lunes, 13 de diciembre de 2010

El Rey Melchor





A pesar de las inminentes fiestas navideñas este Toma de Horas no va dedicado a aquel que encabeza el mágico Trío de Oriente. Creo, si no me falla la memoria, que era de los tres el que portaba el oro para rendir pleitesía a quien estaba destinado a ser Rey de Reyes. No, este Rey Melchor nació en la incomparable localidad de Marchena en 1907 (allí donde el Arte sale a tu encuentro sin necesidad de buscarlo en templos y palacios), y falleció en la Villa y Corte de este inmenso terruño de mares y sierras llamado España en 1980. En los papeles civiles quedó registrado como Melchor Jiménez Torres y en los anales del alma de los flamencos puros como: Melchor de Marchena. Hermano del Bizco y de Chico Melchor. Padre del insigne Enrique de Melchor (del que otro día hablaremos largo –de compás- y tendido –en la playa donde arriban los sueños de los grandes flamencos-) y abuelo de Melchor Chico, ultima y sabrosa incorporación a la Bejazz marchenera, que ata armoniosamente en el pentagrama del alma los aires musicales sureños de Andalucía y Nueva Orleáns.


Guitarrista preferido de los tres “monstruos” del Cante Jondo como fueron, Pastora “la de los Peines; el genio de la Alameda, Manolo Caracol y, el insigne Maestro de los Alcores, Antonio Mairena. Desarrolló este genio marchenero de la sonanta su vida artística en los Madriles. Fue principalísimo guitarrista del Tablao “Los Canasteros” y recorrió España y América con las Compañías de Manolo Caracol y doña Concha Piquer. Grabó con los más exquisitos del Cante y siempre gozó del respeto y la admiración de sus compañeros de profesión.


No tengo reparos en afirmar que posiblemente estemos ante el Tocaor flamenco que mejor ha sabido acompañar el Cante. Lo mecía y la cuidaba como una madre balancea suavemente la cuna de su hijo. Hago mía pues las palabras que sobre él dijo Ricardo Molina: “A la cabeza de esa media docena de primera fila estimamos que está el maestro Melchor de Marchena. Su lenguaje es la guitarra. Su idioma son esos toque de siguiriyas, de bulerías, de tangos, de soléa, de alegrías, de Levante, que él sabe interpretar magistralmente”.

Comparto plenamente con algunos estudiosos que su valía flamenca no ha sido considerada en toda su magnitud. Tampoco debe resultarnos extraño, cuando todavía en esta tierra se le sigue negando el pan y la sal a Manuel Vallejo. A Melchor se le concedió en vida la máxima distinción que la Cátedra de Flamencología de Jerez le concede a un guitarrista (1966). Poco más estimaron oportuno premiarle para enriquecer su currículo artístico y su hermoso legado flamenco.


El querido y hermosísimo pueblo de Marchena ha tenido la suerte de parir al mejor Artista de la Historia del Flamenco, don José Tejada Martín “Niño de Marchena”, y a la guitarra cumbre del toque de acompañamiento, don Melchor Jiménez Torres “Melchor de Marchena”. Debería pues cuidar con esmero el hermoso legado cultural y sentimental de estos dos baluartes del Arte Jondo.

Vivimos inmersos en una tormenta que no cesa propiciada por mercaderes, políticos corruptos y usureros inmisericordes. Hoy más que nunca necesitamos nuestra diaria ración de alimento espiritual. Para identificarnos nos han convertido en una letra que remata los ocho números de un control rutinario. En los dígitos escalonados de una cuenta corriente que siempre está padeciendo penurias y sinsabores. En una tarjeta que tiembla cada vez que la introducimos en la boca de un cajero automático. Menos zapateros y más zapatos. Menos Ibex 35 y más toques por Soleá de Melchor. Solo nuestra alma nos acompañará cuando emprendamos el viaje de los que nunca retornan. Portarla llena de sensaciones y emociones es cosa nuestra en vida. No sería mala cosa que la Gloria fuera un símil del pueblo de Marchena, y que su banda sonora fuera la Soleá de José Illanda en la voz de Pepe Marchena y acompañada por el toque de Melchor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico artículo, me sumo a todo lo que has escrito vd. maravillosamente.
Creo que Marchena tiene una deuda pendiente con sus gentes del flamenco que la han hecho conocida en el mundo entero.
¿Para cuando una casa museo del flamenco? con presencia de sus artistas.
Un saludo y felices fiestas desde Marchena.