegante y lleno de incógnitas 2012 es todavía tan solo un “niño” con pocas horas de vida. No es plan por tanto de darle todavía mucho “la vara”. Dejémosle crecer que los sobresaltos ya le llegarán (a él y sobre todo a nosotros). Cuando arrancamos nuestro deambular bloguero por el ya finiquitado 2011 nos presumíamos que todavía nos esperaban meses de autentica zozobra. No nos equivocamos en absoluto sino que, muy al contrario, nos quedamos cortos en nuestros pesimistas pronósticos. La cruda realidad nos mostró que nuestras vidas y depauperadas haciendas están en manos de usureros sin escrúpulos. Supimos, que existen en EEUU, Agencias ¡privadas! de Calificaciones Socio-Económicas donde determinan a través de sesudos análisis el grado de “salud financiera” de cada país (incluyendo, lógicamente, los de la Vieja Europa). ¿Para que sirven pues esta cohorte de políticos europeos que “ganan” sueldazos de vértigo? ¿Cómo es posible que ni las “Agencias” ni los distintos Organismos europeos detectaran a tiempo lo que “se nos venía encima”? ¿Quién cojones manda hoy en el mundo? ¿Dónde tenemos que pedir el necesario “Libro de Reclamaciones”? Vivimos, o mejor padecemos, un ciclo histórico que ni los analistas más sesudos son capaces de determinar como –y cuando- terminará. Nos han hundido el barco y encima nos han dejado solos en cubierta después de robarnos los botes salvavidas. Piratas del Caribe navegando por los Mares del Sur y contando en sus camarotes las monedas de oro fruto de su rapiña. No necesitan patas de palo. Tampoco parches que le cubran un ojo. Ni garfios metálicos que sustituyan a un brazo perdido en los abordajes. No beben ron a golpe de garrafa, ni tampoco desean reencontrase con las prostitutas en las malolientes cantinas de los puertos. No, estos llevan ropas de diseño, masajistas privados, “cariñosas” secretarias y, tienen colgados en sus confortables aposentos cuadros de pintores famosos. Son mala gente que envilece el nombre de los verdaderos piratas de las películas de nuestra niñez. Pero, dejemos correr los días que tiempo tendremos este año de “cabrearnos”. Tampoco es plan de amargarle a nadie la digestión de los momentos felices pasados hace muy poco. El afecto, siempre el afecto, presidiendo mesas y vidas. La Navidad pasa a una velocidad de vértigo y un Villancico así lo atestigua desde siempre: “La Nochebuena se viene; la Nochebuena se va y nosotros….” ¿Nosotros?, nosotros estamos hasta los huevos. Cuantos momentos de felicidad hayamos acumulado con los nuestros será el mejor “botín” que un día nos llevaremos. Ayer empezó el Quinario del Señor de Sevilla y eso, si me lo permiten, son palabras mayores. Con su divina providencia este año mi hija tendrá su segundo hijo y yo seré ya abuelo por partida doble. Mientras que este “Trinitario”, al que conocerán los anales sevillanos por Salvador Gavira, no se me aburra, seguiremos tomándoles las horas a esta Ciudad de nuestros amores y desvelos. ¡Feliz 2012! y, a seguir abriendo surcos por los senderos de la vida y las cosas. Suerte, mucha suerte.