lunes, 30 de noviembre de 2009

Juventud, divino tesoro.


( Al joven candelario Jesús de la Salud Fernández )

En la actualidad, fundamentalmente en el campo profesional de políticos, sociólogos y educadores, se tiende –entiendo que de manera equivocada- a generalizar los problemas. Que dicho sea de paso es el camino más corto para no resolverlos. Es, utilizando el argot popular, lo de “tirar balones fuera”. Concretando en lo que a la problemática de la juventud se refiere siempre se dice: “la culpa es de los Padres”, o bien….”la verdadera culpable es la Sociedad”. Craso e interesado error, aparte de que “meter” a toda la juventud en el mismo saco es además de injusto una verdadera barbaridad.

Vamos a tratar de sistematizar someramente estos tres conceptos. Es decir: Padres, Sociedad y Juventud. Sobre las primeros es obvio el determinar que ser Padre no es una licenciatura. Ni un don del cielo (que también puede serlo en algunos casos ) y mucho menos un status social. Ser Padre/Madre es –o más bien debería ser- la mayor responsabilidad que una persona contrae consigo misma y con los demás. Hemos alumbrado a un ser cuyo comportamiento, futuro y bienestar va a depender en gran medida de nuestra entrega, sacrificio y de los valores cívicos y éticos que seamos capaces de transmitirle. Es, sin duda, la mayor responsabilidad que contrae un ser humano y la contradicción estriba en que puede ser padre -me refiero biológicamente claro está- cualquier impresentable fértil y con una rabo entre las patas. Una persona carente de principios, viciosa o inmoral, ¿qué puede aportar como padre, caso de que se estrene en esta materia? . La paternidad responsable solo puede estar al alcance de personas responsables. Lo demás es confundir al personal con cuentos chinos. Cuando un político argumenta en una tertulia sobre los problemas de la juventud actual y nos dice que:…..” los padres son los primeros que deben tomar cartas en el asunto”. ¿A cuáles se refiere¿ …¿A los que agreden a sus esposas en presencia de sus hijos pequeños cuando llegan borrachos?. ¿A los que tiran el dinero del futuro de sus hijos en vicios inconfesables?. Resumiendo: los padres son personas y de su sentido de la ética y el deber contraido dependerá su capacidad para desarrollar tan difícil y compleja tarea.

Vamos con la Sociedad. Ahí como cantaba Carlos Mejía Godoy uno se “sulibeya”. Siempre recurriendo a lo mismo. Es decir:…”que si “la Sociedad es la responsable de tal o cual cosa”…. “que es la Sociedad la que debe responsabilizarse para solucionar el problema”. ¿Y quién es la Sociedad?. Estamos hablando de un Ente abstracto. Pues la Sociedad se diluye y se vertebra en Entidades (políticas, sociales, gremiales, recreativas, culturales o religiosas) y en ciudadanos de todo signo, comportamiento y condición. Por tanto: ¿a quién nos dirigimos cuando genéricamente citamos a la Sociedad?. ¿A todo este conglomerado?. Es decir cuando se permite la botellona (con una Ley en vigor que prohibe beber en la vía pública) en detrimento de la libertad de algunos vecinos a descansar; ¿tiene la misma responsabilidad el Ayuntamiento de Sevilla que la Hermandad de los Servitas o el Club Natación Sevilla?. Cuando un “cafre” araña con una llave el lateral de un coche, destroza impunemente el mobiliario urbano, tira bolsas de basura en plena calle o comete “cívicamente” las tropelías que le salen de los ……., ¿debemos sentirnos responsables todos los demás ciudadanos?
Sinceramente creo, y me duele decirlo, que hay un interés programado en embrutecer al personal. Estamos instalados en un permanente estado de camelo. Guerra sin cuartel y marginación a los libre-pensadores. No interesan los reflexivos y “preguntones”. ¿Qué padecemos graves problemas en nuestros aconteceres diarios?. Pues nada se utilizan dos recetas. La primera es que:….“este problema ya está en estudio y en un futuro tendrá la solución adecuada”. Se trata siempre de salvar el hoy con el mañana. Para la segunda receta dirán:…. . “es la Sociedad en su conjunto quién debe resolver este espinoso tema”.

Nada nuevo bajo el sol. Vivimos y padecemos una ciudadanía adormecida por los cantos de sirena de la clase política y los ideólogos de la “Caja tonta”. No nos engañemos. No tenemos ni fórmulas ni ganas para vertebrarnos e implicarnos socialmente, y así poder impedir algunas “barrabasadas” por todos conocidas. Vamos cada uno a “nuestra bola” y así nos luce el pelo (al que le quede).


Por último al definir a la Juventud, así globalmente y sin más especificaciones, somos seriamente injustos y estamos jugando con fuego. No estamos hablando de un colectivo con los mismos intereses y perspectivas. Existen jóvenes ( y jóvanas que hay que ser políticamente correcto) que trabajan, estudian y están llenos de inquietudes culturales. Saben divertirse sin molestar a nadie ni caer en malos rollos. Son generosos, solidarios y respetuosos. Yo conozco a muchos y estoy completamente de acuerdo con los que afirman que estamos ante la juventud (un sector) más preparada de toda la Historia de este país nuestro (los llamados JASP).


Evidentemente por desgracia, para ellos y para todos nosotros, están los que sólo viven para el despilfarro del dinero (que otros ganan por ellos) y que hipotecan seriamente su salud con la inmisericorde cadena del alcohol y las drogas. Algunos son inútiles potenciales y cuyas señas de identidad se manifiestan a través del vandalismo y la violencia. ¿Que tendrían en común estos dos grupos tan antagónicos?. Pues la edad, solo la edad. La juventud que unos viven ilusionados ante un proyecto de futuro y otros dilapidan desde el pasotismo más negativo. Lo que los sociólogos observan y analizan es que cada día estos dos grupos están mas distanciados. ¿Qué otra cosa puede esperarse?. Los primeros ya han aprendido en sus cortos años lo perniciosa que pueden ser las “malas compañías” (en Sevilla estamos padeciendo estos días la búsqueda –larga y eterna- del cuerpo asesinado de una muchacha víctima de esta gentuza). Hoy ser jóven y no identificarse con alguna de las llamadas tribus urbanas es motivo de desconfianza y rechazo. Aquellos que de verdad estudian o trabajan (o las dos cosas a la vez que haberlos haylos) no necesitan mas clasificación que la que marca la honradez, la voluntad, la decencia y las ganas de vivir a tope su juventud sin quemarse en el camino. Dicen algunos políticos:….”no se puede criminalizar a la juventud” y cabría preguntarles…¿Y que herramientas utilizáis para reconducir esta nefasta situación?. ¿La permisividad mas paternalista? (ojo yo no quiero mas palos que el de la cucaña de la Velá trianera), y terminan diciendo: …”no se puede culpar sólo a los jóvenes de los males actuales de la Sociedad”. Ya estamos como siempre, hablan de los jóvenes en plural y como colectivo con los mismos intereses y no podía faltar de nuevo la manida y socorrida Sociedad

Seamos moderamente optimistas. Apoyemos a la juventud cuanto podamos, pero no vivamos en una disculpa permanente fruto de una progresía de salón.

viernes, 27 de noviembre de 2009

El mantoncillo en la playa

Andrés se rascaba parsimoniosamente la coronilla mientras que, a través de la ventanilla del autocar del Imserso, veía pasar una multiforme hilera de olivos. Desde que era niño el viajar siempre le producía una cierta sensación agridulce. Era una mezcla de melancolía y gozo difíciles de explicar. La simple idea de morirse fuera de Sevilla le obsesionaba al paso de los años. Pasaban por su memoria -entremezclados en el tiempo- episodios ya vividos. Todas las etapas de su vida formaban un calidoscopio que le hacían acometer los viajes como un proceso de meditación sobre su existencia.

Había enviudado a los 73 años después de una extensa vida en común con su amada esposa Carmen. Fueron años difíciles llenos de fatigas, sinsabores y alegrías. Convivieron 50 años donde ni un solo día el almanaque de su cariño pasó una hoja en blanco. Tuvieron cuatro hijos; tres varones y una hembra, cuyas raíces hicieron crecer con las lágrimas del sufrimiento, el sudor del trabajo y el gozo de amar y sentirse amado. Felices estaban de la mágnifica cosecha que habían sembrado en su hogar.

Ahora, mientras sonaba el monótono runruneo de la calefacción del autocar, pensaba que sin Carmen ya nada sería lo mismo. Cerró su casa al sol y a las esperanzas y empezó un largo peregrinar por los hogares de sus hijos. Todos se desvivían en atenderle pero su risa forzada apenas podía disimular un estado general de tristeza. Sus nietos le animaban a que saliera con asiduidad. Que intentara distraerse y aprovechase que su estado físico en general era todavía bastante bueno. Todo era inútil. Se refugiaba durante largas horas en la lectura -la gran pasión de su vida- y tan solo salía esporádicamente a visitar alguna exposición de pintura o a la proyección de alguna película, otra de sus grandes aficiones.
Por eso no lograba todavía comprender como su amigo Ramiro había logrado convencerle para que se apuntase a esta excursión del Imserso a Málaga. Toda una semana en la Costa del Sol. ¡Precisamente allí, donde pasó sus momentos más felices con Carmen¡

Conforme el autocar se adentraba en tierras malagueñas no pudo evitar sentir un escalofrío que le recorría el espinazo. Tan solo con pensar que estaba a pocos mínutos del mar –la mar que diría Alberti- se le formó un nudo en la garganta.
Cuando se encontraba meditando si no habría sido un error el venir donde le aguardaban tantísimos recuerdos, notó sobre su hombro la mano amiga de Ramiro, quien con su habitual lenguaje le decía:…..”Espabila coj…. que ya hemos llegao”.

Se instalaron en un bello hotel muy cercano al mar. Dado que era época invernal se encontraba ocupado casi en su totalidad por extranjeros y personas de la llamada Tercera Edad. Aquellos a los que Ramiro gustaba denominar: “maduritas interesantes que le ponen a los maduritos la tensión alta”. Ocuparon la misma habitación y se esmeraron en colocar parsimoniosamente sus ropas en un ropero empotrado del cual pendían numerosas perchas. Fue entonces la primera vez que Andrés rió de buena gana desde su salida de Sevilla ante la ocurrencia de Ramiro que dijo :…”joé, cabemos a diez perchas por camisa”.
A la mañana siguiente, cuando Ramiro despertó, notó sobresaltado que Andrés ya no estaba en su cama. La ropa estaba perfectamente estirada y daba la sensación de que nadie hubiera dormida en ella aquella noche. Recordó que al final de la cena Andrés le dijo que se retiraba a descansar, pues había sido un día intenso de kilómetros y emociones. Fueron inútiles los intentos de Ramiro para que se quedase a tomar una copa. No había forma humana ni divina de tratar de convencerle de que se divirtiera y que hiciera volar los pajarillos negros de su cabeza.

- Diviertete tú y estate tranquilo que yo estoy bien……, le dijo a su amigo mientras se encaminaba con paso rápido y firme hacia su habitación.

Ramiro era viudo al igual que Andrés pero tenía una filosofía bien distinta de la vida. Decía que había que vivir por los que ya no podían hacerlo. Tanto empeño puso en sus “vivencias” que en la Asociasión de Pensionistas de la Gran Plaza le pusieron “el Ave”. Ya que prometía a sus conquistas: velocidad, seguridad, confort y rapidez en sus relaciones. Caso de no “cumplir con lo prometido” devolvía en el acto el billete de amor y pasión que había recibido de ellas.

Había subido a la habitación del hotel bastante tarde y con algunas copas de más. Se acostó sin encender la lúz para no molestar a Andrés y ni se percató si este estaba en su cama. Se vistió con rapidez pues su ausencia le tenía ciertamente preocupado. Bajo apresuradamente por las escaleras al vestíbulo sin esperar siquiera al ascensor. Una vez allí preguntó al recepcionista si había visto a su amigo.

- Sí, salió muy temprano y le ví dirigirse a la playa…….le contestó este.


Apretó el paso y salió del hotel como una bala mientras jadeante murmuraba entre dientes:…..” Joé, a ver si este capullo me la juega”. Cuando por fin divisó el mar se tranquilizó. Allí en la orilla estaba Andrés. Tenía los brazos caidos sobre el cuerpo y sostenía en su mano derecha un mantoncillo blanco cuyos flecos rozaban la arena humeda. Su mirada melancólica se perdía en el horizonte.

- Andrés cojo… donde te metes, que me has dao un susto de muerte…. le dijo Ramiro acercándose.


Al llegar a su altura observó que tenía los ojos humedecidos y una extraña sonrisa de felicidad iluminaba su rostro.


- La he visto Ramiro, ha estado aquí conmigo… dijo Andrés.

- Venga hombre tranquilizate que vas a perder la cabeza…. contestó Ramiro.

Andrés hizo una breve pausa victima de la emoción y prosiguió:

- Mira sus pisadas en la arena, se acaba de volver al mar.
Ramiro bajó lentamentte la mirada y efectivamente ante su sorpresa observó una hilera de recientes pisadas. Nacían donde Andrés y terminaban justo en la orilla. Eran de un pie menudo y descalzo. Indudablemente de una mujer. Tragó saliva e intentando reponerse cambió de tercio y le dijo tartamudeando preso de los nervios :

- Bueno, yyy que tetete ha dicho.

- Poco y mucho querido amigo. Que nuestro amor ha sobrepasado la barrera del tiempo. Que solo muere lo que ya vivió muerto. Que si quiero verla con frecuencia lo tengo muy fácil. Que la busque en la risa de su nieto Luis o en los ojos de su nieta Laura….

- ¿Y ese mantoncillo te lo ha dado ella?...... preguntó Ramiro.

- Si, lo llevaba puesto cuando la conocí en la Fería de Mairena. Pues así quiere que la recuerde: jóven, hermosa y con su risa de cascabel que contagiaba con solo oirla…… le contestó Andrés.

Ramiro le agarró cariñosamente por el brazo y haciéndole girar se encaminaron de vuelta al hotel. Andaban parsimoniosos sin notar siquiera el frío de la mañana. “El Ave”, mientras observaba con ternura a su amigo Andrés, se rascó ostensiblemente la cabeza mientras exclamaba:

- Co.., pues si que estamos distraidos los de la Tercera Edad.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Maruja “La Petenera”

En la provincia de Cai
ha nacio la Petenera,
en un pueblo que le llaman
Paterna de la Rivera.



Se miró con un rictus de amargura en el desconchado espejo que colgaba de la pared de su modesta habitación en aquella triste Pensión de mala muerte. Se dijo para sus adentros mientras se pintaba los labios de un rabioso carmín:…”si es verdad que quien tuvo retuvo yo debo ser la excepción que confirma la regla”. Luego se sentó a los pies de su ya ordenada cama y se enfundó lentamente unas medias ortopédicas color carne, que tenían como finalidad aliviar y tapar los estragos de las varices y la artrosis en unas piernas, que en otra época fueron la envidia de muchas mujeres y la admiración de muchos hombres. Luego se puso –no sin cierta dificultad- unos zapatos de medio tacón y a tomarle el pulso a la fría mañana callejera.

Era una prostituta a punto de cumplir los 70 años de edad y con un amplio historial de ilustres amantes que perdieron la hacienda y la cabeza por ella. Hoy Maruja era tan sólo un fantasma callejero que se ofrecía –para poder subsistir- a cualquier precio para “la limpieza de sables” o cualquier apaño en forma de masturbación. Un antiguo camarero de las “7 Puertas” le dijo un día al verla deambular tristemente por la Alameda: “Ay Maru, si tu chocho hablara con lo que tu has sido. Quien te ha visto y quien te vé, ayer comiendo en palacios y hoy pidiendo pá comé”.

Maruja Fuentes de las Lágrimas, llegó a Sevilla procedente de su pueblo natal de Paterna de la Rivera un 19 de febrero de 1941. Tenía 19 años de edad y era de una belleza deslumbrante. Un Don Guido machadiano de su pueblo natal se encaprichó de ella y la acosaba de todas las formas posibles. Era el cacique principal de Paterna y negarse a sus turbios deseos era poner en peligro el pan de toda su familia. Estábamos en los durísimos años de la postguerra y los vencedores en los pueblos eran los amos de vidas y haciendas. Sólo quedaba una sola y difícil solución: quitarse de en medio cuanto antes. La Duquesa de Paterna de Rivera, señora de gran corazón y nobles intenciones, la recomendó a la Casa de unos parientes de Sevilla, los Marqueses de la Fresa Verde. Una mañana de un inhospito febrero tomó Maruja el autobús que tres veces por semana hacía la ruta Paterna-Cádiz-Sevilla. Lo que ignoraba es que ya solo volvería a su pueblo natal en dos ocasiones: las mismas que se necesitaron para darle cristiana sepultura a sus progenitores.

Llegó a la mansión de los marqueses sevillanos para “servir” (así se llamaba entonces lo que hoy se conoce por Servicio Doméstico). Tuvo una buena acogida y quedaron todos prendados de su lozana y turbadora belleza y sus buenos y educados modales. Allí pasó cuatro años hasta que ocurrió un acontecimiento que la dejaría marcada para siempre. Se enamoró del hijo de los marqueses. Un atractivo “balaperdía” asiduo visitante de todos los garitos nocturnos sevillanos, y que estaba dispuesto a dilapidar la fortuna de sus padres por la vía del vicio y las juergas nocturnas.


Amigo y mecenas de toreros, cantaores, bailaores, guitarristas, prostitutas de lujo y tahúres, era siempre bien recibido en ventas y colmaos por lo espléndido de su comportamiento a la hora de gastar.

Pues en esta “pieza” sevillana fue a depositar Maruja su corazón y sus ilusiones de mujer joven. Pasó lo inevitable: la dejó embarazada y ante la polvareda que se levantó en la Casa y en un ejercicio de canallismo integral, él le negó la mayor. Argumentó ante sus padres que el niño no era suyo y que solo se trataba de un ardid de Maruja para “engancharlo”. Los marqueses no dudaron ni un instante de la palabra de su”niño”y pusieron a la infeliz muchacha de patitas en la calle. Ya lo demás estaba todo previsto de antemano. Ante un pajaro tan hermoso los cazadores no perdieron la ocasión de capturarlo para sus jaulas de oro. Empezaron a ayudarla en su período de gestación colmándola de atenciones. Le buscaron un piso en una zona céntrica y esperaron pacientemente a que se produjera el parto. Tuvo una hermosa niña. De tal palo tal astilla. Después la convencieron para que –dado que no podía cuidarla- la dejara en el Convento de las Hermanas Carmelitas Descalzas de la vecina localidad de Ecija. Ya tendría tiempo de recuperarla más tarde. Nunca más supo de ella y se comentaba que la habían cogido en adopción una familia madrileña.

Y ya empezó a rodar el mágico y falso mundillo de la noche para Maruja. El mundo a sus pies. Lujo y derroche a discreción proporcionados por una cohorte de amantes compuesta de: toreros, terratenientes, flamencos famosos, futbolistas de relumbrón y ricos empresarios de nuevo cuño. Vista Alegre, el Guajiro, Viña Blanca y la Parrilla del Hotel Cristina eran sitios frecuentados con sus amantes ocasionales. Aquellos que se deshacían en toda clase de regalos y mimos hacia su persona. Los camareros la trataban como una reina ante la avalancha de dinero que siempre presagiaba su presencia.

Pero el tiempo termina marchitando la belleza, y los estragos del desenfreno en noches interminables terminaron de hacer el resto. Pasaron los años y aquellos que pusieron el mundo a sus pies hoy ni tan siquiera se molestaban en saludarla. Ya sólo era una pobre puta sesentona que vagaba por las esquinas de la Alameda en busca de cualquier cliente ocasional. A más años menos cotización. ¡Ni la prostitución se escapa de la ley capitalista de la oferta y la demanda!.

Sólo consiguió que un hombre la comprendiera y mitigara su dolor. Cada mañana cuando salia de la Pensión de la calle Relator iba a visitarlo. Siempre a primera hora. Cruzaba lentamente la Alameda hasta Conde de Barajas y al final, desembocaba en la Plaza de San Lorenzo. Entraba en la Basílica y se sentaba al fondo a la izquierda intentando pasar desapercibida. Allí le rezaba en silencio. No se atrevía a acercarse más al Señor, por no molestarlo con su pecadora presencia. Un día, armándose de valor y aprovechando que la Iglesia estaba vacia, se acercó a besar su divino talón. Se preparó un blanco pañuelo para que sus labios -donde la lujuria tomó tantas veces carta de naturaleza- no mancillaran el Pié del Señor de Sevilla.

Cuando apoyada en la barandilla enfilaba el último escalón, y fatigosamente alcanzaba la espalda del Gran Poder, observó con estupor que el pañuelo había desaparecido de su mano. Miró el talón del Hijo de Dios y vió como por el mismo corría un fino hilo de sangre. Lo besó amorosamente sin tapujos y se bajó por la escalinata con los labios rojos de ternura, clavel y carmín. Se apoyó cansada y presa de la emoción en el azulejo de la Esperanza Macarena y exclamó para sus adentros:



Padrenuestro que estás en los cielos
Santificado sea por siempre tu nombre;
Divino Redentor que mitiga el desconsuelo
Tú eres el mejor nacido entre los hombres.



Nota: Por respeto he cambiado los nombres de esta triste Historia. Maruja existe. Su Historia también. El Señor de Sevilla es quién solamente puede hacer creíble este sentimental episodio sevillano.

Y otra: La Petenera es un estilo del Flamenco –que como tantos otros- sustenta su origen entre la Historia y la Leyenda. Se le atribuye a José Rodríguez Concepción “Medina el Viejo”, nacido a mediados del siglo XIX. Apartada de su repertorio por algunos cantaores gitanos supersticiosos que consideraban que el cante por Peteneras traía “mal bagío”. Curiosamente una gitana genial como “La Niña de los Peines” fue la máxima exponente de este “palo” flamenco. Igualmente genial la versión que el añorado “Naranjito de Triana” hacía de este cante. A Maruja le puso “La Petenera” un guardacoches –antiguo legionario- de la Alameda de Hércules. Este estilo del Cante Flamenco siempre tenía letras alusivas a una mujer fatal:

Quién te puso Petenera
no te supo poner nombre,
que debía haberte puesto
la perdición de los hombres.

O esta otra de corte más trágico:

La Petenera se ha muerto
y la llevan a enterrar.
No cabía por la calle
La gente que iba detrás.

lunes, 23 de noviembre de 2009

El Chips de la Memoria.



La Memoria. El eclipse de la luz de la Memoria. Poder recordar los episodios vividos. Exprimirlos con lo dulce de la naranja y lo amargo del limón. Alguien dijo que:….”vivir es recordar”. Bien cierto es. Montamos nuestro entramado cultural y sentimental con los recuerdos. Intentamos que prevalezcan los bueno e iniciamos un camino con la esperanza de alcanzar una meta llamada Felicidad.

Decía el Poeta del Palacio de las Dueñas:



Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.


Caminante no hay caminos
Sino estelas en la mar……



Poco sabemos lo que no espera en nuestro deambular por los senderos de la vida. Para los creyentes estará siempre en manos de Dios. Los que no lo son dirán que todo lo marca el Destino de cada uno. ¿Dios?. ¿Destino?. ¿Cómo se establece la diferencia ¿. En definitiva, fuerza ajenas a tu capacidad de decidir que al final determinarán tu dosis vivencial de felicidad y tragedia.


Las tres preguntas de la filosofía clásica siguen tan vigentes como siempre. Es decir: ¿de donde venimos?. ¿Para qué estamos aquí? . ¿Y hacia donde iremos?, cuando solo seamos rescoldos de la memoria. Mientras respiramos y pisamos esta injusta corteza terrestre, elaboramos nuestro proyecto de futuro con dos elementos: el Pasado y el Presente. Debemos vivir “con” los recuerdos y no “de” los recuerdos. Aprendemos de nuestros errores y nos congratulamos de nuestros aciertos. Tropezamos en piedras donde antes lo hicieron otros y donde volverán a tropezar otros muchos. Que nadie escarmienta en cabeza ajena es una rotunda verdad.


Pero, ¿y cuando se nos desconecta el chips de la Memoria?. Los médicos a esto le llaman Alzheimer y es uno de los grandes males que aquejan a nuestra Sociedad. Pierdes progresivamente la noción del tiempo. Terminas por no identificar ni a tus seres más queridos. Lentamente te vas evadiendo del entorno más cercano para entrar en un universo interior donde no caben los recuerdos. Solo comes, duermes, te medican y preguntas con las misma ingenuidad de un niño de pocos años.


Recientemente en mi entorno familiar estamos viviendo un caso de estas caracteristicas. Más doloroso por tratarse de quien representa para todos nosotros nuestro mayor referente moral, vivencial y espiritual: nuestra madre. Con 97 primaveras a sus espaldas ha entrado en un proceso irreversible donde todo es confusión y olvido. Aquí más que de Alzheimer podemos hablar de que todo es producto de su avanzada edad y la tremenda lucha que tuvo que librar para sacar a sus hijos adelante. Hay días buenos y días malos. En los buenos con que te llame por tu nombre y se muestre alegre ya te das por satisfecho.


Todos tienen un elemento en común: la bondad que desprenden sus miradas. Los cuidamos con mucho esmero independiente que puedan valorar nuestra entrega amorosa. Al final, la memoria (que ellos ya no tienen) es lo que nos hace recordarlos como abuelos o padres honrados, trabajadores y llenos de sacrificio para darnos una vida mejor. Ellos han terminado por olvidar quienes somos nosotros, pero nosotros sabemos muy bien quienes fueron ellos.


Recuerdo un día del pasado Otoño, que estando visitando al padre de un amigo que tenía Alzheimir en fase muy avanzada, escuchamos en la cercanía el ensayo de una Banda de Cornetas y Tambores. Este nos dejo perplejos. Tocándose sus labios con el dedo índice nos conminó a que callaramos. Lo miramos con asombro y nos dijo de una manera muy tenue……” ¿hoy es Domingo de Ramos?. Para tí ya para siempre. Para nosotros posiblemente una sola vez al año.


Mientras la Medicina investiga y logra avances para atajar este mal, no los dejemos solos. Colaboremos con nuestro mayor empeño solidario y afectivo. Recordaba en el pasado Toma de Horas del lunes que alguien escribió:



Dale limosna mujer
que no hay en la vida nada
como la pena de ser
ciego en Granada.


Bien cierto es pero….. ¡ y vivir en Sevilla sin el chips de la Memoria ¡.

viernes, 20 de noviembre de 2009

El Retorno.



Cuarenta, fueron cuarenta largos años los que pasó en tierras catalanas.

Al poco tiempo de terminar la “mili” pensó que Sevilla no le ofrecía muchas posibilidades de futuro tanto en lo laboral como en lo personal. Así que sin pensarlo dos veces una mañana se embarcó por tren hasta Barcelona. Allí tenía un amigo que trabajaba en la Costa Brava y que le decía permanentemente que en Cataluña era verdad lo de atar “los perros con longaniza”.

Después de un viaje interminable en “El Catalán” arribó a la Estación del Norte. Como decía Machado iba …”ligero de equipaje” y con la ilusión a flor de piel.
Cuatro cosas dejo en Sevilla que mantendrían viva a la largo de los años sus raices sevillanas. A saber: su familia, los Toros, el Equipo de sus amores que era el Sevilla y su Hermandad del Cachorro.

No le fue fácil abandonar el arrabal trianero. Atrás quedarón los juegos infantiles en la Plazuela, los amores de juventud y aquellas Velá de Santa Ana con sus baños en el río.

Los primeros años de “exilio” fueron duros. Añoraba su tierra y el frecuentar círculos andaluces no hacía más que avivar la llama de la melancolía. Comprobó in situ que los tópicos son medias mentiras que se asientan sobre medias verdades. Se fue adaptando poco a poco a su nueva vida. Conoció a Clara una joven catalana de clase media-alta de una belleza deslumbrante. Al poco tiempo se casaron. Sus hijos llegaron con “un pan debajo del brazo”. Mejoró ostensiblemente su situación laboral. Con esfuerzo, dedicación y una buena dosis de talento llegó a crear en la Costa Brava una red de Agencia de Viajes.

Con solo tres excepciones motivadas por fuerza mayores, no faltó ninguna Semana Santa al reecuentro con sus raices. Llegaba a Sevilla el Jueves Santo por la mañana y se volvía a Barcelona el Domingo de Resurrección. Como cita obligada veía a Pasión por la calle Francos. La Entrada de los Negritos. La Salida de la Quinta Angustia desde la Magdalena. Ya de madrugada no se perdía al Señor de Sevilla por Molviedro. La Entrada de los Gitanos en Campana. Este glorioso recorrido lo remataba en la antigua cárcel del Pópulo ante la Esperanza Trianera.

El Viernes Santo a cumplir con el mágico ritual soñado todo el año. Se vestía con su túnica en casa de su hermana en el Barrio León. Marchando posteriormente, con los pulsos a mil por hora, en busca del crucificado de Ruíz de Gijón y de la Señorita del Patrocinio.

Todos estos bellos momentos los compartía con su amigo Santiago. Formaron pareja en la procesión durante cuarenta años. Pasaron de nazarenos-adolescentes a nazarenos-abuelos sin que mermaran su fe y sus ilusiones.

Todo iba a consumarse en su periplo catalán. En un año se jubiló y perdió a su compañera del alma. Sus hijos estaban emancipados y formaban parte de la tierra que una mañana él pisó por primera vez en la Estación del Norte. Ya era abuelo por partida doble.

No lo pensó dos veces. Se volvía a Sevilla definitivamente. Reunió a sus hijos y les dio una noticia ya por ellos presentida y asumida: regresaba a Triana a beberse su último sorbo de existencia terrenal. Antes de partir se dio un reposado, largo y sentido paseo por Las Ramblas barcelonesa y susurró al compás de Soleá alfarera:


Tu vienes vendiendo flores
las tuyas son amarillas;
las mias de tos colores.


Compró un apartamento en la zona de Los Remedios. Una mañana, ya con el pelo blanco y cuarenta años mas, embarcó su equipaje y tomó un vuelo (esta vez solo de ida) que le llevaría al epicentro de sus raices y sentimientos ancestrales. Pensaba mientras volaba: mejor terminar como Juncal viendo la Maestranza desde la calle Betis que ante una bella puesta de sol en la Costa Brava.

En el aeropuerto sevillano le esperaba Santiago. Soltó su bolsa de viaje en el suelo y se fundieron en un largo y sentido abrazo.

Ya en el coche ambos sonrieron socarrones como cómplices satisfechos. Ninguno necesitaba preguntar:…¿A dónde vamos?. Esa pregunta ya la respondían cada tarde del Viernes Santo. Se fueron del tirón al Patrocinio a postrarse antes los pies del Cachorro y la Señorita de Triana. Al igual que un día Tarradellas cuando volvió a su tierra dijo…..”ya sóc aquí” (ya estoy aquí) él tambien diría en Triana …..”y yo también”.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La soledad del corredor sin fondos


Ocurrió durante la tragedia del Tsunami que arrasó la mágica ciudad de Nueva Orleans. La cuna de la música afroamericana quedó devastada por la implacable fuerza de la Naturaleza. Lo que os relato a continuación lo ví en televisión. Ocurrió lo siguiente: las aguas habian inundado las calles de la mitica Ciudad del Jazz. Parecía una réplica sureña de la Venecia italiana. Todo lo que se divisaba era destrucción y caos. Una lancha-patrulla de la policia navega por las improvisadas calles convertidas en canales. Están avisando a los pocos vecinos que permanecen en sus casas que las tienen que abandonar, dado que hay delincuentes que se dedican al pillaje. Se acercan a una esquina donde un hombre está asomado a su terraza con el agua prácticamente a sus pies. Es una imagen singular. Nuestro hombre tiene una camiseta de tirantas que se supone que alguna vez fue blanca y un pantalón vaquero sucio y roto por las rodillas. Su enorme perro tiene la cabeza apoyada en la barandilla. Con su mano derecha sostiene una garrafa de wisky y en la izquierda un rifle que apoya sobre su hombro. Cuando la policía le insta a abandonar su casa dado que corre peligro su integridad por la subida de las aguas y los delincuentes, este mueve la cabeza negativamente. Le dice a la policía:…..”de mi casa no me mueve nadie. Si vienen a por mí este (señalando el rifle) les dará la bienvenida”. El cámara que acompaña a la lancha-patrulla toma una imagen alejándose de la casa y se observa como este Robinson Crusoe sureño le pega un“lingotazo” a la garrafa de whisky, luego la deja en el suelo y acaricia la cabeza de su perro.

Otra: estamos en Rosario (Argentina) en plena crisis del “corralito” argentino. Hay una auténtica batalla campal en la calle entre manifestantes y policias. Un cámara de televisión se acerca peligrosamente a la reyerta y entrevista a un manifestante. Este tiene el torso desnudo y no hay un solo centímetro de su piel sin tatuar. Tiene el pelo largo y sujeto con una cinta en la frente. Empieza a hablar de las causas que económicamente han originado esta situación. Con una precisión digna de Oxford nos habla del PIB, de Balanzas de Pagos e inflacciones varias. Le pide al reportero que lo disculpe un momento. La cámara lo sigue y oberva como se enfrenta a palos con varios policias a los que hace retroceder. Como si tal cosa vuelve a situarse ante la cámara y continua su documentado discurso económico/político/social/financiero sobre los responsables de la crisis que arruinan a un país con tantos recursos naturales como Argentina. ¡Alucinante!.

Son sólo dos ejemplos (entre cientos) de unos especimenes humanos intemporales en la relación espacio / tiempo. Antes, cariñosamente, se les conocía por los”colgaos”, pero dada la triste connotación que a este término le ha proporcionado el terrible mundo de las drogas, yo los denomino los últimos heroes urbanos. Escriben su propio guión al margen de cualquier convencionalismo social. No están sometidos al yugo del trabajo y tampoco evidentemente a las obligaciones sociales ni tributarias. Comentan que ya tienen bastante buscándose la vida en el duro día a día sin robar ni pedir nada a nadie, para encima mantener a los parásitos. Son anarquistas en estado puro que dejarían sin argumentos al mismísimo Bakunin. Forman una parte indisoluble de nuestra cotidianidad y configuran la sal de la Tierra. Nos recuerdan la parte ms noble y valiente que tienen los seres humanos y cómo se pueden capear los peores temporales con un par de c……..
Desgraciadamente muchas veces los miramos por encima del hombro como si al relacionarnos con ellos pudieran contaminarnos. ¡Ojalá!, pero no caerá esa breva. Sevilla ha sido pródiga en este tipo de personajes y sin dudar todos hemos conocido a alguno en nuestro entorno más cercano. Posiblemente el famoso Loco Amaro represente la cima de estos singulares personajes sevillanos. Busquen el enorme placer de leer sus famosos discursos donde no dejaba titere con cabeza.


Mención aparte merece la excelsa figura del rockero sevillano Silvio. Un músico y cantante a la altura (sin desmerecer un ápice) de las grandes figuras del rock. Su profundo amor por Sevilla le hizo renunciar a una fulgurante carrera musical tanto a escala nacional como internacional. Era adorado en nuestra Ciudad donde siempre encontraba un hueco en la barra de un bar y un hombro amigo donde apoyarse. Vivía tanto en lo personal como en lo artístico a su manera. Es decir: vivía a lo Silvio. Afortunadamente ya tiene calle en Sevilla que perpetúe su memoria.


En mi Barrio convivo con uno que es un fiel representante de estos seres humanos tan peculiares. Se llama Fernando. Vive solo con su perro. Curiosamente cuando lo saca a pasear el canino siempre camina un metro detrás de él. Los dos andan iguales. Con pasitos cortos y rápidos. Sus comentarios políticos/culturales/sociales son apabullantes y es capaz de enfrentarse a Napoleón y a todas sus tropas. Vive de una modesta pensión resultante de los años que trabajó en Bélgica.


Todos estos personajes/personas tienen un ángel de la guarda que les ayuda a sobrevivir. Fernando cuenta para ese menester con una bondadosa hermana. Hace muy pocos días le sobrevino una anécdota que no me resisto a contaros. Ocurrió que tenía el colchón de su cama en muy malas condiciones y su hermana fué a Carrefour a comprarle uno. Le comentan que se lo enviarían y este se niega y dice: …”yo no voy a estar encerrado en mi casa sin salir esperando el colchón, ya pasaré yo mañana a retirarlo”. Dicho y hecho. Así que con el colchón a cuesta se planta en la parada del autobús. El conductor le comenta que no lo puede subir pues podría molestar a los usuarios. A él este comentario no le importa nada. Sube medio colchón en el autobús y le dice al empleado de TUSAM que esto es un artículo de primera necesidad y que lo piensa subir. El empleado llama a la Centralita y pide instrucciones. Fernando habla con el incorporado inspector y le da una serie de razonamientos de para que sirve un transporte público. Les dice:….¿pero ustedes creen que existe algo que preste mejor servicio a la gente que un colchón?.


Los pocos usuarios que en ese momento van en el autobús toman partido a favor de él. Al final, y dado que se bajaría con su colchón tres paradas después, “tragan” y lo dejan que suba con su “comoda” carga. Me lo contó un vecino que iba en el autobús y me dijo que la situación fue genial y surreealista. Se produjo un diálogo a tres bandas (Fernando, el conductor y el inspector) digno de haberse grabado para la posteridad.


Nueva Orleans, Rosario, Sevilla…..solo son enclaves fortuitos dónde estos seres humanos tan singulares desarrollan y practican su tesis existencial. Viven inmersos en lo que podríamos llamar: la soledad del corredor sin fondos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Recuerdos de la Collación de San Nicolás

Recordar tus raíces, sin caer en la nostalgia sensiblera, sino más bien como un acto de reafirmación de tu presente, es un ejercicio no solo saludable sino absolutamente imprescindible.

Tuve la suerte de nacer en el Corral de las Vírgenes, Conde de Ibarra, 3 y posteriormente 5. Sin lugar a dudas este Corral de vecinos fue uno de los mejores viveros de hermanos de la Candelaria. De allí salieron José Martínez Raposo, que a la postre se nos antoja como uno de los pilares de la Hermandad. El Poeta Antonio Fernández Montes, que nos ha legado espléndidos versos de los mas lúcidos y bellos de nuestra Semana Mayor (aún metiéndome donde no me llaman creo que sería de justicia que diera el Pregón del Cofrade de la Candelaria), e indudablemente, Salvador Reina, alma máter de una Hermandad a la que siente como parte de su familia. La triste pérdida de su hijo le hizo profundizar todavía más en su fe. Recuerdo un día que me comentó:….”Mientras me queden fuerzas siempre iré por Sevilla delante de mi Señor de la Salud”. Dejo en el tintero algunos nombres más, pero quiero ejemplificar en ellos tres lo que este Corral de humildes pero nobles vecinos significó para la Candelaria.

A principios de los sesenta llegaron a salir del mismo: 16 hermanos de nuestra Hermandad; 2 en Las Aguas (entonces en San Bartolomé) y 1 en Santa Cruz.

Desde primeras horas del Martes Santo, la actividad en patios y habitaciones era frenética. Túnicas blancas bamboleando, colgadas en cordeles metálicos, al sol de la primavera sevillana. Planchas de carbón alisando pliegues. Probaturas de capirotes con antifaces buscando una simbiosis entre los ojos y los agujeros. Siempre con los nervios a flor de piel, y concertando con tu abuela o tu madre donde te darían el bocadillo. Utilizando la mayor discreción, pero siempre necesario a ciertas edades. Bolsa de caramelo de Mauri. Con la papeleta de sitio oculta entre el corazón y el estomago y ya sin más preámbulos: ¡a la calle!.

La llegada a la muy cercana Iglesia de San Nicolás -con bastante antelación por cierto- la hacíamos en grupos pero guardando la distancia, había que cumplir lo que nos exigía la papeleta de sitio:…..”Solo y por el camino más corto”.


Una vez en el interior del templo las manecillas del reloj apenas avanzaban, escuchándose poco a poco el runrún de gentes que se iba formando en la Plaza de San Nicolás (hoy Jesús de la Salud). ¡Por fin!, un miembro de la Junta de Gobierno se subía al púlpito y pasaba lista (nunca tu nombre te sonó más hermoso y contundente). Ya todo estaba listo para el gran día. Aquel que soñabamos en noches invernales, tapados hasta las cejas con mantas de aviación o procedentes de la Bolsa de Caridad de la Parroquia. En rigurosos veranos calzados con sandalias del Sanatorio de la Goma de la calle San José, buscando el frescor del mármol de los zaguanes de las casas señoriales. Entre balones de badana destrozados a punterazos en el Prado de San Sebastián. Comiendo dátiles de las palmeras de los jardines de Murillo. Disfrutando de cantarines domingos en una Alfalfa plagada de pajaros. De los recordados encargos de tu madre con el: “correveydile……. a tu padre que estará en Viña Sol o en Candilejos”.
Todo era ya secundario y quedaba en un segundo plano. Llegaba el gran día y las puertas estaban a punto de abrirse. Alguien decía…”poneros los capirotes y ocupad vuestro sitio en la fila”. Empezábamos sin saberlo el mayor ejercicio de sevillanía jamás soñado. Éramos niños de barrio humildes e ilusionados, acompañando a Dios hecho hombre y a su bendita Madre por las calles de Sevilla.

Nada más y nada menos.

Nota: Con el presente Toma de Horas se cumple el número 100 de los editados en este blog (lo de colgados es una palabra que no me gusta mucho. Posiblemente haya que colgar a quien los escribe). Fue creado con la principal finalidad de rendir pleitesía –y defender- a una Ciudad a la que me enseñaron a querer desde niño. En ello estamos y estaremos. Todo ha sido posible por la inestimable ayuda de Salva Gavira (Dios le guarde). El Destino o la intersección divina ha querido que el número 100 esté dedicado a San Nicolás y lo que ello representa para mí y mi gente. Intentaré en un futuro darle forma de libro a estos 100 primeros Tomas de Hora. Gracias eterna a la media docena de amigos que me leeis desde el aprecio y la crítica constructiva.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Paseando a Miss Poyotú.


Difícil, muy difícil, debe resultar para un sociólogo encuadrar sociológicamente a todas las tendencias y formas de comportamientos en la Sociedad actual. Asumiendo que todos tenemos –o debíamos tener- un comportamiento ético y estético y, que del resultado del mismo se no debía conocer y clasificar, las cosas al día de hoy ya resultan bastante más complejas. Aparecen de manera banal y novedosa elementos de comportamientos, que nos convierten en frágiles veletas movidas por los vientos de la “modernidad”. Archivamos –o abandonamos- principios éticos y morales heredados de nuestros mayores o acumulados por la experiencia de los años vividos. Algunos de los cuales son considerados obsoletos por una Sociedad mercantilista donde prima el valor de los bienes acumulados, y donde todas las cuestiones sociales, culturales, religiosas o políticas son pasadas por el filtro de lo “politicamente correcto” (el Visor del Gran Hermano de George Orwell). Todo lo hacemos bajo la sacrosanta bandera de la Libertad. (¡Libertad, libertad, cuántas barbaridades se cometen en tu nombre!).

En la actualidad educar a un hijo en los eternos valores de la decencia, el esfuerzo, la solidaridad y la bondad, es tarea bastante complicada. Entrarás –por la carencia absoluta de coordinación- en contradicción con los planes educativos que se “desarrollan” en nuestras Escuelas y tendrás que luchar heróicamente contra unas televisiones perversas y embrutecedoras. Cuatro son los elemento que -coordinados- configurarían una buena Educación. Deben –o mejor debían- sustentarse en: el Hogar (los padres); la Escuela (los profesores); la Sociedad y la Cultura (los políticos, filósofos, escritores y sociólogos) y los Medios de Comunicación (directores, periodistas y comunicadores). La misión de los jueces consiste -o debía consistir- en cortar los abusos que se cometan en cualquier campo. Si cada uno cumple con su tarea y desarrolla con rigor su cometido otro gallo cantaría. ¿Tarea enormemente complicada?. ¿Utopía en estado puro?. ¿Demagogia del nueve?. Sin duda. Pero siempre será preferible emprender de manera correcta un largo camino, que intentar acortarlo con falsas veredas que no llevan a ninguna parte.

Entrar en el conocimiento y análisis de las numerosas tribus urbanas existentes –fundamentalmente en la juventud- y tratar de descifrar el comportamiento de las mismas, es tarea bastante ardua y compleja. Evidentemente a unas determinadas formas exteriores –la vestimenta- van unidos unos gustos y unos roles sociales que llevan como finalidad primordial marcar una tajante diferencia con el resto. Últimamente este tema de las tribus urbanas se ha puesto de moda al aparecer en EEUU una foto de nuestro Presidente del Gobierno con Obama y su bella esposa, acompañados por las hijas de ZP con atuendos de góticas. Esto ha posibilitado que a través de Internet, un enorme caudal de internautas se hayan interesado por las características de dicha tribu urbana. Es lógico y defendible a todas luces que el señor Zapatero y su señora defiendan a capa y espada la privacidad de sus hijas menores de edad. Eso es sagrado y está fuera de toda discusión. Evidentemente si haces una visita de Estado a EEUU y te entrevistas con Obama, la mejor manera de preservar la intimidad de tus hijas es dejarlas en casita. Pero, en fin, allá cada cual con su película.


Entre la gente madura tampoco anda corto este capítulo de las clasificaciones sociales y urbanita. No solo aparecen en el apartado político-social en cualquiera de sus variantes, sino en ámbitos mas personalizados. Hablamos de aspectos lúdicos, culturales, religiosos, medioambientales……

Posiblemente sea en las relaciones de pareja donde aparecen unas variantes que pueden ser más transitorias. La condición de casado/a, viudo/a, soltero/a, separado/a o simplemente ser pareja de hecho puede variar de la noche a la mañana, y cambiar de estado como quien cambia de camisa. “Un poné” que decimos por aquí y a modo de ejemplo: yo tengo un amigo que se casó en primeras nupcias (pasó de soltero a casado). Luego lamentablemente falleció su añorada y querida esposa (pasó de casado a viudo). Al poco tiempo volvió a casarse (pasó de viudó a casado). Desde hace unos meses esta separado legalmente de su 2ª esposa (pasó de casado a separado). Yo cuando lo veo rehuyo su presencia pues solo le falta para su curriculum civil-sentimental ser pareja de hecho, y no vaya a ser que que me camele y me ponga mirando a Brenes.

Pues bien, compruebo que en los últimos años ha aparecido –fundamentalmente en el sexo femenino- una nueva figura a las que un gacetillero local, al que le atribuyo la misma dosis de talento que de mala leche denomina: “Consejeras sentimentales de tenasleidis”. Son mujeres que por distintas circunstancias han tenido malas experiencias con los hombres. No hablamos evidentemente de aquellas que han sido víctimas del maltrato fisico o psicológico por parte de una cohorte de canallas integrales. No, más bien se separaron de sus maridos porque no dieron la talla que de ellos esperaban, o simplemente porque enviudaron en la plenitud de sus vidas de mujeres. Algunas curiosamente se han replanteado seriamente su opción sexual y andan a la caza y captura de mujeres con problemas sentimentales. Han cruzado de acera –están en su pleno derecho- y culpan a los hombres –en su conjunto- de todos los males que acontecen a las mujeres.

Dentro de mi capacidad para observar y siempre procurando que no me resulte ajeno nada de cuanto acontece a mi alrededor, las veo desplegar su tela de araña en largos desayunos mañaneros, en excursiones playeras o como compañeras de compras pausadas en época de rebajas.

Un mujer que sufra –aunque sea en una fase incipiente- algún conato de maltrato físico o psicológico debe actuar con contundencia, exponiendo su caso sin demora a personas de su entorno familiar y en los departamentos que la Junta de Andalucía tiene al respecto. Luego ya no les valdrá lamentarse cuando sea portada a hombros –camino del Campo Santo- por familiares y amigos. Duro comentario, pero en este tema no valen atajos ni medias tintas. A un maltratador no cabe darle segundas oportunidades pues volverá a reincidir con más crudeza si cabe.

Estas “Consejeras sentimentales” van por otros derroteros. Se “convierten” en fieles amigas de mujeres con problemas sentimentales –algunos de fácil solución- e intentan convencerlas de que todos los hombres son iguales de perversos. No hay distinción entre ellos pues en el fondo todos son maltratadores potenciales. En su discurso siempre utilizan un mismo latiguillo:… “poyotú cortaba de raíz con él, pues fijate como terminó lo de mi hermana”. “Tú sabes de sobras que puedes contar conmigo para lo que sea que para eso somos amigas”. Pescan en ríos revueltos con la caña de la insidia. Tienen una carta escondida bajo la manga y sólo la sacan cuando entienden que la partida ya está ganada.

Pues eso: poyotú me andaba con cuidado con semejante personal.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El Embrujo del Alcázar.

Era Agosto y toda su familia estaba de vacaciones. Cuestiones profesionales sólo le permitieron disfrutar de una semana de descanso. Estaba pero no ejercía de Rodríguez. Aparte de para sus obligaciones laborales salía más bien poco. Los viernes a mediodía emprendía la ruta iniciadora de un fin de semana para reencontrarse con los suyos. Más de lo mismo pensaba con resignación. Carretera pero sin manta que con estas calores mejor ni nombrarla.

Durante la semana y una vez libre de las ataduras profesionales, dedicaba todo su tiempo libre, que era mucho, a sus tres grandes aficiones. A saber: lectura, música y cine. Pasear por la Ciudad sólo era posible a primeras horas de la mañana o bien entrada la noche. Todo enmarcado en la más pura rutina agosteña. Desayuno, cerveza al mediodía o tinto de verano casero formaban parte de un ritual cansino y monótono. Comía poco (un par de tapas le bastaban) pues siempre “la caló” le sentó como un tiro.

Un día ocurrió algo inesperado. Llegó a la Oficina y la encontró cerrada y a sus compañeros en la puerta.

-¿Qué ocurre?- …preguntó.

- Pues nada, que hay una avería eléctrica en la zona por las obras del Metro y nos han dado “cuartelillo” hasta mañana-….le contestaron.

No recordaba ni por asomo la última vez que tuvo una mañana laboral libre en Sevilla. Ahora le surgió un dilema…¿Qué hacer hasta la hora de comer?. ¿Donde podía ir?. De pronto recordó que hacía mucho tiempo que no visitaba el Alcázar. Antes, de joven, lo solia frecuentar mucho y pasaba horas en su interior deleitándose con toda su grandeza y esplendor.

Encaminó sus pasos de manera parsimoniosa paseando por el Centro hasta desembocar en la Avenida de la Constitución. Vió pasar el Tranvia o Metrocentro o como quiera que se llame. Tocaba en su lento caminar una campanita parecida al trenecito de la bruja de la escoba. ¡Que despilfarro!, pensó una vez más. En fin para que lamentarse. Enfiló el costado del Archivo de Indias hasta llegar a la Plaza del Triunfo. Allí divisó la Puerta del León del Alcázar ( ¡por Dios que no crean que es por el León de Fuengirola y le quiten el nombre!). Entró tras un grupo de turistas japoneses con sus peculiares formas de vestir y su exquisita educación . Antes sus ojos se abrió una espléndida panorámica del Patio de la Montería. Se adentró en la margen izquierda visitando la Sala de Justicia y el Patio del Yeso. Luego el Patio del Crucero y ya cruzó a la margen derecha. Entró en el Cuarto del Almirante y contempló el magnífico cuadro de Alfonso Grosso dedicado a la inauguración de la Expo del 29.

Retrocedió sobre sus pasos para extasiarse una vez más con el excelente lienzo “Las postrimerías de San Fernando” de Virgilio Mattoni (Sevilla-1842 +1923) (que por cierto este pintor vivía en el Barrio de Santa Cruz y no en Roma). Allí la vió por primera vez. Estaba delante de él con su tunica verde esperanza ribeteada de blanco por los filos. Calzaba unas zandalias descubiertas por detrás. Su melena negra le resbalaba por su bella espalda como la cascada de agua del Estanque de Mercurio. Parecía sola y ante la necesidad de verle la cara decidió seguirla con la máxima discreción.

Salieron de nuevo al Patio de la Montería y comprobó como ella con paso lento pero firme se adentraba en el Palacio Mudéjar. Su fascinación crecía por momentos pues para ser una turista árabe parecía conocer a la perfección el entorno que recorría. Deambularon como flotando uno detrás del otro presos de la magia por salones y pasillos. A pesar de la numerosa concurrencia le dió la impresión, lo cual le resultaba muy agradable, que estaban los dos solos. Con la presencia de un destello de rabiosa luz salieron a los Jardines del Alcázar. Ardía en deseos de verle la cara pero no se volvía en ningún momento. Ella se apoyó en la barandilla del Estanque de Mercurio con la vista levantada hacía la Galeria del Grutesco. Gotas de la cascada de agua caian sobre su negro y hermoso pelo. Él intentó situarse a su lado pero unos turistas alemanes camaras en ristre se lo impidieron. Se asomó al estanque para ver si se reflejaba su rostro en el agua pero fue inútil. Solo acertaba a divisar unos peces negros enormes con una voracidad de pirañas. En un descuido vió que ya no estaba. La buscó con la mirada de manera inquieta y compulsiva y la vío al fondo como se adentraba en los jardines. El Jardín de la Danza, el de los Poetas y el Cenador de la Alcoba fueron testigos de su deslumbrante caminar hacía el laberinto formado por altas plantas. Aligeró el paso cuanto pudo y la vió perderse en la espesura. Recorrió en todas las direcciones aquel crucigrama silvestre pero todo fue en vano. No estaba por ningún lado. Inquieto se preguntaba:…¿Quién sería esta mujer?....¿Donde podía estar?. Volvió melancólico sobre sus pasos buscando el sosiego y la puerta de salida. Al pasar por el Jardín de los Poetas vió que en una barandilla colgaba flotando por el viento un pañuelo celeste de corte claramente moruno. Lo cogió entre sus manos y lo apretó firmemente contra su cara. Olía a jazmín y a yerbabuena. Era de ella seguro, se dijo con firmeza. Se sonrió malévolamente y pensó…..”volveré cuantas veces sean necesarias hasta poder verte la cara”.

El mágico embrujo del Alcázar de Sevilla.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Sobre Capillitas y Cofrades.



Sin ánimos de dar el cupo por cerrado y reflexionando que a nuevos tiempos nuevas actitudes, estamos ya hoy en disposición de ordenar los distintos grupos humanos que pululan en torno a las Hermandades.

Nos encontramos ante varios especímenes y comentaremos posteriormente sus peculiaridades semana-santeras. Estarían encuadrados de la siguiente forma y manera:

a) Cofrade – arribista.
b) Cofrade – comprometido.
c) Capillita.
d) Penitente, nazareno, costalero, músico y acólito.
e) Cofrade – oportunista.

Antes de entrar en más detalles queremos aclarar que muchas veces existen entre unas y otras posiciones una línea divisoria muy fina y fácilmente traspasable. Dándose la circunstancia de poder atravesarlas de lado a lado en el mapa cofrade actual.

Entremos en materia: Cofrade-arribista es aquel que tiene como meta subir como sea el escalafón de su Hermandad. La cumbre estaría en llegar a ser Hermano Mayor de la misma. Durante su mandato está mas tiempo en la Hermandad que en su casa. Una vez terminado el mismo desaparecen como por encanto. Consideran que su gestión no ha sido todo lo valorada que debiera y que los homenajes recibidos son migajas. Cofrade-comprometido es aquel que asiste regularmente a los cultos internos de su Hermandad. Se considera un cristiano de base y tiene en sus imágenes el referente de su devoción. Disfruta la Cuaresma en toda su intensidad y si sus condiciones físicas se lo permiten hará Estación de Penitencia a la SIC.

Capillita es aquel que forma parte del grupo de los “jartibles”. Siempre está pidiendo tareas en su Hermandad a la que considera un patrimonio suyo. No tiene reparos en poner una marcha de Cornetas y Tambores de las Tres Caidas en el Camping de El Rompido en pleno Agosto. Tiene atestada su casa de fotos de los titulares de su Hermandad. Nazarenitos esparcidos por el salón y nunca falta el olor a incienso en su casa. Le hace ilusión que su hijo toque la trompeta –que le regaló en su “cumple”- aunque sean las cuatro de la tarde en verano. Dicho esto con todo afecto y sin ánimos peyorativos, reconozcamos que con su esfuerzo y dedicacion son verdaderos pilares de las Hermandades

Luego están los Penitentes, Nazarenos, Costaleros, Músicos y Acólitos. Acuden cada año a por su Papeleta de Sitio. Hacen “su” Estación de Penitencia y hasta el año que viene si Dios quiere. A las Hermandades que vayan con frecuencia los que les sobra tiempo que ellos están siempre muy atareados.



Caso aparte serian los costaleros ya que con las “igualá” están más estructurados como grupo dentro de la Hermandad. Aun cuando lamentables episodios vividos, nos dicen que muchas veces prima mas la división que una pretendida unidad. Configurándose en algunos casos como un pretendido grupo de presión dentro de la Hermandad. También lógicamente los ensayos de las Bandas de Cornetas y Tambores que con su eco lejano nos hacen soñar con lo que está por llegar.

Por último tenemos a los Cofrades-oportunistas. Son aquellos que aprovechan el tirón popular de las Hermandades para dejarse ver en momentos puntuales. Los políticos se llevan la palma en este grupo. De lo que se trata es de salir en la “foto” en grandes eventos cofrades y de fuerte tirón mediático.

Como veis de todo hay en la Viña del Señor. Lo cierto es que todos son –somos- necesarios y todos configuran –configuramos- este hermoso milagro de la Primavera sevillana. Son Hermanos y Cofrades a su manera y asi hay que aceptarlos. Que cada cual se identifique con el grupo que quiera pues nunca serán posiciones inalterables. Seamos pues tolerantes y tengamos la fiesta en paz que es de lo que se trata.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Cardenal Amigo. Amigo Cardenal.



Introducción pertinente: Ayer fue jueves 5 de noviembre del 2009. Ayer el retrasado otoño empezó a desperezarse en el anden de su Estación, y ya decidió que procedía hacerle una visita a los sevillanos. Había que prepararle el terreno al duro y crudo invierno que estará por llegar. Ayer ocurrió un acontecimiento en Sevilla que –sin dudar- los historiadores del futuro llamarán: un día histórico de la Ciudad. Ayer, jueves 5 de noviembre, se oficializó el relevo de la cúpula del Palacio Arzobispal. Hubo definitivamente traspaso de poderes para regir el rumbo espiritual –con lo que esto lleva implícito- de la Vieja Híspalis. Ayer, precisamente ayer, se produjo el anunciado y esperado cambio en el Palacio de la Plaza de la Virgen de los Reyes. Se nos marcha a la Villa y Corte un franciscano de oro puro, don Carlos Amigo Vallejo y, nos llega de Córdoba la llana –judía,cristiana y mora- don Juan José Asenjo Pelegrina. Suerte a don Carlos, que nos ha dejado durante su largo mandato una estela de bondad, mesura, tolerancia y firmeza y, como no, al recién llegado don Juan José, del que dispongo las más excelsas referencias sociales, intelectuales y –evidentemente- cristianas. Amigo Vallejo -alto como las murallas del Alcázar- es ya eternamente tan nuestro como las altas palmeras de los jardines de Murillo. Prolífica ha sido su larga andadura por esta Tierra de María Santísima. Fue nuestro desde el primer día, y ningún problema de la Ciudad –fundamentalmente aquellos que eran padecidos por los más humildes- le resultó ajeno. Para ser considerado un personaje sevillano eterno y anclado en el corazón de las gentes, solo le faltaba una cohorte de envidiosos y trepas. Y los tuvo, ¡vaya si los tuvo!. Los tenía ocultos y emboscados en las esquinas, prestos para clavarle sus empozoñadas dagas por la espalda. Él no solo no les guardaba rencor sino que incluso los comprendía. Esos mismos ahora se deshacen en elogios hacia la figura del Cardenal de la Alta figura. ¡Cosas veredes amigo Sancho!.

Me place por tanto, volver a colgar en mi blog este Toma de Horas que vío la luz un viernes 6 de febrero del 2009. Mantengo cuanto entonces decía e insisto: suerte, mucha suerte, y salud para este vallisoletano ejemplar. La misma que le deseo a don Juan José Asenjo. Esta Ciudad no es fácil ni difícil de gobernar , sino distinta a las demás. No somos ni los mejores ni tampoco los peores, somo simple y llanamente sevillanos. Le espera el poder político, las hermandades, los duros problemas cotidianos; la Sociedad sevillana en definitiva con sus luces y sombras. Suerte, mucha suerte de corazón a los dos.


Ocurrió el pasado día 25 de Diciembre. Misa de Pascuas a las 12. Parroquia de San Isidro Labrador de Pino Montano. Minutos antes del comienzo escucho una voz que a mis espaldas dice:….”ahí viene el Cardenal”. Me vuelvo y lo veo avanzar con su espigada figura en compañía del Parroco y Capellán del Sevilla, don Indalecio Humanes (un día tendré que escribir de él y su meritorio trabajo en Pino Montano). También les acompaña Fernando, el coadjutor de la Parroquia.

El Cardenal nos saluda a los presente. Nos comenta que su presencia allí se debe a las excelencias que le comentaba Indalecio de cómo había quedado la iglesia tras su laboriosa y brillante restauración. Decía encontrarse verdaderamente asombrado. Le veo despues arrodillarse y orar breves momentos. Luego se marcha no sin antes saludarnos afectuosamente y recordarnos la importancia de la solidaridad cristiana en tiempos tan difíciles como los que se avecinan. Su presencia nunca nos deja indiferente. No sólo por su estatura física, sino lo que es más importante, por la moral y el halo de bondad que desprenden sus gestos y palabras. Es mucho Cardenal este –ya- sevillano de pleno derecho y adopción. Personaje hecho a la médida de esta hermosa y compleja Ciudad.

Fray Carlos Amigo Vallejo nació en Medina de Rioseco (Valladolid) un 23 de agosto de 1934. Es decir el próximo verano cumplirá 75 años de edad. Con ella queda establecida –según establece el Vaticano- su futura jubilación en sus tareas eclesiales sevillanas. De hecho –y cuando nadie lo esperaba- se nos comunica que ya ha sido nombrado su coadjutor y futuro sucesor. Nos referimos al Obispo de Córdoba don Juan José Asenjo Pelegrina, el cual tomará posesión el próximo 17 de enero del 2009. Según reconoce Fray Carlos Amigo ha sido a petición propia el nombramiento de su coadjutor Monseñor Asenjo, al que dicho sea de paso le deseamos toda clase de venturas en su futura gestión al frente de la Iglesia sevillana. La va a necesitar por la complejidad de esta Sevilla de nuestros amores y desvelos.

El Cardenal Amigo ejerce de Arzobispo de la Ciudad desde el 22 de mayo de 1982, al sustituir a don José María Bueno Monreal que ya se encontraba sumido en un grave deterioro físico como consecuencia de su enfermedad. Han sido por tanto 27 años los que este vallisoletano lleva al frente de la vida espiritual y cristiana de la Vieja Híspalis. Fue elegido Cardenal el 28 de septiembre del 2003. Franciscano que ejerce como tal, es decir: asume que los problemas de los desheredados y marginados de la Tierra solo pueden conocerse y asumirse mezclándose con ellos. Siempre lo hizo en primera persona y nunca a través del testimonio de terceros. Ningún problema de esta Ciudad le resultó ajeno a don Carlos Amigo Vallejo. Los colectivos más desfavorecidos siempre encontraron en el Cardenal un eficaz intermediario.

Hombre de probada y solida formación intelectual (sus numerosas publicaciones son referente inexcusable para entender el papel de la Iglesia en la Sociedad actual) y de un liderazgo moral absolutamente intachable. Fue poco a poco descubriendo los vericuetos de la compleja y contradictoria vida sevillana, y así poder ejercer su papel de Pastor con una mas que probada eficacia. Sus relaciones con el mundo político, empresarial o sindical son un claro exponente de cómo ejercer -y lograr- un difícil equilibrio ejercido desde la fuerza de lo moral y espiritual. Conocedor de las conflictivas relaciones históricas entre el Clero y las Hermandades (como máximas exponentes de la religiosidad popular), supo aunar voluntades y no entrar en batallas dialécticas que en poco –o en nada- benefician al concepto global de lo cristiano. Dialogó, discutió, aprobó o rechazó y lo hizo siempre a través de la racionalidad y la concordia. No quizo ser ni rey ni vasallo en todas estas cuestiones. Siempre actuó desde la mesura, y con una capacidad de administrar la sensatez y la armonía verdaderamente admirables.

Pues bien, parece ser que con la llegada de Monseñor Asenjo su período está a punto de cubrir su última etapa en Sevilla. Como no podía ser de otra forma ya han aparecido algunos francotiradores. Aquellos que cobardemente se ocultan tras los cristales de los balcones hasta encontrar el momento propicio para disparar sus dardos envenenados. Pues ni así pueden con este vallisoletano/sevillano. Los disculpa y los comprende en un ejercicio de reflexión cristiana que todavía lo engrandece más. En esta Ciudad hay que morirse para que unánimente hablen bien de tí y esperemos y rezemos para que nuestro Cardenal Amigo viva muchos años más.

Suerte, mucha suerte querido Cardenal, quede usted con Dios donde quiera que vaya. Siempre le tendremos en nuestros corazones y rezos. Ya forma usted parte de nuestro Patrimonio Sentimental y eso, en esta Ciudad, es decir mucho. Suerte, como no, a Monseñor Asenjo que le sucederá. Todo redundará en beneficio de aquellos que abrazamos la Fe y ponemos en ella todas nuestras esperanzas e ilusiones.

Dios le bendiga Cardenal Amigo o mejor dicho: Amigo Cardenal.

La Ilusión congelada.


Vivimos tiempos difíciles. Tanto en lo social, como en lo económico y lo espiritual. Estamos inmersos (se veía venir) en lo que nuestra clase política denomina: desaceleración, recesión, crisis o repunte. El pueblo no le dá tantos rodeos dice simple y llanamente: que las estamos pasando canutas para llegar a fin de mes.

No se trata de vender pesimismo sino de ser realista y reflexionar que corren malos tiempos para el optimismo. Ahora bien, como es cierto que….”no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista”, pues soñemos ( que todavía es gratis ) con que ya vendrán tiempos mejores. Lo complicado es que cuando nos han hipnotizado con la teoría de que la mayoría de los españoles formabamos parte de una amplia clase media, duro ha sido el despertar y tropezarnos con la dura realidad. Cada mes vuelve a incrementarse el número de parados. Disminuye alarmantemente el –ya exiguo- tejido productivo ( fundamentalmente en el sector de la construcción ). Los bancos solo prestan dinero con garantias plenas de su devolución integra más intereses correspondientes. Suben desmesuradamente los impuestos de todos (no solo de las que más tienen). Una vez más se recurre a la denostada figura del Ama de casa y de la solidaridad familiar, para hacer de nuevo el milagro de multiplicar panes y peces en la cesta de la compra. Dios las bendiga y las premie como se merecen. En tiempos difíciles ellas son la panacea. En definitiva nada nuevo bajo el sol. Se nos dice que en tiempos de crisis todos debemos ser solidarios y arrimar el hombro. ¿Todos?. ¿Incluyendo a algunos políticos que hacen de su vida privada un lujoso dispendio con el dinero de los contribuyentes?. ¿También a esos banqueros que se autoprograman unas prejubilaciones de millones de euros?. Son como Robin Hood pero a la inversa: se reparten entre unos pocos lo que sin ninguna clase de escrúpulos les quitan a la gente.

En lo social más de lo mismo. La democracia española solo será completa con una verdadera vertebración social, donde los ciudadanos/as sean algo más para los políticos, que simples monigotes que depositan un sobre con un voto cada 4 años. Pero, ¿a quién le interesa potenciar en libertad y sin las ataduras de las subvenciones a Sindicatos, Corporaciones Empresariales, Asociaciones de Vecinos, Asociaciones de Profesionales Liberales, Hermandades, …..?. Hacen propio un lema muy antiguo como es el de: quien paga manda. Así nos vá.

En lo que más directamente nos afecta, es decir en esta maltratada Sevilla de nuestros amores y desvelos, pasen y vean: se ha inaugurado –sin terminar- la linea 1 del Metro con un retraso de más 30 años desde que fue proyectada. ¿Para cuando la 2ª linea?. Se suceden los aplazamientos y se abren falsos debates sobre si procede realizar primero la 3 sobre la 2 o al revés. Mientras, la Ciudad vive inmersa en un profundo caos circulatorio. A estas alturas no sabemos los sevillanos que Plan Global de Ciudad nos están preparando nuestros administradores públicos.
El futuro siempre se nos vende como la zanahoria del asno. Todo es pura entelequia y un “mañana Dios dirá”. Es vergonzante pasar por la puerta del Mercado de la Encarnación y ver en la entrada un azulejo que dice: “Intalación provisional–1973”. Mientras, va tomando forma este –para mí- engendro urbanístico al que popularmente se conoce como “las setas de la Encarnación”. Si como muestra vale un botón, hay tienen ustedes uno que vale por todos los de Casa Peña el de la Calle Puente y Pellón.



No es verdad que Sevilla sea “la Ciudad de las Personas” como pomposamente nos vende nuestro Ayuntamiento. Si acaso de las personas….cabredas y hartas de tanto chapucero. Pero aquí estamos que lo tiramos. Todo queda en la realización de macroproyectos sin que estos les sean siquiera explicados a los vecinos –fundamentalmente a los perjudicados por las obras-, ni se sepa aún de manera aproximada las fechas de terminación. Con la la citada Plaza de la Encarnación sometida a un profundo caos por las obras de las “setas urbanas”, ya aparece en la prensa local otro proyecto de enormes dimensiones: el Caixaforum que convertirán las antiguas Atarazanas en una plaza pública de uso multicultural (será un proyecto impulsado con una fuerte financiación de la Caixa). Afortunadamente este proyecto para el Barrio del Arenal está bajo el sabio mando de Guillermo Vázquez Consuegra, ahí tenemos plenas garantias de rigor, eficacia, talento y escrupuloso respeto al Patrimonio Histórico de Sevilla (salvo que a algún mandatario municipal se le ocurra incorporar un “Mirador de ballenas). Las obras están previstas que terminen sobre el 2015, lustro arriba o lustro abajo.


Todo sin olvidar que dentro de poco (¿) empezarán las obras de la linea 3 (o la 2, la 4 o la 5…), y Sevilla en una de sus zonas más pobladas será de nuevo abierta en canal en su corteza terrestre. ¿Qué sin obras y sus correspondientes molestias no se pueden introducir mejoras de ningún tipo?. Bien cierto es. Pero las cosas se planifican y se ejecutan de manera racional y consensuada. Intentando –dentro de lo posible- que la vida ciudadana no se vea colapsada. Otra cosa es emplear el dinero de las arcas locales, nacionales o de los fondos europeos aplicando un riguroso orden de prioridades. Una buena gestión democrática es aquella que se sustenta en: el rigor, la eficacia, la transparencia y donde solo priman los intereses de los ciudadanos. Que son en definitiva quienen mantienen este tinglado con sus impuestos.


Nuestros políticos viven inmersos en un “despotismo no-ilustrado”. Se sienten seguros y cómodos en sus poltronas y al margen de la Sociedad Civil. En sus comparecencias ante la Prensa solo contestan a aquello que les interesa. Lo demás está fuera del guión y “no procede” el responder. Las críticas vienen promovidas –según ellos- por campañas orquestadas por medios afines a la derechona. Aplican –aunque no se le creen ni ellos mismos- el lema de:…”ladran, luego cabalgamos”. Solo se muestran receptivos y “visitadores” de barrios cuando se acercan las elecciones. Una vez al año no hace daño. Solo responden a “casi todo” en las campañas electorales. Esto es lo que hay y en nuestras manos está el cambiar este estado de indolencia y pasotismo ciudadano.


Siempre nos presentan el mañana para solucionar los problemas del presente. Ya lo decían nuestros mayores: …”que bonita vá a estar Sevilla cuando la terminen”. Mientras tanto pongamos de nuestra parte todo cuanto podamos y queramos para no vivir eternamente con la “ilusión congelada”.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Por el Puente Triana ¡juí!....pasan las bicis.


No debemos ya descartar que proyecten y ejecuten (mejor palabra imposible para definir lo que están haciendo en la actualidad en Sevilla) un carril-bici en el Patio de Banderas. Un amigo me comentó no hace mucho: “no descartes que esta gente pongan un carril-bici hasta en el Puente de Triana”. ¡Bingo!. Lo han puesto. Pasándose por donde dijimos lo que este Puente significa artística y sentimentalmente para los trianeros y sevillanos en general. De lo que se trata en definitiva es de modernizar toda la Ciudad en su conjunto. Y que mejor síntoma de modernidad que poder pasear en bicicleta por Sevilla de punta a punta. Amsterdam en versión hispalense.

Ignoro cuanto tendremos que soportar al Dúo Monteseirín–Torrijos and Company. Puede que un año más, o cuatro o veinte. De los sevillanos/as depende. Al final serán los ciudadanos quienen tengan la potestad de mandarlos a aquella parte de la Historia donde duermen los políticos amortizados y olvidados. Lo triste es que dejarán una imborrable y triste herencia. Todo como resultado de una gestión basada en el ordeno y mando. Ningún proyecto se concensua previamente con los ciudadanos. Lo sensato y democrático sería buscar el máximo de racionalidad y eficacia en su elaboración y ejecución. ¿Para qué?. A lo máximo que llegan es que -después de realizarlos- admitan que los mismos posiblemente no hayan sido suficientemente explicados, y que se pondrán manos a la obra (informativa). ¡A buenas horas mangas verdes!. Nos tratan a los ciudadanos como inocentes crios. Nos dicen: “lo que hemos realizado, posiblemente en la actualidad no se entienda bien, pero en el futuro todo el mundo estará muy contento con lo hecho”. El eterno dilema de esperar al mañana para ver los resultados de lo se que hizo hoy. Paternalismo político en estado puro. ¡Y pensar que creíamos que esto era patrimonio de las dictaduras!.

El Puente de Isabel II (de Triana) fue construído por los ingenieros franceses Bernadet y Steinacher entre 1847 y 1852. Se hizo a imagen y semejanza de uno que existía en París (ya desaparecido). Vino a sustituir al famoso Puente de Barcas que se creó con 13 barcas y tablones cruzados atados con cadenas. Esto ocurrió en 1171 en tiempos del califa almohade Abu Yacub Yusuf (para mayor y mejor información acudan al notario mayor del arrabal trianero, don Ángel Vela Nieto, cosa que dicho sea de paso me permito recomendarles también a nuestras autoridades municipales).

El Puente de Triana es algo más que una estructura de hierro que posibilita que los trianeros crucen el Río Grande para ir y venir de Sevilla, y los hijos de la Vieja Híspalis lo hagan a la inversa. El Puente no separa, sino que por el contrario, une unos sentimientos que posibilitan que los trianeros lo sean sin dejar de ser sevillanos, y que estos a su vez sueñen con ser considerados hijos adoptivos de la Madre Triana. Si no somos capaces de interpretar el alma de las ciudades, estas se convierten en insípidos asentamientos urbanos. Nada nuevo bajo el sol.

Lamentablemente nuestras actuales autoridades locales no entienden el meollo de estas cuestiones sentimentales. Dicen regirse por un sentido práctico de las cosas y, que no están los tiempos para prestarle atención a nostálgicos de caducas tradiciones. Las mismas que –según ellos- tenían anclada a la Ciudad en un pernicioso inmovilismo. ¿Qué hay que desnaturalizar el Puente de Triana?, pues nada: manos a la obra, que lo que debe prevalecer es la “modernidad”.

Afortunadamente, y dado que este estado de cosas empieza a ser preocupante, los vecinos y comerciantes de Triana han empezado a moverse a nivel ciudadano, y a protestar ante este cúmulo de despropósitos y barbaridades. Ojalá, este sea el detonante que logre despertar el adormecido y sumiso estado ciudadano actual.

El interesante y comprometido movimiento vecinal de las barriadas sevillanas durante la Transición, fue desactivado a golpes de cigalas y prebendas políticas a algunos de sus dirigentes más destacados. Hoy todavía algunos –muy pocos- resisten heroicamente, y a otros ya sólo se les puede otorgar el calificativo de “funcionarios” al servicio del poder establecido. Miren a su alrededor y comprobarán como algunos “Juanillos” de ayer, hoy se han convertido en “Donjuanes”.

Es hora de abandonar nuestro pasotismo actual e implicarnos como ciudadanos responsables y celosos guardianes del pasado, presente y futuro de nuestra Ciudad. Nos va mucho en el empeño y darle “manga ancha” a los que nos gobiernan es algo que posiblemente vamos a pagar todos muy caro.


P:D. Feliz y grata noticia para la Ciudad: Antonio García Barbeito, será el Pregonero de la Semana Santa del 2010. Sabia y acertada decisión. Este excelente escritor y gran orador nacido en Aznalcázar, dará sin duda un Pregón de los que no se olvidan. Tiempo al tiempo. Enhorabuena a él y a Sevilla.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Guadalquivir.

“Para los barcos de vela
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.
¡Ay, amor que se fue y no vino!.
( Federico García Lorca )




Navegaban los barcos de vela. Navegaban los galeones repletos de oro y especias procedentes de ultramar. Navegan los mercantes. Navegan los yates de recreo que en Feria son hoteles varados en el Muelle de la Sal. Navegaba el “barco del arroz” aquel que nunca terminó de llegar. Todo es navegable en el río Guadalquivir. Lo que llegó, lo que no vino y lo que está por venir. Bien está como decía Federico que le dejemos a Granada que en ella remen los suspiros (en Ciudad tan bella suspiran hasta los ciegos).


Dale limosna mujer,
que no hay en la vida nada,
como la pena de ser
ciego en Granada.
( Francisco A.Icaza )



Nosotros suspiramos en los jardines y las fuentes del Alcázar. El río lo tenemos para soñar con la libertad que nos aguarda en Bajo de Guía y desembocar en los mares de los sueños.


Guadalquivir, al que los árabes llamaban al-wadi al-Kabir. Es decir:el río grande. Los romanos le llamaban Betis. Los griegos Tharsis (Río de Tartessos). Y los sevillanos simple y llanamente: el Río. No hace falta más. Aquel que nace en la Sierra de Cazorla y “entrega la cuchara” en Sanlúcar de Barrameda a los mágicos compases de la sonanta de Manolo Sanlucar ( haganse un favor y lean “El alma compartida”. Las memorias del mago de la guitarra flamenca. Un auténtico baño de cultura andaluza, verdades compartidas y sentimientos arañados a las paredes del alma).


“Río de mi Sevilla
no te detengas,
que te espera en Sanlúcar
la mar inmensa”

¡Ay quien pudiera
fundir en un perfume
menta y canela!.


Guadalquivir, que se adentra por las arterias de Andalucía dejándonos su alegría y su llanto de siglos. Bañando con sus fértiles y milenarias aguas a la olivarera Jaén, a Córdoba judia y mora y a…. ¡Sevilla!. Aquí en la vieja Híspalis es donde luce sus mejores galas. Se acicala mirándose en el dorado espejo de la Torre del Oro. Se convierte en niña enamorada viendo a los jóvenes trianeros en el palo de la cucaña. Allá cuando en el caluroso Julio nos llegan los días señalaitos del arrabal trianero.

Eran los días señalaitos
de Santiago y Santana,
y yo le he rogaito a mi Dios
que me alivie las duquelas
que tengo en el corazón.



Guadalquivir que se hace deportistas de élite con los remeros del Club Náutico o del Círculo de Labradores (campesinos que este río mágico hace que cambien las veredas y los surcos por las mansas orillas). Jornal de viejos areneros y pescadores. Guadalquivir que se ruboriza cuando se siente contemplado en todo su esplendor y belleza desde las barandillas de sus puentes. El que se sabe Vigía Celestial cuando desde su posición de privilegio vé pasar a la Esperanza, San Gonzalo, la O, la Estrella o el Cachorro en busca de la Madre Hispalense. Con dos orillas distintas, pero hermanas de sangre y luz: las de Sevilla y Triana.

Ningún sevillano/a debería envejecer sin ir en barco ( al menos una vez ) desde Sevilla a Sanlúcar en suntuoso viaje de ida y vuelta. Cuando lo hagan cambien el reloj que marca las horas por el que marca los compases del tiempo pasado. Descubrirán el placer de recuperar el pulso del sosiego y el temple, el sonido de la brisa y sentir que surcamos el mismo camino de nuestros ancestros más remotos. Por aquí pasaron todos los que ilusamente vinieron a conquistar Sevilla y al final fueron ellos los conquistados. Sevilla es una sabia y hermosa dama, vieja y joven a la vez, que nunca nos dará el sí definitivo. Siempre nos dejará con la miel en los labios pues los mejores momentos que proporciona el amor son los soñados. Por eso dejemos que los suspiros remen por la mágica Granada de Federico y que la Sevilla de Cernuda sueñe en el espejo de un río grande y luminoso. Guadalquivir, hoy maltratado y olvidado por los que nos gobiernan, pero eterno y lleno de Historia.

Mágico y siempre vivo y sentimental.



“El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos;
los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo”
¡Ay, amor que se fue por el aire!